Adquirida.

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Al entrar al departamento las luces encendidas le advirtieron a Umi que su novia había despertado.

"Estoy en casa"

"¡Umi!, ¿En dónde estabas?"

La expresión de Maki no reflejaba molestia, sólo preocupación.

"Fui a dar una vuelta, necesitaba inspiración"

"¿No podías esperar hasta mañana? Es media noche "

"Lo intenté pero realmente tenía deseos de pintar"

"¿Al menos lo conseguiste? "

"Ni un poco"

Umi sonrió y mostró su diestra donde llevaba pizza caliente y aquel espagueti que Maki tanto amaba.

"¿Pizza? ¿Sonoda Umi comprando pizza?"

"Quise cambiar un poco la rutina, no te sorprendas tanto "

Umi caminó hasta la cocina bajo la atenta mirada de Maki y su sonrisa burlona.

"Umi sin inspiración me gusta más "

Maki se inclinó contra la barra que conectaba la cocina y el comedor sin borrar la sonrisa de su rostro.

"No sé si debería sentirme ofendida o no "

Umi negó con la cabeza mientras buscaba un par de platos y vaciaba el espagueti.

"Deberías ofenderte cuando me guste alguien más que tú"

La pelirroja tomó los platos y bebidas llevándolo todo hasta la mesa.

"Cuando eso suceda no habrá más espagueti para ti"

"Es una suerte que jamás sucederá"

Con una ligera inclinación de parte de la pelirroja Umi entendió que debía besarla y así lo hizo con un beso corto sobre sus labios y seguidamente la mejilla.

"¿Te has tomado un día libre?"

"No, cambié un poco mis horarios para tener esta noche libre"

"¿Hm? ¿Sigues agotada? "

"No exactamente... "

Maki llevó una porción de espagueti hasta sus labios mientras apartaba la mirada.

"Sé cuando mientes, tú no cambias tus horarios sin una buena razón. "

"T-Tengo una buena razón "

"¿Cuál es? "

Umi dejó el trozo de pizza que comía para poner toda su atención en la pelirroja, conocía muy bien los alcances de su novia en cuanto ocultar su cansancio se trataba.

" Umi, no me hagas decirlo"

"¿No tienes ninguna excusa, eh? "

Ajena al verdadero motivo del nerviosismo de Maki, Umi continuó dando pequeños bocados a su cena.

"Umi... "

"No entiendo por qué no aceptas que te cansas y a veces deseas descansar más tiempo del que te permites. "

"¡Maldición Umi, quiero tener sexo, es todo! "

La joven casi escupe la porción de pizza en su boca ante el repentino ataque de tos que sufrió. En cuanto se recuperó miró a Maki con una ligera desaprobación en el rostro, la cual se desvacio al notar que había sido ella quien la había orillado a ser tan impúdica.

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