Capítulo 16.

32 3 0
                                    

CAPÍTULO 16.

Salimos de Tattoing Mary, aún con algo de dolor y escozor en mi cadera, pero nunca me arrepentiría de tal hecho:

Joseph: - Mi niña.. lo has hecho... te duele? Te amo más que a nada mi reina, pff, te adoro (dijo besándome y acariciandome el tatuaje)

Caroline: - Sólo me escuece un poco. Únicamente queria hacer lo mismo que tú, no quiero quedarme atrás en demostrarte lo que eres para mí, y cómo tu me dijiste a mí, mi piel también te pertenece. Sin duda, así cuándo estés lejos, sabrás que estaré esperándote por siempre.

Joseph: - Muchísimas gracias mi princesa, sé que detras de mí vendrá tu aroma, así que no me preocupa el irme, te tendré presente cómo si estuvieras conmigo allá dónde vaya. Nunca lo olvides vale? Siempre me acompañará el pedacito más valioso de tí, qué es tu corazón, y lo cuidaré cómo si fuera un tesoro, la verdad, es lo que me queda, tú, y tu amor, y no voy a derrocharlo.

Esas palabras se incrustaban en mi alma como si de dagas se tratara, sabiendo que ya se iba a ir, y me iba a volver a dejar sola. No tardó en decir las palabras más dolorosas que he escuchado en mi vida:

Joseph: - Me voy Caroline, recuérdame siempre, llévame dentro de tí, al final la vida nos pondrá juntos de nuevo, todo vuelve a su lugar. Así que no temas vale? Te amo (me abrazó muy fuerte, besándome el cuello)

Caroline: - Te amo joseph, cuídate muchísimo y no tardes en volver.. sabes que sin tí estoy perdida, recuérdalo.

Me acarició la cara, que justo en ese instante se llenaba de lágrimas, y simplemente, de un sólo movimiento, me las secó con un beso, y sin mediar palabra, dió media vuelta, y mirándome con los ojos llorosos se alejó por el mismo camino por el cual vino.

Yo ya no sabía cómo sentirme, mi corazón había sentido tanto dolor en cuestión de horas, que mi cuerpo creía no soportarlo. Caí rendida en el suelo de espaldas a la pared, cómo horas antes en el aeropuerto, la verdad, viendo el cielo nublado, esperaba despejarme con la lluvia que más tarde caería, que las gotas de lluvia se fueran con mis lágrimas persiguiendo en una nube a mi Joseph, que no tan lejano en ese momento, pero se alejaba a medida de que los minutos pasaran.

La verdad, no ocurrió nada interesante en ese tiempo en el que Joseph estuvo ausente en mi vida, el cual pasé cómo una verdadera loca, parecía que estaba mal de la cabeza, despertaba todas las noches teniendo pesadillas con qué jamás volvía a ver a Joseph, se estaba convirtiendo en una especie de obsesión, aunque yo supiera que era por su bien, por el mío, por el nuestro.. Mi corazón no quería saberlo. Y así fué hasta el día de hoy, mientras escuchaba la canción... I hate you, don't leave me (te odio, no me dejes) todos los días lamentaba el no haberlo detenido, y haberlo tenido en esos momentos tan duros y crueles a mi lado.

Inclusive, mi madre pensó en llevarme a un psicólogo, por las muchas y variadas veces que intenté escapar de mi casa e incluso suicidarme, en dos ocasiones, pero no es algo de lo que esté especialmente orgullosa, evitaré decirlo, por falta de entendimiento a mi estado de ánimo por su parte y por la de mi hermano, no entendían lo de Joseph, porqué nunca se lo conté a ninguno de los dos, simplemente les bastaba con saber que se había ido, sin ninguna explicación más.

Pero mi corazón necesitaba una explicación de porqué había tardado tanto en volver... necesitaba saber cómo estaba, cómo le había ido, si seguía enamorado de mí cómo el primer día, y necesitaba que me lo afirmara, no lo quería perder por nada del mundo, si lo perdía a él, me perdía yo misma, perdería todo el sentido seguir viviendo.

Y con esta confesión llegamos al día de hoy, después de un año, el primer día de clases en el que aparece frente a mí, cómo si fuera una aparición fruto de mi obsesión que se originó después de su ida. Cómo voy a reaccionar? Es que no lo sé, después de un año completo, mis sentimientos no han cambiado, y su nombre sigue en mi piel clavado cómo el primer día, pero.. él sentiría lo mismo por mí? Me habría olvidado? Ese miedo retumbaba en mi cabeza, cosa que no me dejó mediar palabra, y simplemente salí corriendo al ver su mirada, pero lo que no sabía, es que venía tras de mí.

----

Mi dulce e infinita adicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora