Capitulo 23

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Megan:

¡Respira Megan, no puedes matar al ángel!

No paraba de repetirme esa frase una y otra vez, pero cada vez era más difícil contener mis ganas de ahorcar a Brad

Desde que nos alejamos que no para de hacer comentarios sobre lo bonita que es Acqua, que Acqua es maravillosa, Acqua tiene la voz más bonita del mundo. Ya sé que esta hechizado pero ¿Era necesario decir todo aquello?

-Quiero volver- dijo Brad

-No- conteste seca

-Acqua es linda-

-Aja... claro-

-Yo la quiero-

-Ya cállate- ordene- ya nos alejamos bastante de Acqua, se supone que el hechizo debería haber perdido efecto- dije con poca paciencia

-Tú no eres Acqua-

-No, soy Megan, y cállate, me pones los nervios de punta-

-Acqua es perfecta-

No lo soporte más y le di una cachetada lo suficientemente fuerte como para dejarlo tirado en el piso. Lo bueno es que creo que funciono y volvió a la normalidad

Brad estaba tirado en el césped sobando su mejilla, al alzar la vista solo me miro confundido

-¿Megan? ¿Qué hacemos aquí?- pregunto mientras se ponía de pie con dificultad

-Estabas hechizado por el canto de las sirenas-

-¿Nos cruzamos con sirenas?-

-No idiota, Acqua se volvió loca otra vez, pero ahora comenzó a cantar para hechizarlos y devorarlos luego-

-¿Entonces no fui el único que cayó en el engaño?-

-El canto de las sirenas actúa en contra de los hombres, Ailey se llevó a Felix y Jace quedo con Acqua. No te preocupes está atada y no puede hacerle daño- conteste seca

-¿Dejaste a Ailey sola con Felix?- pregunto Brad histérico

-Sí, ¿Qué tiene eso de malo?-

-Él es impredecible, puede hacerle daño Megan-

-No le hará nada... Es más, allí vienen- dije señalando a Felix y Ailey quienes caminaban tomados de la mano

-Pero que ternurita, el vampiro y el hada son una linda pareja de adolescentes ¿Quién lo diría?- comente burlona y ellos se separaron, Felix supongo que por vergüenza y Ailey porque corrió a los brazos de Brad para abrazarlo

-¡BRAD! Gracias a las flores ¡Estas bien!- chillo y acto seguido salto donde el ángel, echándole los brazos al cuello y este la rodeo con los suyos por la cintura

-Tranquila pequeña, estoy bien- sentí nauseas ante ese comentario

Di una mirada rápida a Felix; quien cabizbajo evitaba mirar la escena melodramática que armaban el hada y el ángel

-¿Qué ocurre? ¿El rubio te quito a tu noviecita? Fue una relación realmente corta si a mí me lo preguntas- comente burlona

-Megan, si no cierras el pico en este instante juro que te daré de comer a Acqua- dijo amenazante

Solo me reí para provocar más ira en su interior, lo que a mi parecer funciono porque sus ojos estaban tomando un ligero color ámbar. Me divierte la desgracia ajena

La Sombra Brillante, EncerradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora