El Palacio de la Niebla era una residencia secreta para tiempos difíciles, situada en el planeta rocoso designado Wolf 1061c, en la zona habitable de una enana roja de la constelación Ofiuco. Debido a la cercanía con su estrella, Wolf se encontraba dividida en dos zonas, la que siempre quedaba iluminada y la que quedaba a oscuras, lo cual resultaba en unas diferencias de temperatura extremas entre las dos caras del planeta; en el margen entre ambas se encontraba el Palacio de la Niebla, rodeado de una abundante vegetación. El templo residencial, caracterizado por una estética asiática, constituía el centro de la construcción y se hallaba rodeado por numerosos patios con exuberantes jardines y fuentes de modo que podías escuchar el rumor del agua desde cualquier lugar.
El cabeza de la familia Utipp, se había trasladado allí tan pronto como la noticia de la muerte de la splicer Marcellian Cahun había llegado a sus oídos, mucho antes que a los del resto de nobles gracias a su élite de espías. Únicamente un puñado de nobles de familias afines conocía la existencia de aquel refugio que había construido en cuanto asumió el poder que le correspondía por nacimiento.
Vakt tenía alrededor de trece mil años aunque, como todos los nobles que hacían un uso continuado del RegeneX, no los aparentaba. Normalmente destacaba por su aspecto excéntrico, incluso por encima de algunos nobles con costumbres de lo más variadas. Su pelo tenía un extraño tono plateado, un vestigio de la herencia genética de su madre que no había sido humana, pero llevaba los lados teñidos de violeta para ocultar ese secreto a plena vista. De constitución delgada, solía vestir con largos kimonos ricamente decorados que llevaba despreocupadamente abrochados a juego con la estética general del lugar.
Aunque la familia Utipp no poseía muchas tierras ni industrias, al ser él el único superviviente de su apellido sabía que podía pagar a todos los sirvientes que necesitaba sin pasar ningún apuro y vivía al margen de los intrincados complots del resto de nobles... o eso parecía pues, en secreto, disfrutaba manejando y desbaratando a su antojo los planes de los demás más por diversión que para obtener beneficio personal. Para ello se servía de una élite de splice espías que encargaba a un splicer experto a quién había obligado a firmar un contrato de exclusividad. Su pequeña escuadra actual estaba formada por una bella splice lechuza, un joven splice autillo y un splice petauro bajo el férreo control de una experimentada splice murciélago llamada Nuja.
Nuja Ko'rshapalak, su mano derecha, era quién le había traído personalmente la noticia de las tensiones desatadas tras la muerte de la famosa splicer, tensiones reflejadas en un aumento de la presencia de otros espías en las inmediaciones de las grandes mansiones de los nobles. Pocos espías de las otras familias habrían podido detectar la presencia de la jefa de su escuadrón.
Vakt estaba tumbado sobre varias filas de cojines mientras examinaba distraídamente una pila de informes y le daba vueltas a unas de las múltiples cuentas grises que colgaban de su kimono azul con doble capa para los días fríos.
Las cosas parecían estar demasiado tranquilas, los últimos diez años habían pasado como un suspiro para la galaxia, llena de personas importantes que no habían envejecido ni un solo día. Él sabía que los ánimos entre las familias nobles y los splicer más relevantes sólo necesitaban una pequeña chispa para estallar. La emperatriz, Seraphi Abrasax, había llevado a cabo un trabajo formidable mediando entre los dos grupos, no en vano eran esos mismos métodos los que habían llevado a la familia Abrasax al lugar dominante que ocupaba en la actualidad.
Las familias Utipp y Abrasax habían sido enemigas durante varias generaciones y el ascenso de una siempre había significado la desgracia de la otra; el último ascenso de los Abrasax era la razón por la que todo el peso de la casa Utipp había caído sobre sus hombros. Durante los primeros diez mil años de su mandato, Vakt habría jurado que cualquier día Seraphi sería asesinada; no habían sido pocos los atentados contra su vida, aunque ninguno perpetrado por él. Aquella mujer había clavado sus largas uñas decoradas en el trono y no parecía dispuesta a dejarlo ir. Había establecido buenas relaciones con las familias más importantes y criado a tres hijos a los que había colocado hábilmente a la cabeza de las principales industrias de RegeneX que poseía en varios planetas; probablemente los acabaría enlazando en matrimonio con otros herederos. La familia Utipp se había visto reducida a un mero recuerdo, la sombra de su propia grandeza; cualquier otro heredero se habría lanzado a los pies de la emperatriz o hubiera empezado a urdir siniestras venganzas.
A Vakt las intrigas del poder no podían importarle menos. No odiaba a Seraphi ni a su apellido como le habían enseñado. Leía los informes sobre los movimientos de los nobles como si de un periódico se tratara y sólo metía mano cuando la situación podía volverse demasiado... divertida como para dejarla pasar; crear el caos era su única distracción en la holgada vida que llevaban todos los nobles.
Repentinamente,interrumpiendo aquel momento de relativa calma, pudo sentir los ojos de Nujaclavados en él, esperando su orden en las sombras.
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Las Guerras Splicer. Parte I. (El Destino de Júpiter)
FanfictionSINOPSIS La muerte de una líder splicer en condiciones desconocidas ha provocado el enfrentamiento entre estos y los Entitled que amenaza con cambiar el curso del universo. La historia está situada en el universo de la película de El Destino de Júpi...