Capítulo XVI: Volviendo al inicio.

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Era el día libre de los chicos, la mañana estaba espectacular ante los ojos violetas de Shion. 

Tomó su celular y textió a Dohko. Pues era un día maravilloso para un día de campo.

~¿Tienes planes para hoy?

~No,  ¿Por qué?

~Yo sí, pasa por mí en una hora.

~ Como digas…

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Shion salió de la citadel con una canasta repleta de bocadillos.

Te ves bien Shion — se escuchó la voz de Milo.

¿Milo? — pronunció confuso.

Se me olvidó decir que él vendría — sonrió el castaño.

Por Shion no había problema, solo que le asustaba el hecho de que su novio-osea Camus- podía aparecer en cualquier momento y eso en verdad le preocupaba.

E-esta bien —  contestó  para lo luego subir al auto. Dohko o los agentes -especialmente los cercanos a Shion- evitaban utilizar los portales debido al rastro que los mismos dejaban.

En un santiamén llegaron a unos campos realmente hermosos; árboles altos con sus raíces cubiertas con flores del mismo, florecillas diversas por todas partes. Un río corría en medio de todo, los pajarillos cantaban, y realmente todo diferente a las vistas de la ciudad.

¿Así que salen? — preguntó Milo burlón.

N-no — respondió Dohko rápidamente, dejando a Shion con la palabra en la boca y con la decepción en su mente.

Todo se quedó en silencio, un hilo de inconformidad se formó entre la pareja. sin embargo, las miradas inquisitivas de Milo de hacían presente — ¿Estuvieron bebiendo?— agregó el peliverde para matar un poco la tensión.

— inquirió Milo — aunque no nos recordamos de nada — sonrió.

Dohko se puso de pie y le acercó la mano a Shion— ¿caminamos?
Este aceptó. Caminaron hasta las orillas del riachuelo y se sentaron en unas rocas que le permitían al tibetano mojar sus pies en la corriente.

No me dijiste que Milo vendría — dijo.

Está en mi casa por asuntos de pareja — rodó los ojos — ya sabes. Además no me dijiste que sería algo privado y romántico.

Shion suspiró y apoyó sus manos en sus costados, sobre la roca — Debes hablar con Shaka de esto.

¡¡No!! ¿Que sucede contigo?

Entonces cuéntale a Milo — alegó impaciente.

Eso lo destrozaría. Lo sabes — indicó — además, Shion no te metas. Yo no diré nada, porqué son problemas suyos, no míos ni nuestros.

Como quieras — se resignó cortando una florecilla amarilla.

Me causa recelo saber que pude haberle hablado a Milo sobre nosotros — comentó después de unos minutos de silencio incómodo — no recordamos nada.

Shion siquiera se tomó la molestia de decirle algo.

Dohko lo miró luego de un momento,  y vio como su largo cabello volaba al ritmo del viento, dejando una imagen única.

Estás hermoso — le halagó sonriente.

Gracias — un tono cortante se hizo presente, pero Dohko ignoró ese detalle y lo trajo hacia él para besarlo — déjame

¿Qué te pasa ahora? — preguntó —

Me besas cuando nadie nos mira —  alegó. 

¿No es normal?— dijo con odiosidad.

¡¡Te preocupa lo que "Tu mejor amigo" piense de nosotros!! — Shion estába algo irritado — No es normal. Tu mejor amigo te pregunta por mí y me niegas

¿De qué hablas? No lo hice —aclaró  algo molesto — Solo le omiti algo de información. Por otro lado no somos nada.  Sabes que no salimos.  Apenas y estámos acercándonos.

¡¡Eres en verdad un ldiota Dohko!!

¡No puede ser! Solamente pasan un par de días y ya me das problemas — bramó molesto — ¡¿Lo ves?! No lo creo, es que por lo mismo jamás me comprometí y mucho menos me enamoré. 

Dohko no se detuvo a pensar que cada palabra que dijo, destruyeron el sensible corazón del tibetano.

Lo ves, sabía que en verdad eras una mierda de persona — aclaró tomando sus zapatos y levantándose de la roca — Relájate,  te dejaré de molestar.

¡No me puedes dejar! —gritó cuando vio a Shion alejarse sobre el césped — necesitas de mi protección

¡Me vale un carajo! . Hay personas que lo harían con gusto — lo miró desafiante, pero aún así sus ojos se aguaron — ni se te ocurra buscarme de nuevo para tus tonterías. — continuó su andar.

No te entiendo. ¿Qué querías? — se puso de pie. 

Shion se detuvo por unos momentos. Secó sus lágrimas y volteó mirandolo directamente a los ojos — una vida a tú lado — sus ojos brillaban — eso quería.  Pero sabes que es lo peor. Pensar que tenía una oportunidad con tigo , para luego darme cuenta que en realidad no la tuve o no la tengo — lloró — tiré mi tiempo en alguien , pensando si también pensaba en mí — no pudo decirle nada más aunque quisiera , así que tapó su boca y corrió.

Dohko quedó perplejo , nadie se atrevía a tratarlo así, pero ese chico llegaba y hacía de su vida lo que le daba la gana — Perdón por no ... — guardó silencio,  dejando sin terminar la frase.

En Tiempos De DivergenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora