Capítulo Cuatro

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No, mierda. Joder.

Esas fueron las palabras que llegaron a la cabeza de Indigo pero no pudo decir más antes de caer en el agua.

Deseó haberse quedado en su habitación calurosa, y morir asfixiada, o que le cayera un edificio encima, cualquier cosa hubiera sido mejor, porque un detalle muy especial de ella era que no sabía nadar.

Sintió como todo el aire abandonaba sus pulmones y era rápidamente sustituido por agua. No había manera de salir, y el pánico se apoderó completamente de ella. Trató de subir a flote y gritar, en vano.

Mientras más y más agua entraba por su nariz, cerró los ojos. Y vio las caras de sus padres, y de Casey y Claire.

A lo lejos, escuchó su nombre y el sonido de una alarma.

                                                                    *****

Despertó mas tarde, y todo parecía haber sido un sueño. Le pesaban los párpados y la garganta le ardía, como si hubiese bebido aguardiente por dos semanas en lugar de agua. Se quedó mirando la habitación por unos minutos, preguntandose cómo había llegado hasta allá, si estuvo a punto de ahogarse.

-Oh, Indigo.- Su tía entró precipitadamente a la habitación.

-Tia, ¿Qué... qué pasó?- preguntó incómoda.

-Caíste en la piscina. Pero supongo que sabes eso. Y tragaste mucha agua. Te desmayaste, pero Kay te sacó antes de que pasara algo grave.

¿Kay Lindsey? ¿Qué hacía Kay Lindsey a las cuatro de la madrugada en casa de los Osbourne?

No le dió mucha importancia a eso, pero había algo que le molestaba: Ese chico torpe y desconocido le había salvado la vida, y ahora estaba en deuda con él, una deuda que tenía que saldar para no volverse aún mas loca.

Se paró de la cama y salió de la habitación al baño. Se lavó los dientes y se dió cuenta de que le habían cambiado la ropa. Sintió una leve punzada de vergüenza.

¿Cómo pudo haber sido tan estúpida?

Salió del baño y se dirigió a la cocina. Allí, tomando el desayuno estaban Casey, Claire, el señor Osbourne y por supuesto Kay Lindsey.

-¿Qué hace él aquí?- murmuró tan bajito que nadie pudo oírla.

-Hola otra vez, Indigo.- dijo Kay sonriendo en su dirección.

Ella no se fíaba para nada de su sonrisa de niño torpe.

Se sentó en una butaca alta cerca de la alacena y se comió las tostadas con queso que le habían hecho. Pero un nudo comenzaba a formarse en su garganta y hacia mas difícil que la comida pasara. Mientras iban terminando de comer, todos se iban parando y abandonando la habitación. Menos Kay, él permanecía ahí. Sonriendo. Vaya que era molesto.

Cuando todos se fueron, Indigo se acercó y le dijo.

-¿Qué hacías aquí a las 4 de la madrugada?

Él no pareció sorprendido por la pregunta y contestó mientras mordía una galleta de avena:

-Estaba con Claire.

-Oh...- dijo Indigo, tornándose color tomate.-Yo... creo que debería irme.

Y salió de la cocina sin molestarse en mirar atrás

Tonta, tonta, tonta

Se sentía como una estúpida. Y por alguna razón no dejaba de reír. Como si fuese absurdo que Kay Lindsey se hubiese metido en la piscina a mitad de la madrugada por ella. Ni siquiera la conocía. Pero de todos modos, no era como si le importara.

Aunque, otra vez, Claire había dicho que Kay no era su tipo. 

Oh, vamos, Indigo, Kay está bueno, y Claire es linda... ¿Qué importa si es su tipo o no?

Salió de la casa y empezó a caminar por el gran jardín. Llegó al roble y se sentó, dándole la cara al bosque. Sus pensamientos vagaban por todas partes, y sin darse cuenta, empezó a cantar una canción de Bryan Adams, de esas que solía escuchar su madre. 

-Baby you're all that I want...- Su voz era apenas audible, y fue entonces cuando vió un gato. Era delgado y con el color del gato Garfield*. Se puso de pie y caminó hacia el gato, quién (obviamente) había echado a correr hacia el bosque. Curiosa, se acercó hasta donde estaba el gato y descubrió un diminuto sendero, casi invisible. 

Agradeció al cielo por haber vivido en Michigan, de acampada en acampada, y comenzó a seguir el sendero. A lo lejos, podía ver el gato. Aquello le recordaba extrañamente a Alicia en el País de las Maravillas.

Caminó por unos veinte minutos hasta que llegó a un lago. Había una pequeña barca, y en la otra orilla una diminuta cabaña con ladrillos rojos.

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¡Hola! Espero que les haya gustado el capítulo. ¡Motiven un poco a esta jovencita con sus votos y comentarios! Además pueden decirme a quien se imaginan como los personajes. En multimedia está la canción que Indigo canta bajo el roble :) 

-Marie. 

*Garfield: Es un gato gordo, anaranjado, con rayas negras y una forma peculiar de actuar. Caricatura de tira cómica de los 70. 

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