Ross
Suelto un suspiro y le doy un trago a mi bebida, mientras marco el número de Laura por décima vez en el día. Apagado.
— Ya se comunicará. Tal vez aún sigue en el avión. — dice Bethany, comiendo pochoclos mientras vemos una película.
— Está en Inglaterra. Amy ha hablado con ella cuando Ellen la llamó, estaba yendo al hotel. Pero luego no ha respondido el teléfono, deben ser las seis de la mañana.
— Tal vez está ocupada.
— Está enojada conmigo, eso es lo que ocurre. La he jodido.
Bethany suelta un suspiro. — No es nada que no puedas reparar. Explícale lo que ha sucedido realmente... Debes contarle toda tu historia. No se irá de tu lado, ella te ama. Jamás haría algo para dañarte.
— Le daré asco... — murmuro. — Ha sido todo mi culpa.
— Deja de culparte. Llámala, y si sigue sin responder... Entonces saca un boleto a Londres y ve a solucionar esto. Amy se queda conmigo.
— Le daré su espacio y respetaré su trabajo, no puedo hacerle una escena en frente de su jefe. Cuando vuelva, le contaré todo, absolutamente todo, y rogaré para que no se vaya de mi lado.
— No se irá. Ella te ama, ama cada parte de ti.
— No puedo perderla... — susurro, mirando mi celular y rogando para que me devuelva la llamada.
Al día siguiente, Laura seguía sin devolverme las llamadas y Amy quería hablar con su madre. No sabía cómo explicarle que, por mi culpa, ella probablemente no la llamaría.
— ¡Papi, ven! — exclama mi hija, y yo voy a su habitación.
Está acostada y tapada completamente.
— ¿Qué ocurre? — le pregunto, sentándome a su lado.
— Estoy enferma... Me duele la panza. — dice. — Tienes que llamar a mamá.
Deposito un suave beso en su frente y me sorprende notarla caliente, creía que estaba mintiendo. Acaricio su mejilla.
— Tu madre y yo hemos discutido, es por eso que no atiende el teléfono. Le diré a Ellen que la llame y le diga que hable contigo, pero no podemos decirle que estás enferma... Volverá y tiene trabajo que hacer. Yo cuidaré de ti.
— Pero... La quiero a mami... Ella sabe hacerlo... — susurra con lágrimas en los ojos.
— Amy, princesa...
— La extraño... Quiero a mi mamá... — susurra llorando.
Suelto un suspiro y me acuesto a su lado para abrazarla con fuerza, ella se acurruca en mi y llora durante unos minutos. Amy siempre ha sido cercana a Laura, jamás han estado más de dos días separadas.
— Yo también la extraño, Amy... — murmuro.
— Dile que vuelva de la tonta Inglaterra. Los ingleses ya la han tenido mucho tiempo.
Suelto una carcajada y beso su mejilla. — Descansa un poco, Amy. Iré a prepararte una sopa y te daré un jarabe, te sentirás mucho mejor.
— ¿Puedo ver dibujitos en tu habitación y te puedes quedar conmigo? — me pregunta.
— Por supuesto que si. — acepto, para después alzarla en brazos y llevarla a mi habitación.
La acuesto y la arropo, antes de bajar a la cocina y prepararle una sopa y una cucharada de jarabe. Aprovecho y también llamo a Laura. Por supuesto, da apagado. Decido dejarle un mensaje de voz.
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Amy (Raura)
RandomAmy es una niña de siete años. Como lo dice su significado, es amada por todos. No tiene la típica pareja de padres, su madre tiene otras citas, su padre también, pero viven juntos. Su mayor deseo es ver a sus padres ser una pareja feliz, y tener un...