Una genuina sonrisa enmarcaba el dañado rostro de Eli. ¡Había miles de dólares en su chaqueta! Cualquier persona que sobreviviera con el miserable sueldo del gobierno seguramente compartiría su felicidad si se encontraran en su sitio. Afortunadamente ella no tenía que envidiar o fantasear con ello.
"Si no fuera por esa maldita pelirroja" Chasqueo la lengua con molestia. Esa chica había aparecido de manera tan repentina que no logró hacerse con un botín mucho mayor. Al menos no tenía que lamentarse de haber sido descubierta. Teniendo aún la sonrisa, pero en menor intensidad, siguió caminando por la transitada calle, nada parecía cambiar en el vecindario de mala muerte del cual ya estaba acostumbrada, y tal vez eso no era tan malo.
Desde que entró a aquel establecimiento su nariz se arrugó del asco, jamás llegaría a acostumbrarse al terrible olor corporal de ese hombre. Cómo podía apestar de tal forma una habitación. Ni un perro muerto olía tan mal.
"Hey, miren quién está ahí. ¿No juraste que no volverias, Roxanne?"
"Guarda silencio"
"Huh, qué te sucede gatita"
Detrás del mostrador se encontraba la causa de su repulsión; un vejestorio de al menos 60 años, cabello canoso, barriga ostentosa, dientes faltantes y ropa ligera con sus características manchas de sudor y suciedad varia, era un total asco.
"Traigo mercancía"
De un sólo movimiento Eli dejó los anillos recién adquiridos sobre la tabla raída, de inmediato los lagañosos ojos ajenos se posaron sobre ellos, no paso mucho tiempo antes de que él los tomara entre sus dedos, analizándolos, admirándolos.
"Jojo, ¿Un cliente rico, eh? ¿Segura que no te meterás en problemas por esto?"
"Cállate y dime cuánto me darás"
"Veamos"
Eli observó cuidadosamente cada movimiento del anciano, sabía que si se distraía únicamente un segundo, él fácilmente se robaría un anillo y después fingiría ignorancia.
"Como lo pensé, son piezas muy lujosas" Ajustó nuevamente el aparató que le permitía observar minuciosamente las joyas y asintió mientras examinaba. Parecían ser de su agrado. "Te daré cinco mil dólares"
"¡No me jodas! Vale mucho más que eso"
El anciano rió estrepitosamente, causando que la furia de Eli aumentará más.
"Con esa cara dejas mucho que desear, pero si te jodo desde atrás por mi no hay problema."
"¡A ti ni siquiera se te para, maldito! Aumenta la cantidad o me iré con el tesorero del otro barrio."
Exigir con ese tono no estaba de más en ese momento. Había aprendido que con ese tipo de gente jamás debía dejar ver ni un poco de su debilidad; al menos no en ese caso.
"Bien, Roxanne, era una broma" El viejo detuvo sus sonrisa. "Te daré siete mil"
"Dame diez mil"
"¿No te parece que estás exagerando?"
"Sé lo que valen esos anillos, Max"
El hombre pareció pensarlo un breve instante antes de responder.
"Nueve mil"
"Diez"
"Chupamela y te doy esos diez que tanto quieres"
"Trato hecho" Eli dijo sin pensar.
"¡Me encanta hacer tratos contigo, preciosa!"
Casi con desesperación las huesudas manos bajaron hasta el botón del sucio pantalón, pero Eli interrumpió antes de que las peludas piernas fueran expuestas.
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Eco.
FanficCuando tu vida no ha sido más que una constante lucha, no dudaras en tomar cada oportunidad que se presente. No importa si es correcto o no, cualquier persona servirá para salvarte. {AU} {EliUmiMaki} {LoveLive!} • Publicada originalmente en FF•