Maratón 2/3
- No seas ridículo- rio nerviosa- usted se ve que solo besa a mujeres ricas y con clase, yo soy una sirvienta que no tiene donde caerse muerta.
Excepto que era mentira y por sus venas corría sangre azul, una princesa millonaria que en su destino tenía que casarse con un Jeque Árabe.
- No se....Por un momento estaba seguro que te había besado antes, tal vez tengas razón.
- No le diré a nadie lo que paso no se preocupe, pero que no vuelva a ocurrir o no respondo.
- ¿Qué harás?- agarrándola por la cintura apretándola en contra su cuerpo aun húmedo.
- ¡Suélteme! Deje estar agarrándome como si fuera su mujer-Colocando sus pequeñas manos en el pecho de Matt pero él ni siquiera se rehúsa a soltarla.
- Es que me he dado cuenta que me gusta tocarte, hueles tan bien Anne - oliendo su cabello-Mmm, fresas y flores...No pareces una sirvienta más bien una princesa mejor dicho una princesa de hielo que necesita entrar en calor.
- Estas loco-Dijo en voz baja pero estaba tan hipnotizada que no quería pelear con él solo deseaba que la volviera a besar como hace unos minutos.
- Si, tal vez...Pero loco por ti no he dejado de pensar en ti...Algo de ti me cautiva es la forma como me miras, eres tan misteriosa eso me llama la atención.
- No me conoces, si acaso nos hemos cruzado dos veces.
- Es suficiente para mí-la volvió a besar pero esta vez duro un largo rato más apasionado se volvía la llevo hacia la cama, la beso en el cuello.
- Para, por favor-mantenía los ojos cerrados.
- ¿De verdad quieres que pare? -aun seguía dejando sus besos en el cuello de Anne.
- No-Le confeso, se sentía como estúpida al caer. Matt solamente quería un revolcón con ella como hacen la mayoría de los patrones con sus sirvientas.
- Entonces déjate llevar, te prometo que te hare sentir la mujer más feliz del mundo-comenzó desabotonar su uniforme con lentitud desesperando a Anne.
- Esto es un error debemos parar ahora-Traga saliva siente el cálido aliento de Matthew en su cuello, no pudo evitar jadear cuando sus manos subieron hasta su cintura.
- Tenemos todo el tiempo de mundo, bellísima Anne-la beso en los labios otra vez.
Anne se aferro sus brazos alrededor del cuello de Matthew largando mas el beso no quería soltarlo pero escucho unos pasos en el pasillo.
- ¿Majestad está ahí?-Es Esperanza tocando la puerta.
Matthew se quito encima de Anne con frustración y exclamo una maldición. La princesa rápidamente se abotono el uniforme de nuevo y se arreglo el cabello.
Esperanza seguía tocando, Anne tenía miedo que la encontrara en aquella situación.
-Ahora salgo, Esperanza-Le dijo a través de la puerta.
-Esta bien, tienes una llamada importante de Roma.
-Ahora la atiendo gracias.
De nuevo se escucharon los pasos alejándose, ambos respiraron con alivio.
-Estuvo cerca-Dijo Matthew riéndose- ¿En que estábamos?
Iba a besarla, pero Anne ya había despertado de su cuento de fantasía, no iba a permitirse ser la amante numero 10 de su lista, tenia dignidad entonces se aparta de él.
- En nada, yo voy a seguir haciendo mis oficios... Además pueden darse cuenta que estoy aquí y no quiero tener problemas.
- Eres de las que huye por lo que veo-mirándola con dureza.
- No solo que...-Interrumpiéndola.
- Como sea, no tengo tiempo para el drama...Quiero vestirme para atender mi llamada- La saco de su cuarto para luego cerrarle la puerta en la cara.
Es la segunda vez que ese hombre le hacia eso estaba demasiado molesta, dejo las sabanas en el lavandero y se puso a pensar en lo cerca que estuvo de haber cometido un grave error pero lo que si se dio cuenta es que aun seguía enamorada de él y otra cosa que le quito el enojo por completo es que recordaba que la había besado antes.
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Una Princesa Fugitiva.
Fiksi PenggemarEsta novela es adaptada a una historia que escribí yo misma, solo que tenia otro nombre y eran otros personajes (De igual manera habrán cosas que voy a cambiar a lo largo de los capítulos)