Una Princesa Fugitiva.

Capitulo 26

Johnny se sentía dolido no haya podido conseguir el amor de Anne daría lo que fuera por estar en el lugar de Matthew, ni se daba cuenta de la mujer tan maravillosa que tenia a su lado no podía ser nada para hacerla entender que él haría feliz, así no tuviera mucho que ofrecerle pero nunca le faltaría nada mucho menos amor.

Anne abrió los ojos y vio a Johnny a su lado, sosteniendo su mano.

—   ¿Cómo te sientes, Princesa?—Sonrió.

—   ¿Qué? ¿También lo sabes?— sorprendida.

—   ¿Saber que?—la miro con el ceño fruncido.

—   Bueno te diré la verdad ya es cuestión de tiempo para todo el mundo lo sepa, en realidad soy una princesa, me llamo Anne Hills y mi  padre es el Rey de Leinster.

—   ¿Por qué estabas en el castillo trabajando como sirvienta?— perplejo y a la vez confundido.

—   Es que la razón por la cual hui de mi casa es que mi padre quería casarme con un príncipe que yo ni siquiera conocía, pero ya todo ese asunto quedo resuelto.

—   Wow eres de la realeza, con razón estabas con Matthew y no fijabas en mi en un simple veterinario desempleado—Ahora se sentía peor que antes—No tengo oportunidad contigo, Anne.

—   Johnny por favor no digas eso, la razón por la cual estoy con Matthew es porque lo amo desde hace años y mientras estuve en su casa me di cuenta que no había dejado de quererlo, no tiene nada que ver con la posición social estoy segura que si te hubiera conocido en otras circunstancias me enamoraría perdidamente de ti.

—   Eso no me consuela, pero tendré que superarte de algún modo aunque seguro será difícil ¿Cómo olvidar a una mujer como tu?—Acariciando su mejilla.

—   Andrea te quiere, porque no lo intentas con ella.

—   Ahora no tengo cabeza para buscar el amor—Negando con la cabeza.

Anne sentía pena por Johnny por que era un buen hombre pero su corazón pertenecía  a una sola persona la cual no se daba cuenta que la amaba y ahora iban a tener un hijo juntos algo que los uniría por siempre.

Pero de repente se le ocurrió un brillante plan, su cumpleaños numero 26 era mañana tenia una oportunidad para que abrirá los ojos de una vez por todas.

—   Johnny ayúdame a salir de aquí por favor, pero que nadie se entere ¿Lo harías?

—   Claro aunque esta un poco difícil hay guardias afuera—Sorprendido por su propuesta.

—   Necesito salir de este hospital, quiero regresar a Leinster.

—   Voy a ayudarte si es lo que quieres.

—   Gracias—sonrió.

Matthew había reunido a todos los empleados en uno de los salones nadie sabia que pasaba pero seguro era relacionado con Anne, otros estaban realmente asustados no sabia que iba a decirles el Rey se veía que esta bastante enojado.

—   Ahora mismo quiero que me digan quien fue la persona que empujo a  Anne por las escaleras—Mirando a todos con severidad.

Nadie dijo nada, todos se miraron las caras reflejaban sorpresa en sus ojos.

—   Así que nadie hablara—Dice disgustado— esta bien entonces todos están despedidos largo de mi castillo no quiero personas que son capaces de atentar sobre la vida de alguien, eso no lo permito—Alzando la voz furioso.

Violeta se acerco al Rey angustiada con lágrimas en los ojos.

—   No puedo perder mi trabajo, Majestad—Sollozo.

—   ¿Sabes quien lo hizo? Prometo que no levantare cargos contra la persona.

—   Fue Debora, Alteza— Dijo asustada Perla quien esta al lado de Violeta—Ella nos conto.

—   Cállate, Perla— Le grito Debora.

—   ¿Así que fuiste tu?— Matthew la miro con rabia y la agarro del brazo— ¿Cómo te atreviste a empujar a Anne? ¿Quién te crees que eres?—Grito enfadado en contra de la mujer que luchaba por soltarse.

Debora lo miro asustada, trago saliva sin saber que decir.

—   Pues tenía celos y envidia ¿Acaso lo olvidaste, Alteza real?—Dice con sarcasmo mientras se reía sin humor se podía sentir la rabia en sus palabras— ¿Tu y yo? Tuvimos sexo una vez y después hiciste como si nada hubiera pasado, me sentí humillada pero me quede callada amándote en silencio viéndote acostándote con ese montón de perras y yo me lo tenia que aguantar. Llega esa estúpida de Anne a robar tu atención por eso la empuje para que se muriera—Le dice con rencor.

Matthew la mira unos segundos para luego soltarla, entonces lo recordó que había estado con Debora, una noche que había llegado borracho al castillo luego de su separación de Camila y busco con consuelo en los brazos de esa mujer, de su sirvienta ¿Cómo lo había olvidado? Estaba atónito como todos en el salón.

—    Estaba borracho ni siquiera lo recuerdo bien lo unico que es cierto es que  ¡Estas loca! Llévense a esta mujer a la cárcel— Los guardias esposaron a Debora.

—   Dijiste que no levantarías cargos—Mirándolo asustada sintiéndose engañada.

—   Pues mentí, nadie tiene derecho de intentar matar a una persona y te metiste con la mujer equivocada, Debora.

Después de llevársela se dirigió de nuevo a los empleados.

—   Todos siguen con sus empleos pero que les quede claro que no permitiré otra cosa igual en mi castillo otra cosa quiero que suba las cosas de Anne a mi habitación, ella ahora será la señora de esta castillo, así que prepárense tal vez pronto allá boda—Sonrió ante ese pensamiento.

Todos estaban sorprendidos ante la noticia del Rey pero como siempre todos guardaron silencio.

Johnny ayudo a Anne a salir de hospital  sin que los guardias lo notaran e irse a Leinster en una avioneta por suerte conocía a un amigo que tenia un avión así que llego rápido a su país donde se encontró a su padre más enojado que nunca por atreverse a irse.

—   Papá lo siento mucho pero te dije que no quería casarme además hable con el príncipe Ali y rompió el compromiso.

—   Si, él me llamo informándome…Eres igual de rebelde como tu madre son tan idénticas que…Me vuelven loco— dicho eso se fue hacia su oficina para poder calmarse.

—   Hija, gracias a Dios estas bien. No le hagas caso a tu papá cuéntame como terminaron las cosas con Matthew.

—   Ay mamá nada bien—Abrazándola enseguida quiso a echarse a llorar— le confesé que lo amaba pero él no siente lo mismo que yo aparte de eso hoy me entere que estoy embarazada—Dándole la noticia de una vez.

—   ¿Qué?—llevándose las manos al pecho de la impresión de la noticia— ¿embarazada? ¿Qué dijo él?

—   Que nos casáramos pero es solo por el bebe no porque me quiera a mi—Sintió una lagrima bajar por su mejilla.

—   Siento mucho que las cosas entre ustedes sean así ojala se pudieran solucionar ahora que serás madre—sonrió— Abuela otra vez seré abuela— dijo con emoción y abrazo a su hija de nuevo— felicidades, cariño.

—   Gracias, mamá— sonriendo— estoy nerviosa pero a la vez emocionada.