Laura
Ross me abraza por los hombros de manera posesiva, pero yo no lo quito. Me siento segura en sus brazos. Erik levanta una ceja mientras sonríe de lado.
— ¿Le has perdonado que te haya sido infiel y lo haya disfrutado? — le pregunta. — Vaya... Sabía que estabas enamorado, pero no sabía que estabas tan estúpidamente enamorado.
— Lo que suceda entre Laura y yo no es tu asunto. — responde Ross, tenso.
Coloco mi mano en su rodilla y la acaricio con suavidad, él se relaja.
— No, por supuesto que no. De hecho, disfruto de sus peleas... — murmura, y me da una mirada lasciva. — Realmente las disfruto.
— Has venido por un asunto, enfóquemonos en eso. — digo. — Ayer cuando te amenacé y te dije que era tu hijo, te mentí. No sé quién es el padre.
— Soy yo. — afirma.
Ross ríe secamente. — ¿Sabías que con Laura estábamos intentando tener un hijo antes de que tú aparecieras y lo jodieras todo?
— No jodí todo, solo a tu novia. — responde, mirándolo con suficencia. — Además... Si mal no recuerdo, tú ni siquiera la besabas desde hace tres semanas.
— Pero...
— Ah. Hay tres semanas de diferencia entre tu encuentro y el mío. Eso nos tiene que decir algo, por supuesto... que es mio.
— ¿No has tenido siquiera la conciencia de usar condón? — pregunta Ross, furioso. — Tú sabías que Laura ya no se cuidaba, te he dicho que queríamos tener un hijo en esa estúpida cena.
— Te dije que disfrutaría de acostarme con tu chica a tus espaldas. Nunca fue tuya, Lynch. Está embarazada de mi hijo, me pertenece.
— ¿La has embarazado a propósito?
— Eso suena horrible cuando lo dices... Digamos que, no me molesta ser el padre de su hijo.
Lo miro boquiabierta, sin poder creerlo. Erik estaba loco.
— Bueno, te ha salido mal. Laura se acostó conmigo dos días después. — le dice Ross, sonriendo de lado. — Al parecer no has sido tan bueno, por lo que no sabemos quién es el padre.
— Haremos una prueba de ADN... Podemos hacerlo durante el embarazo. La haremos en dos meses. — murmuro. — Sea cual sea el resultado, mi lugar estará con Ross.
— ¡Pero es mi hijo! ¡Vivo en Alemania! — exclama Erik.
— Me importa una mierda. Laura no se mueve de aquí. — ordena Ross, y su mirada me da miedo. No quería ser Erik en estos momentos.
— Superalo de una vez, me acosté con ella. ¿Qué más quieres? ¿Que la bese en frente tuyo y ver cómo me corresponde? No te pertenece. Siempre ha sido mía.
Una sonrisa ladeada aparece lentamente en el rostro de Ross, y antes de darme cuenta, coloca sus manos en mi cuello y me atrae hacía él para besarme.
Le correspondo el beso con desesperación y deseo, Ross me acerca más a su cuerpo y su lengua acaricia la mía. Oh, Dios... Me estaba quemando viva.
Se separa lentamente y yo me contengo para no rogarle por más. Necesitaba más de Ross.
— Descuida, hago la demostración por ti. — dice, tranquilamente.
Erik gruñe y lo mira furioso, pero yo tomo la mano de Ross y entrelazo nuestros dedos.
— Simplemente quería comunicarte esto en persona, creía que sería mejor.
— ¿Podemos ir a cenar el viernes y hablar a solas?
— No. — me niego. — No iré a cenar contigo, lo que tengas que decir... Lo puedes decir en frente de Ross.
— De acuerdo... En nuestra primera noche, ¿realmente creías que yo he sido tu mejor sexo? — pregunta, sonriendo con arrogancia.
Eso es todo lo que Ross necesita. Antes de darme cuenta, me suelta y se balanza a Erik para después descargar sus puños en su rostro. Los miro boquiabierta. Erik tampoco se quedaba atrás.
— ¡Ross! ¡Erik! ¡Basta! — exclamo, y tomo a Erik del brazo para separarlo de Ross, quien estaba debajo suyo.
— ¡Te acostaste con mi mujer! — le grita.
— ¡Y tú te acostaste con mi novia! — le grita Erik. — ¡Ella era mía, me amaba a mi! Y tú me la arrebataste. ¿Cómo se siente?
— Ni siquiera sabía de tu existencia, imbécil.
— Pero tú sabías que ella estaba enamorada de alguien y no te importó. Laura y yo teníamos planes, entonces tú has llegado y me la has quitado. Me arrebataste mi lugar, mi sueño y mi vida.
— No te arrebaté nada, Laura recién me ha dado una oportunidad hace unos meses atrás.
— Pero ella no volvió a mi porque tú la embarazaste. ¿Qué se siente que te hayan hecho lo mismo? — le pregunta sonriendo de lado.
— Estás enfermo.
Erik se quiere abalanzar nuevamente hacia Ross, pero mi mano lo detiene.
— Ni siquiera lo pienses. — le advierto.
— Siempre lo has preferido a él. Nunca me has amado, no de la manera en la que amas a Ross.
— Erik... — murmuro, pero él rueda los ojos y se marcha.
— Algo de él no me gusta. Está obsesionado contigo. — dice Ross, y yo lo ayudo a levantarse.
— Es mi culpa... — susurro. — No volví con él por Amy, pero tampoco volví con él por ti. Creo que siempre te amé, pero mis sentimientos me asustaban por su intensidad. Luego de haberme acostado contigo, sentí que mi corazón había sanado... Y estaba latiendo por ti.
Ross acaricia mi mejilla con suavidad.
— Nada de lo que pasó es sólo tu culpa. Fue culpa de los tres. No voy a tomar el papel de víctima y a decir que mi novia me engañó mientras que yo me desvivía por ella, porque la verdad es que tú me engañaste porque yo te descuidé y te dejé sola. Lo siento mucho, Laura...
— ¿Me estás pidiendo disculpas? — pregunto, sorprendida.
— Estábamos en un receso, ¿verdad?
— Ross...
— Pero no volveré contigo. — me interrumpe. — No confío en ti, ya no hay esa confianza entre nosotros... Y me temo que sin ello, no podemos funcionar.
Suelto un suspiro y asiento, con lágrimas en los ojos.
— Haré hasta lo imposible para recuperarte... — le aseguro, y él sonríe con tristeza.
— No hay solución para esto, Laura. Simplemente... No estábamos destinados a estar juntos.
Estoy a punto de negar aquello porque joder... Aquello no era cierto. Pero él besa mi mejilla con suavidad y se aleja.
— Iré a buscar a Amy. Me quedaré en lo de Bethany por un tiempo. — me informa, para después irse.
En ese momento, mi corazón termina de romperse.
ESTÁS LEYENDO
Amy (Raura)
RandomAmy es una niña de siete años. Como lo dice su significado, es amada por todos. No tiene la típica pareja de padres, su madre tiene otras citas, su padre también, pero viven juntos. Su mayor deseo es ver a sus padres ser una pareja feliz, y tener un...