A pesar del gran día de descanso que Maki había conseguido tener, su humor no era el mejor. Las últimas horas opacaron cruelmente su tranquilidad, si Umi no hubiese desaparecido de esa manera sin duda la irritación que sentía no sería parte de ella en ese momento.
"Necesito que monitoreen la temperatura del paciente de la cama 504 de manera regular, si no disminuye llámame de inmediato"
"Por supuesto Doctora"
El turno de noche podía considerarse el más pesado o el más relajado, todo dependía de aquel que juzgara. Para Maki era tiempo para dormir y dado que había terminado ya con las revisiones, sólo le quedaba esperar a que amaneciera o alguien le llamara por alguna emergencia. Dejando los expedientes en el área de enfermería tomó camino a su oficina; sin embargo a un par de puertas ruidos inquietantes captaron su atención.
"No puede ser verdad"
Sin vacilar giró la perilla de la puerta y en cuanto su visión se acostumbró a la poca visibilidad sus mejillas se encendieron en vergüenza.
"¡Q-Qué se supone que están haciendo ustedes dos!"
Maki entró al pequeño cuarto y cerró la puerta tras de sí, al instante se arrepintió. Dentro, Nico y Nozomi prácticamente desnudas la miraban atónitas. La primera en reaccionar fue la pelinegra.
"¡¿Qué mierda haces?!"
Como si no le importara su propio estado cubrió los pechos de Nozomi con una prenda al azar. Maki miró a su secretaría con atención, no buscando ver más de lo que lamentablemente ya había hecho, sino queriendo grabar en su memoria el sonrojo que se dejaba ver en ella.
"¡Voltéate maldición! "
"Oh, sí, perdón"
Maki se giró y después comprendió que no debió disculparse, ellas eran las culpables de todo.
"Las esperaré en la oficina, no tarden o su castigo será peor"
No tenía ningún motivo por el cual seguir ahí excepto el de sentirse incómoda; por supuesto quería evitarlo. Salió por la puerta y usó el corto trayecto para pensar el castigo de ambas.
Pocos minutos después Nozomi y Nico entraron a la oficina con aspecto preocupado, las dos comprendían bien las reglas del hospital y algo como lo que habían hecho era causa de despido.
"¿Algo qué decir?"
"Fue culpa mía, estuve hostigando a Nicocchi hasta que aceptó"
"¡Eso no es cierto!"
"No importa de quién fue la culpa" Maki miró a ambas, conocía bien la situación de Nico y sus hermanos, además Nozomi era una buena secretaria a pesar de ser molesta la mayor parte del tiempo. "No volverán a tener turnos compartidos por al menos seis meses"
"¿Estás loca? Prefiero renunciar"
Maki alzó ambas cejas con desconcierto.
"Nicocchi, Maki intenta ayudarnos, lo sabes"
"¡Seis meses Nozomi! Con suerte nos veríamos un par de horas"
Nico regresó su mirada a Maki y con voz seria continuó.
"Tú mejor que nadie deberías comprender, ¿Cuánto tiempo pasas aquí? ¿Tienes sexo con regularidad? ¿Tienes citas o cenas con tus padres? "
La pelirroja mordió su labio para evitar cualquier comentario mordaz; por supuesto que comprendía aquello.
"Si quitas nuestros turnos juntas estarías jodiendo nuestra relación. Aceptaré cualquier otro castigo, o si es necesario renunciaré"
"Nicocchi, por favor. Estoy segura de que Maki encontrará otra solución, ¿Cierto?"
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Eco.
FanfictionCuando tu vida no ha sido más que una constante lucha, no dudaras en tomar cada oportunidad que se presente. No importa si es correcto o no, cualquier persona servirá para salvarte. {AU} {EliUmiMaki} {LoveLive!} • Publicada originalmente en FF•