Capítulo 10.

38 5 0
                                    

CAPÍTULO 10.

Los días, meses, pasaron cómo si se trataran de horas, ya era la novia oficial de Joseph, llevábamos 1 año y 4 meses, todo era maravilloso, conocí a su familia, eran todos muy leales y me acogieron muy bien en su familia. 

Era todo muy bonito, la relación que toda chica espera, cuándo una mala noticia rebosó todo el cuadro:

Joseph: - Mi vida Carol tengo que hablar contigo... (dijo al aparecer por la puerta del jardín con los ojos llorosos)

Me imaginaba lo peor, que me iba a dejar o algo, pero eso lo veía imposible.

Caroline: - Cuéntame mi cielo... qué pasa?

Joseph: - Ven, siéntate. He estado hablando con mi madre, no te he contado esto, pero lo voy a hacer ahora. Mi madre está enferma. Y tenemos que viajar por urgencia a Alemania, 4 meses, la operan allí, de cáncer de pulmón, y por consiguiente la rehabilitarán en el mismo hospital..

Quedé de piedra. No podía decir palabra, cómo despues de tanto tiempo no me lo había contado, sólo salió una frase de mi boca:

Caroline: - Me voy con vosotros.

Joseph: - No princesa... tú tienes que estudiar, no puedes dejar todo por venir conmigo mi reina. Con sólo prometerme que me esperarás, y que me pensarás todos los días que pasemos separados, me conformo Carol, mi bella reina.

Un sentimiento de pena, nostálgia, de dolor.. invadió mi corazón. No sabía que iba a hacer sin él, si no podía estar ni un sólo día sin verle cómo iba a estar 4 meses.. No alcancé a decir palabra, sólo me puse a llorar, las lágrimas rebosaban y caían por mis mejillas, enrojecidas conjunto a mi cara pálida.

Joseph: - No te pongas así mi vida, que lloraré yo... prefiero llorar cuándo no me veas, y no te haga daño princesa. Júrame algo.

Caroline: - Qué mi amor.. (entre lágrimas alcancé a decirle)

Joseph: - Júrame que siempre me amarás, y me esperarás, que no te enamorarás de otro y me olvidarás de un día a otro.

Caroline: - Creo haberte demostrado que no soy así.. Claro que te esperaré... 

Joseph: - Gracias mi sol, esta noche te invito a mi casa, y nos despedimos con una buena cena, y mañana por la mañana.. cojo el avión a las 6 de la mañana. Te amo Caroline, jamás lo olvides, tenlo presente cada segundo de tu vida.

No podía hacer nada, simplemente esperar. A que él decidiera que me fuera con él, o simplemente esperarlo ya que mis estudios no los podía dejar y menos a mi madre y mi hermano solos.

Esa misma noche, con suma tristeza, bajé a la cocina a decirle a mi madre, con ojos llorosos, que iba a casa de Joseph, ya que anteriormente también se lo habia presentado, y tenían una muy buena relación:

Caroline: - Mamá, voy a casa de Joseph a cenar, me han invitado su madre y él, ya te contaré porqué (dije llorando, no aguantaba las lágrimas ni un solo minuto..)

Kate: - Hija mía, te pasa algo? Que ha ocurrido? (dijo mientras me acariciaba la cara secándome un par de lágrimas)

Caroline: - Ya te lo contaré a la vuelta mamá, gracias, pero me tengo que marchar ya. Te quiero.

Kate: - Vale hija, te quiero, salúdalos de parte mía.

Cogí mi bolso del sillón de el recibidor, y salí por la puerta. Era una noche especialmente fría, o yo me sentía así. Sentía frío, mezclado con dolor, y miedo a la soledad a la que me enfrentaba a partir del día siguiente.

Llegué a casa de Joseph, y tiernamente me abrazó antes de entrar a su casa:

Joseph: - Mi niña, ten buena cara que mi madre no lo note vale? No quiero que ella también se ponga mal o se preocupe por nosotros en su estado.

Caroline: - Tranquilo cariño, intentaré mantener la compostura.

Seguidamente entramos al comedor, dónde estaba la madre de Joseph y su hermana Marian, la tía de Joseph.

Caroline: - Buenas noches Marian, buenas noches Nadia.

Por si no lo habia dicho, Nadia es el precioso nombre de la madre de Joseph.

Nadia, Marian: - Buenas noches Carol. 

Nadia: - Siéntate Carol, que traeremos la comida Joseph y yo.

La cena fué normal, armoniosa, entre sonrisas, y algún que otro silencio, Marian abandonó la casa de Joseph a las 11 de la noche, que ya habíamos acabado de cenar. Abandonamos la sala dándole las buenas noches a Nadia, con un abrazo tierno.

Joseph: - Quédate a dormir mi vida.

Caroline: - Tengo que llamar a mi madre entonces.

Caroline: - (al teléfono) Mamá?

Kate: - Sí hija dime

Caroline: - Me quedo a dormir en casa de Joseph vale?

Kate: - Muy bien, pero no vengas tarde mañana, hay que hacer algunos recados.

Caroline: - No te preocupes mamá, gracias. Te quiero, chao.

Al colgar el teléfono, Joseph me agarró suavemente la cintura, y me besó cómo sólo él sabe  hacerlo, con dulzura y pasión, con picardia y amor, con su boca, única y perfecta. 

Me deslizó por la cama, haciéndome sentir una verdadera reina entre besos y caricias.

Joseph: - Vamos a estar mucho sin vernos, y quiero hacerte sentir cómo lo que eres, una reina, mi reina.

Fué una de las noches más maravillosas de mi vida, después de cuándo le regalé mi virginidad a Joseph. Jamás olvidaré esas dos noches, están bien guardadas en mi corazón. Simplemente nos amamos, y quedamos dormidos, totalmente rendidos.

El despertador sonaba despertando a toda la manzana. Eran las 5:30 AM. Abrí los ojos, y me dí cuenta, de la realidad. Joseph se iba. No sé si iba a soportarlo.

Caroline: - Mi vida, despierta son las 5:30. Tienes que ducharte y prepararte que vais a llegar tarde al aeropuerto.

Con lentitud y su sex appeal especial, abrió esos hermosísimos ojos marrones, y me besó mientras me abrazaba, típico de buenos días.

Joseph: - Buenos días mi niña, gracias por despertarme, no escuché el despertador. Voy rapidísimo.

Los minutos pasaban volando, cómo siempre en su compañia, y yo queria morirme, o simplemente caer en coma hasta que volviera en 4 meses. Cómo iba a soportar su ausencia? Cómo iba a soportar el dolor que me iba a causar?...

---- 

Mi dulce e infinita adicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora