VII. Primer Contacto

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En este Universo nacen cosas terribles... O bellas... Tan grandes y tan pequeñas...

La luz... No superará la oscuridad, es la ley universal. Una estrella en todo su esplendor y grandeza se ve ensombrecida por la oscuridad que la envuelve...

He escuchado tu llamado...

¿Estás dispuesto a entregarte totalmente a la oscuridad para obtener este gran poder?

~×~

—¡Esto es extraño!— exclamó Veigar cuando Ziggs contestó a su llamado. —¿Puedes creerlo?— él le enseñó el poster a su súbdito.

—¡Orales! ¿Encontró eso ahí?— inquiria impresionado

—Me lo dió un niño— respondió. —¡Esto es tan extraño! De cualquier forma me veo genial— decía mientras miraba el poster.

—Además... Me tomaron una foto— cantaleó la oración mostrando la imagen como si hubiera encontrado la cosa más maravillosa del mundo.

—¡Woah! ¿Y donde está exactamente jefe?— preguntó el ser sonriente.

—Janna dijo que es un parque, para mi no, en casa son muy diferentes...— habló con nostalgia en sus palabras.

—¿Janna? ¡No se preocupe jefazo!— exclamó el robot. —Le pasaré a Malz, quiere hablar con usted.

—¿Cómo se encuentra jefe?— preguntó el otro robot. —¡Muy...! No sé como explicarlo— respondió contrariado.

—Supongo que está confundido, perdido, y tiene miedo a no regresar a casa— comentó Malzahar, ante la afirmación del yordle el robot tecleaba para registrarlo, pues no podía negar que estaba muy asustado. Después Veigar le explicó todo lo que había sucedido, desde que el agua tenía una textura única que dejaba partículas más notorias en este universo y se sentían muy frías, también el extraño encuentro con Janna hasta las galletas raramente deliciosas que le dió una niñita.

—¿Qué debo de hacer?— se cuestionaba Veigar, seguido se sentó aún con comunicador en mano.

—Señor, no sabría como ayudarle aún, seguimos buscamos monedas con esperanza de obtener las suficientes puesto que usamos muchas y al destruir el pueblo ya no se crearán más— expuso Malzahar. De alguna manera Veigar se reprendía sus actos, no sabía que llegaría tan lejos, lejos de su casa. —Resguardese para dormir, creo que es lo único que le puedo recomendar también cuando pueda recargue el dispositivo, al parecer ocupa demasiada energía— informó el robot.

—Necesitamos información de ese universo y lo mejor que podemos hacer es investigar a partir de lo que usted nos informe, tome precauciones extremas

—¡Oye! ¡Parece que tú eres el jefe y ese soy yo!— exclamó Veigar quejándose.

—Señor, es necesario— dijo Malzahar con un aire de obviedad.

—¡Si jefazo! ¡Es por su bien!— afirmó Ziggs arrebatandole el comunicador a su compañero. De repente este se apagó.

—¡Chicos! ¡Chicos! ¡Agh! ¡Maldita basura!— gritó desesperado, empezaron a salirle lágrimas. Se sentía muy triste y frustrado. En un arrebato quería destrozar el objeto descargando su ira, todo estaba saliendo cada vez peor, simplemente se limitó a soltarlo suspirando con aire desalentador. Como el comunicador estaba adherido a su capa quedó colgando.

—Esto va a ser una noche larga— dijo al observar el atardecer, aunque podía admitir que ese atardecer era más bonito que los que siempre veía en Arcadia.

La misma y opuesta miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora