No era tiempo de vivir tan rapido

1K 39 5
                                    

Las cosas volvieron de nuevo a su curso normal. Bueno, mas o menos. Kat estaba mas liada que nunca (y eso que creia que no podia estar mas atareada). Por lo visto uno de sus amigos queria poner un restaurante por el centro de Granada y le habia pedido ayuda expresamente a ella. Creia que nada mas por trabajar en una oficina iba a saber llevar una empresa o algo, yo que se. El caso es que ella quiso poner de su parte porque el ya habia hecho demasiadas cosas por ellos antes. Mientras tanto Adrik y yo no podiamos pensar en otra que no fuesen libros del colegio y sobrecargas de examenes. Apenas dabamos abasto para retener todas las cosas que dabamos en la cabeza y andábamos bastante agobiados, pero mas tranquilos por el desahogo con el tema de su hermana. La comunicación entre hermanos volvia a ser tan pacifica y abrumadoramente tierna como antes, y daba gusto estar en ese ambiente. En cuanto a las clases habiamos empezado a llevarnos bien con todos los demas del aula. Reíamos, hablabamos y a veces hasta llorabamos con los dramas de pelicula que sucedían entre las parejas ya formadas o en proceso, y luego estaba Glenn. Ella era algo asi como la guinda del pastel. Nos hacia reir como nadie e incluso llego a contarnos algunos de sus problemas mas "secretos". De vez en cuando quedabamos en mi casa o en la suya, y nos reuniamos para pasar el rato y seguir practicando con la guitarra. Al principio era nuestro secreto, una actividad que solo realizabamos nosotras, pero decidio que a lo mejor tambien le podria interesar a Adrik la idea de pertenecer a una banda, puesto que sus habilidades en cuanto al canto eran excelentes cuanto menos. Cuanta mas gente mejor, dijo. Asi que empezo a acudir, hasta que tomamos por costumbre quedar dos y hasta tres veces, segun tuviesemos la semana, y pasar unas horas practicando y haciendo estupideces. Un dia nos invito a pasarnos por la casa de au amigo, que aunque no lo conocíamos era el jefe de la banda, pero que segun ella se lo tenia algo creido. Me emocione al saber que quizas todo este esfuerzo no habia sido completamente en vano y que a lo mejor podria usar un instrumento para desahogarme en vez de para encerrarlo en una funda de plastico a un lado de todo el resto de mis cosas, unicamente cogiendolo de vez en cuando para retirar el polvo que se acumulaba debajo. Adrik y yo nos pasamos toda la tarde ensayando en su casa para cuando llegase la hora de irnos, intentando mejorar en el poco tiempo del que disponíamos lo maximo que pudiesemos. Estaba nerviosa y de vez en cuando se me iban los acordes, pero el me cogia las manos cuando yo me las llevaba a la frente y me animaba a seguir cuando queria echarme atras. Y mientras todo este embrollo era oido por todas las paredes de las habitaciones de arriba, Kat llego a casa para descansar un rato antes de acudir con su amigo Michael, el del restaurante. Extrañada ante tanto jaleo subio rapidamente las escaleras y abrio la puerta de la habitacion cuidadosamente, asomando la cabeza para ver dos rostros congestionados por el sudor frio del nerviosismo y todo un set de microfonos imaginarios en manos de su hermano, el cual tenia el pelo recogido en una coleta echa en todo lo alto de la cabeza.

- ¿Que coño esta pasando? ¿Estais bien? ¿Necesitais ayuda con las invocaciones o algo? - dijo tratando de aguantar la risa ante semejante vision.

- Ehh... Pues estabamos ensayando una cancion que les vamos a tocar a los amigos de una compañera de clase que tienen una banda, pero no sabemos como mejorar nada, no tenemos ni una puesta en escena en condiciones.

- ¿Una banda? ¿Desde cuando os va eso a vosotros?

- Desde hace poco, mas bien.

- Bueno, y si tu cantas y ella toca la guitarra, que por cierto no me lo esperaba para nada -hizo una pausa para revolverme el pelo-, tendreis papeles con la letra y las notas apuntadas, ¿no? Dejadme ver lo que teneis hecho hasta ahora.

- Claro, lo tenemos todo aqui mismo.

Le pasamos todos los papeles que teniamos corregidos e impresos, los cogio cuidadosamente sin mezclar la parte de cada uno y los examino unos minutos. Nos miro y asintió lentamente con la cabeza, haciendo una mueca de asombro.

Mi Querida Vecina (Lesbianas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora