En Tiempos De Divergencia

Capitulo XV: En crisis.

Los días habían transcurrido lentamente ante los ojos de los cinco chicos, a los cuales algo les apretaba el corazón.

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¿Donde está Milo? — preguntó Aioria .

— No lo sé — respondió Dohko. Efectivamente eran amigos, pero algo en él no le inspiraba la confianza suficiente , talvez la enorme honestidad con el Alto Clero,  especialmente con Shaka —

— Hace un tiempo que apenas y lo vemos por aquí —

— Aioria, si me disculpas debo hablar con Shaka — indicó para luego retirarse

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— Esto está mal — dijo sacudiendo su cabeza mientras entraba a la sala — Come algo, compré algo de comida foránea. 

— No tengo hambre viejo — respondió mientras miraba su celular. 

— Milo — agregó Dohko sentándose en él sofá .

—No me importa — objetó — bebe, embriagate con migo Dohko. — ante una petición así no podía negarse.

[ horas más tarde]

— Háblame, rompe ese orgullo conmigo ¡Ya! — ordenó Dohko con tragos en la cabeza.

—Amigo no lo sé — calló para beber de su copa— me cansa eso de secretos por aquí y secretitos por allá. Hace mucho que no me deja tocarlo. ¡Somos hombres carajo! , él sabe bien que somos fáciles de incitar, pero no me deja hacerlo. — miró fijamente a su compañero — para alguien como yo eso no puede faltar en una relación,  para que mentir.  — rió de forma peligrosa. 

—Sigue Sigue — decía Dohko levantando su vaso.

— Algo no me convence de él — insistió señalando a su amigo — Dohko,  tú mejor que nadie sabe que si  hay algo que odio, son las mentiras.

Aún con todo el alcohol en la mente del castaño,  las palabras de Milo le carcomian la conciencia y por doble razón. 

Hubo unos minutos de silencio hasta que....

—Si quiero a Shion — inquirió Dohko cambiando totalmente el tema en su borrachera.

— Lo sabía — sonrió Milo —  Tú no me engañas — Dohko sonrió — por otra parte, nos los vamos a coger, y si no les gusta que se vayan a la chingada— agregó Milo para terminar. Ambos levantaron sus copas y proclamaron "Salud".

[Pocos días después]

Dohko recién llegaba a la Citadel, se dirigió a su oficina y se sentó unos minutos. Sí,  pocos minutos porque después se puso en pie y caminó por todo el lugar,revisaba los libros, archivos, se asomaba por al ventana, hasta que se cansó de ser paciente y auto controlarse. 

—No puedo más — dijo saliendo de la oficina. Caminó hasta el tercer piso y tocó la puerta de la habitación de Shion.

— Dohko ¿Qué haces aquí? — preguntó en tanto buscaba con qué tapar su abdomen, ya que solo contaba con unos jeans aún sin abrochar. 

— Quería verte cielo— dijo sonriente —

— Siéntate — espetó nervioso mientras se dirigía al armario — buscaré una camisa.

— ¿Para qué harás eso? — preguntó malicioso, tomándolo de la mano y empujándolo sobre la cama, dejándolo bajo su pecho —

— Oye, Suikyō puede entrar, sabes que duerme aquí....

— Eres mi novio ¿no? — Shion abrió sus ojitos y Dohko sonrió — Ya cállate —dijo con la voz de seductor —  sabes que considero que esa boca tuya tiene algo mejor que hacer — añadió para luego besar al tibetano, empezando tiernamente hasta hacer el beso más intenso cada segundo, Dohko lo tomó de la cintura y lo volteó para que este quedará sobre él.  El de cabellos marrón pasó sus manos por la curvada espalda de Shion, prosiguiendo hasta sus glúteos, pero antes de que este siguiera, el lemuriano lo detuvo.

— Espera — dijo bajándose del cuerpo de su recién declarado novio —  no quiero que hagas eso.

—¿Por qué? — preguntó ofendido. — ¿acaso no te gusto?

— No preguntes idioteces —dijo — No quiero, no así,  no aquí,  es solo eso.

— ¿Si fuera ese chico que harías? — preguntó

—¿Es una broma? Podrías superarlo por favor — indicó caminando hasta el armario.

—Lo siento es solo que te beso y quiero volver a besarte. — dijo mientas lo abrazaba y regalaba un cálido beso — además cualquiera se pondría celoso con un tipo como tú — Shion se tornó rosa.

— No sabía que estabas aquí — dijo Suikyō, quien acababa de entrar.

— ¡Suikyō!

— En realidad deberías tocar la puerta — comentó y ambos se mantuvieron una mirada — pero ya me iba — dijo besando de nuevo a Shion y desapareciendo con un pequeño ademán.

— Me hubieras dicho ... Habría desaparecido completamente — dijo con sonrisa suspicaz. .

— No molestes— sonrió.

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Camus estaba solo en casa de Milo, ya que este se había ido en un ataque de furia , aunque sabía que era su culpa.

Pv Camus

Estaba sentado en los banquitos de la península que estaba en la cocina.
Intentaba desayunar pero sinceramente no podía, cada rincón de esta casa me lo recordaba a él, a Milo y era praticamente imposible pensar sobre las cosas en una situación así. 

En verdad lo amaba y por lo mismo necesitaban hacer algo rápido. Tenía dos opciones:
Una o le decía la verdad , o dos,  dejaba que las cosas terminarán en ese instante y en esta situación.

Pero debía ser inmediato , porque mi tiempo se acababa. Pronto Thanatos averiguaria donde estaba y no sólo yo estaría en peligro, si no que Milo también, y con ellos quien sabe quiénes más.

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Y así corrieron un par de días, Shion y Dohko avanzando en una amistad que intentaban convertir en noviazgo, Suikyō enamorado profundamente del tibetano pero dejándolo ser Felíz, Milo sufriendo por la distancia que Camus ponía entre ellos, Camus deseando besar y abrazar al rubio, pero como siempre estaba entre la espada y la pared.  Y Thanatos, él solo esperaba  el momento indicado para mover sus barajas.