Capitulo 23

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Andrea entro corriendo al cuarto que compartía con  Anne.

-      ¡Ya todos saben lo de ustedes! No puedo creer que  Matthew haya entrado en la cocina para decirte esas cosas, todas andan furiosas contigo porque sabias el código y lo rompiste ten mucho cuidado  Anne.

-      Ahora no tengo cabeza para pensar en eso, no se que hacer con mi vida todo se complica cada vez mas, nunca debí a ver venido aquí—Se seco las lagrimas con rabia—Pero es que lo amo tanto que es difícil alejarme de él, si tan solo fuera lo suficientemente valiente para decirle quien soy.

-      Amiga,  deberías decirle la verdad, yo se que él va a entenderte y se va a poner en tu posición si te ama porque se que es así seguro te perdona y serán felices.

-      Gracias por tu positivismo pero no quiero hacerme ilusiones, mejor me voy a cambiar y a empacar mis cosas me regreso a Leinster.

-      ¿Para casarte con ese príncipe?—Atónita.

-      No, aun mantengo mi palabra le diré a mi padre que no voy a caer en sus provocaciones y me iré a Paris después no regresare nunca mas.

-      Piénsalo mejor, Anne.

-      Ya esta decidido—Al ponerse de pie se mareo y volvió a sentarse.

-      ¿Qué te pasa?—Le pregunta preocupada a su amiga.

-      Nada, eso solo este estrés que me tiene así—Aunque aun se sentía mareada y cansada.

El Príncipe Ali encontró al Rey mirando por la ventana tenia la mirada perdida como si estuviera un gran vacío en su corazón, nunca lo había visto así.

-      Amigo y ¿Esa cara de tristeza?

-      Hola Ali— acercándose para saludarlo— Solo estaba pensando ¿Qué haces aquí?

-      Quería hablar contigo además eres el padrino de mi boda—Ladeo la cabeza con una gran sonrisa.

-      Cierto ¿Qué ha pasado con tu prometida? ¿Por fin la viste?

-      No todavía, su padre dice que se tuvo que regresar a Paris por asuntos personales que sentía mucho no poder encontrarse conmigo, de todos modos la boda será dentro de un mes.

-      De verdad estas loco—Negando con la cabeza— Al casarte sin conocer aun a esa mujer, quizás no sea inteligente tal vez sea alguien superficial.

-      Correré el riesgo—Encogiéndose de hombros— De verdad me interesan algunas tierras que tiene su padre y sabes que mi religión puedo tener dos esposas—Sonriendo con picardía.

-      ¡Que suertudo!—Bromeando también.

-      ¿Estas así de triste por una mujer? Vamos Matt,  a mi no me mientas.

-      Si es una chica y es hermosa, pero realmente no se lo que siento por ella—Da un largo suspiro.

-      Estas enamorado, hermano—Dándole unas palmaditas en la espalda.

-      No se, tal vez si… Es que no se como expresarle mis sentimientos, desde lo de Camila no había experimentado nada igual, ella esta diferente me hace sentir tan feliz y tranquilo.

-      Deberías decirle lo que sientes, tú te mereces encontrar una mujer que te ame y sobretodo que te sea fiel.

-      Si, tienes razón, nunca me dijiste como se llamaba tu futura esposa.

-      Es la princesa Anne Hills.

-      ¿Qué?—Alzando la voz ante de la sorpresa de escuchar el nombre de su prometida— ¿La princesa Anne Hills de Leinster?—Impresionado todavía.

-      Si, ella misma ¿La conoces?—Frunciendo el ceño.

-      Bueno cuando éramos unos niños desde hace 10 años que no la veo.

-      Entonces no sabes lo bella que esta ahora, lastima deje la foto en el hotel mañana te la enseño.

Matthew no podía creer que la princesa Anne  iba a casarse con su mejor amigo y peor aun él iba hacer su padrino de bodas.

Los dos amigos salieron para dar un paseo a los alrededores del castillo, cuando Anne  iba saliendo con su maleta en mano, se encontró de frente a Matthew y a su acompañante un moreno que tenía unos ojos negros llenos de misterio pero a la vez de picardía, si que es guapo.

El Príncipe Ali la miro de arriba abajo y luego la reconoció boquiabierto.

-      Por Ala, pero si eres la princesa  Anne Hills ¿Qué haces aquí?—Sorprendido.

Anne casi se desmaya, ese era el hombre con quien su padre quería casarla estaba segura al momento que él hablo con aquel acento árabe. Matthew no decía nada estaba igual de sorprendido que Ali.

-      ¿Estas seguro, Ali?—Mirando a su amigo con el ceño fruncido aun confuso.

-      Si, seguro ella es mi prometida ¿Pensé que estabas en Paris? es lo que me había dicho tu padre.

Anne no le articulaba ninguna palabra, ella iba a decirle la verdad a Matthew en ese momento y fue descubierta por su “prometido” tenia que pensar muy bien como salir de aquel embrollo.

Una Princesa Fugitiva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora