Capitulo III : Sonrisitas.

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Había pasado un día y una noche desde que el inocente Thanatos había desaparecido para que naciera el cruel y déspota de ahora , ya la Citadel se había enterado de todo y ahora los dos "bandos" deberían actuar rápido si quieren alcanzar sus diferentes objetivos.

En algún lugar de París.

¿Donde está? — gritó — dijiste que estaría aquí, Saga.

Lo estaba, pe.. — pero Thanatos impidió que continuará.

TCH!! Sus amados humanos — dijo tajante — buscalo y tráelo de vuelta ahora — gritó. Debía escoger a dos chicos, uno como protector y otro como mano derecha, sin embargo, él vio esos dos rasgos en uno solo.

No es necesario que lo haga — se escucho una voz proveniente de la entrada del salón —aquí estoy — realmente todos respetaban y adulaban al tipo que llegaría a ser el hechicero más poderoso ,pero, este chico no lo hacia en lo absoluto.

¿Dónde estabas? — pronunció mientras bajaba unas cuantas gradas — se suponía que estarías aquí... CON... MI... GO...

Sabes que no lameré tus pies — dijo el chico .

Tendrás que hacerlo — gritó mientras lo acorralaba contra la pared — tú serás mi guardián, mi mano derecha.

No lo haré — señaló

Ohh si lo harás — dijo para luego darle espacio— dime ¿Qué hay allá a fuera?

Vida — restregó en la cara de thanatos.

Este río fuertemente — tienes que estar aquí — dijo tomándolo del mentón — yo soy tu vida y harás lo que te diga.

¿Y qué si no? — retó .

_ Despídete de eso a lo que le llamas vida _ sonrió — y de TODO lo que la conforme — esas palabras con siguieron dejar un nudo en la garganta del jóven al igual que una sensación de miedo en su cuerpo.

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La noche anterior Milo había salido por un trago y en ese lugar el rubio habia conocido un tipo que logró atraer toda su atención.

¿Qué estás mirando? — bufó mientras aparecía del pasillo principal y entraba al comedor, el cual estaba rodeado de ventanas, dejando entrar claridad a la sala, en donde se encontraba una mesa blanca en forma de hexágono, decorada con una copa de frutas de todas variedades.

¿cómo se llamaba? — interrogó Dohko sirviendole un poco de té

¿Quién? — Dijo Milo como si no supiera de quien le hablaban

Ahh el chico que te trajo anoche. ¿cómo es? — indagó pero su compinche lo ignoró — Oye Mi... — pero Milo lo interrumpió.

Ya cállate Dohko — dijo mientras ponía la servilleta en sus piernas — Podrias por favor dejarme desayunar tranquilo

Solo quiero tener una "mañana de chicos" — mencionó sonriendo — vamos Milo.

De acuerdo — hizo una pausa mientras ponía los codos sobre la mesa y entrelazaba sus manos — lo conocí en el bar y sí, era atractivo — mencionó mientras sus mejillas se tornaban a un rosa .

Ohh claro que sí, tienes buen gusto — dijo sonriendo de oreja a oreja e hizo que su amigo lo mirara impaciente — ¿Nombre?

Camus — musitó mientras se llevaba un trozo de pan a la boca

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