Ailey:
Los chicos eran libres
Brad cayó rendido a los pies de Acqua y se quedó dormido como un querubín. Felix se apoyó en un árbol y su mirada penetrante estudiaba todo el lugar, como si quisiera algo o buscara a alguien
Le mire fijamente por unos segundos y comencé a estudiar las facciones de su rostro. Su piel pálida y blanca como la nieve, y seguro tenía la temperatura de la misma; sus ojos eran de un color verde algo parecido a un pastizal que crecía después de haber sido quemado y por supuesto, con unas grandes ojeras bajo sus parpados, que resaltaban por la falta de color de su piel; su cabello era de un castaño oscuro como el tronco de un árbol, resoplaba constantemente y por un momento me pregunte como se sentiría llevar la mano a donde se supone esta tu corazón y no escuchar sus latidos. Finalmente cuando mire sus labios, él me miró fijamente y frunció el ceño. Yo agache la mirada y sentí como mis mejillas ardían, de seguro estaba más roja que una fresa
-Tenemos que irnos- bufó Felix
Acqua comenzó a hablarle a Brad de manera dulce para que se despertara. Megan a un costado observaba todo con asco y Jace estaba trepado a unos árboles no sé porque
-¡Jace baja ahora mismo!- grito Felix
Y acto seguido tenia a Jace a mi lado, di un grito del susto
-Tranquila hadita, no voy a devorarte... a no ser que este muriendo de hambre
Puse los ojos en blanco ante su comentario
-Tengo sueño- murmuro Brad como un niño pequeño
-Te di tres horas exactas ángel - anuncio Felix
-¿No pueden ser cuatro?- pregunto Brad mientras se escondía en el regazo de Acqua
Felix lo levanto de un tirón y este se despabilo
-Tranquilo, ya entendí... tenemos que irnos- se defendió Brad
Felix pasó la mano por su cabello y me miro nuevamente, ahora él estaba examinándome a mí, y como yo no quería hacer un concurso de miradas decidí ver por un rato mis manos
Comenzamos a caminar a paso apresurado por entre medio de los árboles, Felix como de costumbre había tomado la delantera y guiaba al grupo, no sé cómo hace para ubicarse en este lugar si aquí es todo igual; aunque tal vez no lo hace, y solo sabe poner una expresión de "si se dónde estamos y este es el camino correcto". Jace correteaba de un lado a otro y de vez en cuando se le escapaba un gruñido. Brad caminaba detrás de Felix e intentaba seguirle el ritmo, al mismo tiempo que bostezaba y cubría su boca con su mano. Megan revoleaba sus ojos como solo ella sabía hacerlo, con desprecio y asco. Acqua caminaba a paso tranquilo frente mío hasta que se frenó en seco e hizo que chocara con ella
-¿Acqua que ocurre?- pregunte
-Caminen chicas- ordenó Felix
-Un momento, no sé qué le ocurre a Acqua-
Todos se volvieron hacia nosotras
-¿Acqua...?- murmuro Brad, ella no respondió, solo miraba al frente con seriedad
-Ya basta de bromas Acqua, no podemos perder tiempo- Le regaño Felix
-No creo que este bromeando... parece... hechizada- arriesgo Jace
La sirena seguía inmóvil como una estatua, no parpadeaba, no respiraba, no se tambaleaba; parecía que su sangre se hubiese hecho de piedra
-¿Creen que quiera convertirse en sirena otra vez?- pregunto Megan
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La Sombra Brillante, Encerrada
Teen Fiction"Entiende de una vez. No soy un monstruo, y si lo fuera aun sería mejor que tú, estúpido humano"