Se espantó, lo hice a propósito, seré presumido, ambicioso, y quizás muchos juzguen mi vida pero, tengo el encanto de seducir a mujeres que no conozco en solo una noche, lo he demostrado, solo con palabras llevarla a la cama es muy fácil, sin conocer siquiera su nombre.
Nunca hay que subestimar el poder de las palabras.
Pero era antes, lo juro, y solo si no tenía una personal entre tiempos.. El Sebástian Fantiny de hoy no hace esas cosas, ahora solo estoy enfocado en sanar mi herido corazón y mi deprimente depresión de alguna forma.
Abigail observa el lugar con mucha fascinación, le sonríe con encanto y ternura, tapó su rostro por un momento después de un corto suspiro y una pequeña risa.
— ¿Te pasa algo? — Le dije.
— No,— Me mira sonriendo. — solo que he estado en este lugar antes. Tengo viejos recuerdos, es todo.
— Es uno de los más caro. Que suertes tienes de haber estado aquí, es uno de mis restaurantes favorito. Sirven la mejor comida de toda la ciudad.
— No como usted cree, solo trabajaba aquí. Jamás he probado la comida de este lugar, siempre quise hacerlo.
— Ahora comerás y lo que quieras, querida. Ya te dije, disfruta la noche. Piensa que esta noche eres alguien más y que te puedes dar el lujo que quieras, yo seré tu mago quien cumplira tus deseos.
— Lo aré, la noche apenas comienza. — Me sonrió.
Entramos, ya tenía mesa reservada, un poco apartado de todos. Al ser un restaurante con tanta fama, decidí ir a la parte alta del lugar donde solo estábamos ella y yo. Nadie nos molestaría y tampoco quería comentarios por si algún conocido me reconocía y me preguntara por Samira.
— Me encanta este lugar. — Dijo ella.— Cuando mamá trabajaba aquí recuerdo que el chef estaba enamorado de mi hermana mayor. Mi madre siempre lo golpeaba con algo para que dejara de molestarla.
— Si era como tú, dudo que no aguantan los disgustes de tu madre.
Ella río.
— También aquí tuve mi primer novio. — Tapó su rostro nuevamente. — Seguro sigue trabajando aquí. —Buscó con la mirada. — Que tiempos...
— ¿Un mesero?
— Sí, hicimos cosas de locos en este lugar.
— ¿Cómo qué? — Tenía curiosidad.
— Pues, — Se sonrojó. — era mi novio, ya se puede imaginar a lo que me refiero.
— Seguro que sí. — Le miré despreocupado, ya entendí a lo que se refería.
Los meseros trajeron la comida, sirvieron la bebida y se marcharon.
— Por lo que he podido ver eres interesante, Abigail. — Le di sorbos al vino. — Eres bonita, inteligente, pícara y muy amable.
— ¿De verdad? Gracias, todos dicen que soy aburrida.
— No lo eres. Tienes algo de atrayente y no lo digo en cuanto a nada fuera de lugar, no, si no que en ti veo algo que los demás no ven.
— ¿Lo dice de verdad? ¿Qué cosa es?
No existe mujer que no sienta esa gran necesidad de ser aceptada como una mujer hermosa y cautivante, ellas han vivido mucho tiempo en un mundo de menosprecios por algunos hombres como yo, o más bien como era yo. Abigail, es una chica bella, muy simpática y una amiga que puedes contarle tus problemas y te sientes con tal confianza de revelar todo, por lo cual un cumplido que realce su fortaleza y poder interior genera sentimientos de confianza en ella misma, trato de animarla y que borre esa triste frustración con Logan Lanfao, que disfrute la noche y que entienda que aunque las personas digan que ella es aburrida y todo lo demás ella tiene que sentirse orgullosa por que no es como las demás.
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Acuerdos [Vol 2] [Trilogía Relaciones Toxicas]
RomansSegunda parte de la Trilogía Relaciones Toxicas Dicen que nada en el amor es imposible, esta historia demuestra que esto no es así. A veces lo que creemos que imposible si lo es y nos perjudica. Ella era una chica normal en lo que que cabe notar...