Eco.

Negociación.

Los trazos podían o no tomar forma, Umi estaba ya acostumbrada a que al menos la mitad de sus obras terminaran por ser nada. Si existía un artista capaz de plasmar cada idea de manera clara y en tiempo, deseaba ser él. Justo al desistir de pintar por al menos ese día, el teléfono guardado en una de las bolsas de su mandil, sonó.

"¿La residencia de la señorita Nishikino? "

"Sí, ¿qué desea?"

Para Umi era ya normal que la mayoría de llamadas fueran con el objetivo de buscar a Maki, después de todo ella no era especialmente fanática de dar el número de su casa.

"Habla el agente Akiyama, soy quien quedó a cargo del caso sobre el robo, únicamente me comunico con usted para avisarle que hemos logrado minimizar el área de búsqueda. Para su buena suerte la prostituta que la asaltó parece ser bastante codiciada y por lo tanto conocida."

"¿Podría decirme qué área es exactamente?"

"Lo lamento, no puedo compartir esa información con usted, pero manténgase tranquila, pronto recuperaremos sus pertenencias"

"Gracias por su trabajo, por favor avíseme cualquier nueva información."

"Por supuesto, el capitán así lo ha pedido. Hasta luego"

Después del característico tono de una llamada terminada Umi permaneció con la vista pegada al teléfono.

"Arruinar aún más una vida por unos miles de yenes, ¿En verdad Maki?"

Dejó el mandil y el teléfono sobre la mesa más cercana, desató su cabello y sabiendo exactamente al lugar donde debía ir tomó las llaves del automóvil y salió del departamento.

Fue un trayecto relativamente corto; en veinte minutos ya estaba estacionándose sobre la acera frente a un conocido bar. No fue necesario ningún tipo de soborno al guardia, su creciente fama como artista era suficiente. Tampoco fue difícil dar con la persona que buscaba, ese característico cabello anaranjado y voz estridente la guiaron hasta ella.

"Honoka"

"¡¿Umi-chan?!"

La nombrada no parecía decidirse entre mostrar alegría o miedo ante la sorpresa de ver a Umi.

"Tranquila, no vengo a cobrarte"

Rechazó el trago que la joven por pura inercia le entregó y en su lugar se sentó sobre el banquillo.

"Hahaha, el dinero"

Honoka pasó saliva aún con un notable nerviosismo.

"¡Pronto lo tendré Umi, lo prometo!"

"Ya te dije que no necesitas pagarlo, hablo en serio"

"¡Deudas son deudas!"

Atendió unos pedidos más de manera experta y regresó con la peliazul, esta vez más calmada.

"¿A qué has venido Umi?"

"Estoy buscando a una joven, una prostituta" Se apresuró a hablar en cuanto vio la expresión de sorpresa en Honoka. "No para lo que imaginas, simplemente necesito encontrarla y confió en que la conozcas o al menos sepas quien puede darme información de su paradero"

"Hehe no pensé en nada malo Umi, sé que tienes a Maki. ¿Hm, sabes su nombre o aspecto? Es común que ellas venga por aquí a conseguir clientes, aunque no siempre se les permite la entrada"

"Es rubia, ¿posiblemente extranjera? imagino que atractiva, ojos azules y un poco más alta que yo. Se identifico como Roxanne, pero supogo que es un nombre falso"