T1 | Capítulo 22

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— ¡Maldita sea! —Bramó Yoon Gi cuando cayó al suelo al intentar ponerse los pantalones deportivos luego de haber batallado con las sábanas para encontrar sus boxers.

Éramos un completo desastre mientras hacíamos el intento de vestirnos como alma que lleva el diablo, y si, bañarnos no era una opción en ese momento, y mucho menos sabiendo que al momento en que cruzáramos las puertas de la empresa nos llevaríamos una dolorosa jalada de orejas, eso si podíamos apostarlo... las 20 llamadas perdidas en el teléfono de Yoongi eran la prueba. 

— ¿Cómo es que no me levantaste? —Se quejó el pelirrubio mientras yo estaba cepillándome los dientes. Claramente me indigné, hasta salí del baño apuntándole con el cepillo y la boca llena de espuma.

— ¡Ni se te ocurra culparme! ¿Quién estuvo sobre quien anoche mientras quería seguir haciéndolo? —Me defendí, y a pesar del drama de aquella mañana, pude ver un atisbo de diversión en sus ojos y en esa pequeña sonrisa que se asomaba en sus labios.

— No te estoy culpando. Pero tampoco te estabas quejando...

— ¡Yoon Gi! —Chille, y ahí estaba de nuevo esa disimulada sonrisa.

— ¿Qué? No te hagas la tímida ahora... — ¡Ah, esa sonrisa!

— No es momento para tus comentarios... —Comencé diciendo pero la sonrisa en sus labios desapareció cuando su teléfono volvió a sonar con el nombre del entrenador en la pantalla.

— ¡Mierda! Sung Deuk va a matarme. —Murmuró con desgana.

Era nuestro fin.

Ambos sabíamos que Sung Deuk, el coreógrafo de los chicos, era realmente estricto con los horarios, y seguro que por el retraso, todos asumirían las consecuencias, que seguramente era quedarse ensayando hasta que sus cuerpos no aguantaran.

Yoon Gi hizo todo lo posible por cubrir su rostro al momento en que salimos del edificio. Tomamos el primer taxi que se cruzó en nuestro camino, y durante el transcurso del viaje, nuestros teléfonos seguían sonando pero ninguno de nosotros se atrevió a contestar.


Cruzamos las puertas de la empresa una hora después de la hora acordada, y para nuestra sorpresa nos encontramos a Jungkook apoyado en la pared del pasillo fuera de la sala de ensayo con el teléfono pegado a su oreja, que al vernos rápidamente apartó dando largas zancadas hacia nosotros con los ojos abiertos como platos.

— ¿Por qué demonios ninguno de los dos contesta? —Fue lo primero que nos dijo cuando llegó a nuestro lado pero no nos dio tiempo de responder. — ¡No importa! Sung Deuk Hyung está echando humo por las orejas... ¡Pero tengo un plan! —Entonces los ojos de ese niño travieso brillaron como si hubiera tenido la mejor idea del mundo.

— ¿Qué es? —Pregunté cuando nos detuvimos frente a la puerta.

— ¡Obvio! Echarle la culpa a Yoon Gi...

En definitiva, era el mejor plan del mundo.

— ¡Oye! ¿Quieres morirte? —Pero antes de que el pelirrubio pudiera seguir quejándose, Jungkook abrió la puerta anunciando nuestras llegada.

El ambiente en el interior era otra cosa. El resto de los chicos se encontraban sentados en el suelo de la sala de ensayo, también se encontraba Sung Deuk y el manager Kim, quienes elevaron la mirada al momento en que cruzamos la puerta. Y justo antes de que alguien dijera algo, Yoon Gi y yo nos inclinamos hacia delante haciendo una reverencia musitando un "lo siento"

— ¿Crees que esto es un juego? —El manager Kim le habló directamente a Yoon Gi. — Estamos a unos cuantos meses de lanzar el álbum ¿Y te das el lujo de llegar tarde? Yoon Gi... Tenemos fechas que cumplir. Puedo entender que deban ausentarse por unas cuantas horas pero solo si tiene alguna justificación y si lo han anunciado con tiempo. —Agregó echando humo por las orejas. Nunca antes lo había visto tan... ¿Decepcionado? — Tú odias que te hagan perder el tiempo ¿Por qué le haces esto a los demás?

Somos una mentira | Min Yoon GiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora