Acuerdos [Vol 2] [Trilogía Relaciones Toxicas]

Capítulo 21

Samira Rockefeller

De camino a lo que será el final de esto, me encuentro en el auto de Fausto con Logan al volante. Estábamos los tres planeando como lograríamos todo lo que teníamos en mente, sim embargo era algo difícil decir que todo saldría a la perfección viendo las circunstancias, nada estaba a nuestro favor y de así estarlo no creo que estuviéramos bien. 

En estos días mi cabeza no ha dejado de dar vueltas y no he podido descansar bien sabiendo que por más que me esfuerce siempre termino donde empiezo. Estoy en un mar de ideas fallida con momentos felices atormentando mi mente y los momentos tristes rompiendo lo que me queda de cordura. 

Saber que después de que acabe todo me tendré que ir, dolerá y mucho pero es lo mejor, lo mejor para ambos. Se que dolerá aunque ya duele pero, dolerá mas apartarme de él sabiendo que daría cualquier cosa por estar siempre a su lado. Que me duele verlo como esta y que apartarlo de mi le duele. 

En fin... Así es mi puta vida.

 Ya teníamos el lugar donde estarían Sebástian y Abigail, será en un club en el cual se esta celebrando una fiesta y por lo que nos dijeron es de gala. El padre de Sebástian organizo dicha fiesta para celebrar que esta fuera de la cárcel. No teníamos mucho tiempo, Sebástian nos llevaba la ventaja por muchas horas, yo solo esperaba a que él no cometiera la locura que tiene en mente y lo arregláramos de otra forma. Aunque, pensándolo bien su padre se merece lo peor, que lo mataran no significaría nada para mi, yo igual que Sebástian quiero verlo muerto pero, no quiero que Sebástian cargue con algo que debería hacerlo yo. 

—¿Tienes lo que usaras? —Preguntó Logan en el volante.

—Sí.— Le dije en medio de un suspiro. 

No quería hablar mucho del tema en fin nada de esto es una buena idea y estamos yendo a un lugar para jugar a la suerte. Fusto estaba en la parte de atrás, él al igual que yo solo pensaba, pensábamos que esto es un locura y que justamente ahora Sebástian no esta en sus cabales pero teníamos que aceptar que de una otra forma esto tendría que acabar. 

Lo que más me molestaba de todo esto es que aunque acabe me tendré que ir y es que si me quedo se que jamás me perdonará y jamás me perdonaré. No podremos vivir nuestro final feliz como quisiéramos, tendríamos una vida llena de mentiras y recuerdos que nos harían odiarnos. 

—Samira, ¿Estas bien? — Continuó hablando Logan.

— ¿Te preocupo, Lanfao? 

—Sabes que sí, no te ves como siempre. 

—¿Cómo me ves?

—Te veo pensativa, decaída, triste. 

—Lo estoy.

—Y algo molesta.

—También lo estoy, creo que te quedaría mejor lo de psicólogo, Logan.

—Es un don, además luces mal. 

—La situación me obliga a estar como estoy, si fuera distinto mi rostro fuera de otra manera te lo aseguro. Pero mira la realidad vamos directo a la boca del lobo a ver si no han matado a caperucita. 

—Vaya comparación.  — Ambos reímos.

Fausto esta muy callado, miraba a Logan con gesto de enojo, a pesar de saber que Logan solo era mi novio falso y que algunas de las crisis de locura de Fantiny fue a causa de Logan, hoy lo miraba diferente. Era enojo pero también había algo mas. 

—¿Te pasa algo, Fausto? — Le pregunto. 

—Técnicamente mi hermano va a matar a mi padre, no se como me debería sentir.