Samaira Castro
Flashback
Nos encontrábamos en aquel restaurante para poner claro en la situación que me encontraba con Sandro, era difícil de explicarle por que ya no podía verlo por que su temperamento no es el mejor y él tiende a ser muy vengativo.
Tengo miedo de como vaya a reaccionar pero este embarazo me ha devuelto el amor de mi esposo que por tanto tiempo quise, se que en todos estos anos Sandro siempre estuvo a mi lado y aunque fuera pasajero una parte de mi ya se estaba acostumbrando a verle a él.
Solo pido que él entienda mi situación.
(........)
—¡Cómo puede ser tan egoísta Samaira! —Gritó golpeando la mesa y las miradas de todos en el restaurante pasaron a nosotros.
Él estaba muy enfurecido, más de lo que pensaría. No creí que yo le importará tanto, esto para mi era pasajero.
—No lo entenderás, Sandro. Lo mejor es que terminemos la relación hasta aquí y lo mejor será que no hagas una escena en este restaurante, por favor.
— ¡No puedes solo decir que me dejas como si no importa todo lo que hemos pasado en estos años!
—Solo fue un pasatiempo, Sandro. Tienes una esposa y dos hijos que te aman. Yo tengo un esposo y pronto un hijo que amare, no puedo seguir con esta doble vida solo por tus caprichos.
—¡No son caprichos, han pasados anos Samaira. Me he acostumbrado a ti, me siento bien a tu lado, mejor de lo que espere!
—Pero no puedo seguir con esto.
—No lo tiendes verdad, mi esposa no quiere ni verme por como soy, mis hijos me traten como si fuera un extraño, contigo lo tenia todo Samira.
—Ahora tendrás tiempo para arreglar las cosas con tu familia, ya no puedo seguir con esto. Lo siento Sandro.
—No, no puedo dejarte ir de mi vida solo por que lo dices, dame motivos, dime por que ese cambio tan repentino. Sabes lo que hablamos, te dije lo que sentía.
Respiré profundo para poder decirle, no era algo para avergonzarme ya que esto era lo único que me devolvió la felicidad de mi marido. Tenia que ser directa con el o las cosas se saldrían mas de control.
—Sandro. — Me detuve un momento. —Estoy embarazada.
Él se quedo perplejo, el niño solo escuchaba y miraba a su padre. Ninguno reacciono a mi comentario y solo se limitaban a verme, Sandro aun no parpadeaba al parecer la noticia si le afecto bastante.
—¿Tendré un hermano, papá? —Le preguntó el niño a Sandro. —Ya con Fausto creo que es suficiente.
Por lo visto sus hijos están enterados de sus infidelidades.
—Oh no niño, —Le dije. —Él no es el papá, no te preocupes por otro hermano.
—¿Cómo lo aseguras, Samaira?—Hablo Sandro. — Hemos tenido relaciones sexuales todo este tiempo. Y muchas veces no usábamos condón.
— ¡Por Dios Sandro, corrígete estas frente a tu hijo!
— ¡A él no le interesa, es bastante maduro! —Volvió a gritar y por segunda vez todos nos miraban.
—No es tuyo, él bebé no es tuyo, Sandro. Puedo asegurarte que este bebé que llevo en mi vientre no tiene tu sangre, no es tuyo.
—No lo sabes, no sabes si la criatura que llevas es mi hijo o hija.
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Acuerdos [Vol 2] [Trilogía Relaciones Toxicas]
RomantizmSegunda parte de la Trilogía Relaciones Toxicas Dicen que nada en el amor es imposible, esta historia demuestra que esto no es así. A veces lo que creemos que imposible si lo es y nos perjudica. Ella era una chica normal en lo que que cabe notar...