Junto a ti - Narusasu - Minasasu (Título provisional)

Capítulo 6

Los ojos del azabache parecían no poder parar de desprender lágrimas, su rostro se contraía entre los brazos de Minato y aún luego de cinco minutos seguía sin articular palabra alguna.

-¿Qué te ocurre Sasuke?-preguntaba con la cabeza pegada a su oído el mayor, pese a saber la respuesta. -¿Es por Naruto...?-el pelinegro negó frenéticamente en su pecho.

-Yyo...-entre sollozos- creí que lo lograría...
-¿Qué cosa?

-Es tan difícil... Realmente yo....yo quería poder hacerlo...

-¿Qué cosa Sasuke?- preguntaba de forma paciente mirándolo a los ojos.

-Por ti... quería resistir.

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En la habitación de Naruto todo permanece oscuro, sabe que ha sido demasiado injusto, pero no se disculpara. Todo lo que dijo... es todo lo que siente.

Durante mucho tiempo había guardado sus sentimientos y ya se había cansado de eso, de tener piedad con el resto y no poder hablar con su verdad. Estaba agotado, y no se arrepentía de nada. Su cuerpo se encontraba recostado sobre la gran cama mirando hacia el techo y sobre su rostro se posaba una sonrisa de satisfacción.

Estaba orgulloso de lo que había logrado: desmoronar a Minato. Podía notarse claramente la expresión devastadora del mayor y eso le complacía. Por mucho tiempo él y su madre habían estado llorando su ausencia, ahora era su turno.
Naruto se había prometido a sí mismo, que no importaba que, ya no le dirigiría la palabra a aquel sujeto que había agotado su felicidad, su propio padre.

Estaba harto de ser el que soportara todo, el fuerte.

Ahora le tocaba a él. Minato debería abstenerse a las consecuencias de perder su cariño, y cargar con el accidente de Kushina, porque después de todo, eso también era su culpa.

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A la mañana siguiente en la mansión Uzumaki reinaba el silencio, proporcionando una cálida tranquilidad al lugar.
El joven blondo despertó a causa del sonido del despertador y lo apago quejosamente, en la escuela le habían dado autorización de faltar cinco días sin que le corriera la falta. Y eso era perfecto.

De mala gana se levantó y se aproximo al placar de su "dormitorio", al abrirlo se topo con la sorpresa de que había ropa de su talla, seguramente preparada para él desde la mudanza de su padre. Tomo un jeans gastados y una remera blanca.

El día se sentía devastador, tal vez, hoy también llovería.

Como la casa de Minato quedaba demasiado lejos del hospital no podría ir a visitar a su madre sin que alguien lo alcanzara en auto.

Bajo las escaleras indeciso, realmente quería verla, pero eso implicaba pedirle a uno de "esos" dos que lo alcanzara, y la idea no era tentadora.

-Ey Naruto, hijo, ya despertase - le sonrió alegre desde la sala su padre. La felicidad que emanaba Minato era tan notoria que confundió al blondo que esperaba verse a una persona dolida, por lo visto estaba equivocado.

La noche anterior Sasuke le había insistido al mayor que nada tenía que ver con Naruto, que simplemente el no andaba del todo bien, que la situación de Kushina le recordó a la de su madre, y temía que se repitiera la historia.

El mayor continuo sonriéndole a su hijo, él no sabía cómo, pero quería enmendar la situación.

-¿Quieres desayunar algo? Debes tener mucha hambre...

-Quiero visitar a mamá. Solo eso.

-Claro. Yo debo esperar a unos comerciantes que no tardaran en llegar, por asuntos de trabajo. Pero Sasuke, él puede llevarte.