El auto se estacionó frente a la empresa y los chicos se apresuraron a bajarse para ingresar al edificio. Yo los seguí un par de minutos después, cargando en mis brazos los bolsos de ellos. ¿En qué momento acepté algo como esto? Si mi madre me viera, seguro me echaría en cara que no gaste cinco años de mi vida estudiando para ser la asistente personal de alguien más, pero por el momento, eso era lo que menos importaba.
Para mi sorpresa, Yoon Gi era el único que me esperaba en la entrada sosteniendo la puerta para que yo pudiera pasar. Lo miré extrañada en el momento en que crucé por su lado, era raro que él actuara de esa manera, y sobre todo si se trataba de mí, más cuando habló, no me sorprendió en absoluto. Ahora sabía que cuando algo se le metía en la cabeza, no paraba hasta que lo conseguía.
— ¡Dime! Oye... Solo tienes que responderme, dime ya. —Siguió de intenso mientras caminaba junto a mí por el largo pasillo que conducía hacia el vestíbulo y luego hacia el elevador.
— ¡Te dije que no! No seas tan curioso... — Me quejé rodando los ojos. El chico podía ver que estaba muriendo por cargar todos sus bolsos y no se dignaba en ayudarme a cargar siquiera el suyo. Típico de Yoon Gi. — Es una tontería. Puedes mirar en internet todo lo que las fans piensan de ti sin necesidad de seguirme todo el día para que lo diga.
— ¿Crees que no lo he hecho ya? Sé lo que piensan de mí ¿Tan malo es que quiera saber qué piensas tú de mí? —Continuó en una sonrisa en sus labios, parecía querer burlarse de mí.
— ¿Qué cambiaría si te lo dijera? —Me quejé. Por su parte, Yoon Gi se interpuso en mi camino impidiéndome que subiera al ascensor cuando las puertas se abrieron, por lo que no me detuve en golpearlo en el abdomen con uno de los bolsos para que se hiciera a un lado.
— Auch... —Fingió haciendo una mueca mientras llevaba una mano a su abdomen, siguiéndome al interior del ascensor. — No cambiaría nada, solo quiero saber. ¿Tan difícil es para ti decirlo? Solo tienes que decir lo genial que soy... —Bromeó presionando el botón del piso al que íbamos.
— No eres tan genial... —Murmuré mordiendo mi labio inferior.
— No es chistoso.
— Jungkook es más genial que tu... —Bromee, rápidamente su semblante cambió. — Jin es alto y atractivo... Jimin es sexy. Así que no eres tan genial. —Realmente disfrutaba de sus reacciones.
— ¡Ya! —Gruño dándome un leve golpe en la frente con su dedo índice. Me quejé, pero mis manos iban tan ocupadas que no pude sobarme donde me había golpeado. — Deja de jugar.
— ¡Y tú de golpearme! Voy a demandarte... —Amenacé con una sonrisa en mis labios.
— ¿Golpearte? De verdad que tú descaro no tiene límites. —Contra atacó, sabía a lo que se refería así que solo sonreí ampliamente, al menos me divertía ponerlo de mal humor.
Las puertas del ascensor se abrieron en nuestro piso, y ambos salimos saludando a los miembros del staff que nos encontrábamos en el camino. Era sorprendente la manera en que Yoon Gi cambiaba su actitud hacia mí, más no me confiaba mucho, sabía que en algún momento diría cualquier cosa para molestarme o herirme.
— Eres más difícil de lo que pensé... —Comentó curvando sus labios en una pequeña sonrisa, una que desapareció por completo cuando nos encontramos con alguien inesperado.
Yo no la vi en primera instancia, estaba más entretenida en lo que me decía el chico a mi lado que en cualquier cosa, solo lo noté cuando de pronto, él se detuvo en seco haciendo que yo imitara sus acciones. Lo miré con el ceño fruncido, su expresión se había vuelto irreconocible. Sus labios se habían convertido en una línea mientras mantenía su mandíbula apretada, sus ojos abiertos y sin parpadear, lucía extrañamente molesto, no como las otras veces frente a mí, hacía algo que su mirada escondida. Entonces, quise ver lo que había llamado por completo su atención.
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Somos una mentira | Min Yoon Gi
FanfictionAbril era una completa mentira, lo único real era su sonrisa y la forma en que lo miraba. Min Yoon Gi era diferente ahora, su música y amigos era lo único que importaba. Ella tendría el trabajo deseado por muchas... Él desearía que ella no existier...