Снег ❄ Yuri Plisetsky

❄ Десять ❄

La semana pasó rápido. Aquel Domingo, Tn se quedó en casa en lugar de ir a la de Yuri, pues quería pasar todo el tiempo posible con su hermano; fue un Domingo familiar. El miércoles, a la hora del almuerzo, Tn salió del gimnasio, pues su madre pasó por ella para ir al aeropuerto.

– ¿De verdad debes irte ya? –preguntó mientras veía a su hermano enviar textos.

– Lo siento princesa, pero tengo trabajo que hacer.

– Hm. Lo entiendo.

– Tranquila –guardó su teléfono.– Te llamaré, haremos videollamadas y eso –tomó su rostro.– Y, por supuesto, te estaré apoyando en las Olimpiadas.

– ¿Me verás?

– ¿Por qué no lo haría? –besó su frente.

– Pasajeros con destino a Inglaterra, abordar por la puerta 9.

– Bueno, es mi vuelo. Debo irme ya.

Tn abrazó fuertemente a su hermano.

– Voy a extrañarte.

– También yo, pequeña.

Alexei se despidió de sus padres y su hermana, tomó sus cosas y abordó el avión. Tn suspiró con tristeza al ver el avión despegar; su madre la abrazó.

– Tranquila cielo, lo veremos para año nuevo.

– Sí, lo sé.

– Bueno, debo volver al trabajo –habló su padre.– Las veré en la cena.

El hombre besó la cabeza de Tn y luego besó a su esposa, sonrió y salió del aeropuerto para irse nuevamente al trabajo.

– Bueno, tú debes ir a entrenar y yo a mi club de lectura, así que vamos, te pasaré a dejar.

– Gracias mamá.

[Domingo]

Yuri abrió la puerta del departamento, viendo a Tn sonriéndole.

– Hola gatito.

– ...Pasa.

El rubio se hizo a un lado, Tn frunció el ceño con confusión y entró; él cerró la puerta y la siguió hasta el sofá.

– ¿Qué te pasa? –preguntó mientras se sentaba.

– Nada.

– ¿Nada? No sabes mentir. Habla.

– ...

Yuri se sentó en el sofá y se recostó, reposando la cabeza sobre las piernas de su novia y abrazándola por la cintura.

– ¿Qué te pasa? –preguntó, riendo levemente.

– Me hiciste a un lado toda la semana, desde que vino tu hermano.

– Yuri Plisetsky ¿Estás celoso de mi hermano? –comenzó a reír.

– Ey –la miró.– Mientras estuvo tu hermano pasaste todo tu tiempo libre con él, hasta el almuerzo, y cuando se fue estuviste entrenando.

– No lo veo desde Barcelona, y debo entrenar para las olimpiadas, en cambio a ti te veo todos los días.

– Mala –se incorporó.

Tn rió y se levantó.

– Eres un tonto. Iré por algo de beber.

La castaña fue a la cocina y sacó de la nevera dos latas de Coca-Cola, luego regresó al living mientras abría una. Allí, Yuri estaba recostado en el sofá con su teléfono.