Amy (Raura)

Capítulo XI

Laura

La culpa me estaba matando y se me hacía demasiado difícil no gritarle a Ross que me había acostado con otro cuando me decía lo afortunado que se sentía por tenerme, o cuánto me amaba. Necesitaba hablarlo con alguien, y no había nadie mejor que Natasha para ello.

— ¿Cuál es la urgencia? — pregunta. — ¿Dónde están Ross y Amy?

— Se han ido, me ha costado sacar a Ross de la casa pero Bethany lo arrastró a una clase de embarazadas, y Amy los ha acompañado.— le explico. — Necesito contarte algo. Ya ha pasado un mes... Y no lo soporto más.

— ¿Qué pasa?

— Me acosté con otro hombre.

Sea lo que sea que esperaba, no era aquello. Me mira boquiabierta y los ojos abiertos como platos. Bajo la cabeza avergonzada.

— ¿Tú? ¿Te has acostado con otro? ¿Estando con Ross?

— Si... Ha sido solo una vez. Bueno, no literalmente hablando.

— ¡¿No estás hablando literalmente?! ¿Cuántas han sido?

— ¿Seis? ¿Siete? No lo sé... — murmuro.

— ¿Quién ha sido? ¿Lo conozco? ¿Nathan?

— Erik... Ha sido Erik.

— Laura...

— Lo sé. — la interrumpo, con los ojos llenos de lágrimas. — Creía que Ross me engañaba y Erik me hizo sentir... Amada. Me hizo sentir como Ross no lo hacía durante semanas, él estaba tan distante y ni siquiera pasaba tiempo en casa. Erik usó aquello en mi contra, pero yo quise. Lo deseé. No pude detenerlo. No pude sentir remordimiento, no hasta que Ross llamó y me explicó que no me había engañado. He sido una estúpida, y Erik se ha llevado la peor parte. Lo utilicé, utilicé el amor que sentía por mi para sentirme mejor... Para sanarme al menos un poco.

— No, Ross se ha llevado la peor parte. A él has traicionado. No puede perder más personas, Laura. Perderte a ti... No lo soportaría. Eres su debilidad, y tú misma le has dado en donde más le duele.

— ¿Crees que no lo sé? — pregunto, llorando mientras me abrazo a mi misma. — Me siento una zorra... Lo voy a lastimar. No puedo decírselo.

— Se lo tienes que decir, Laura... — suspira. — Y no eres una zorra. Lo necesitabas, Ross estaba distante y pensabas que te engañaba. Has cometido un error, eso es todo. Ambos lo han cometido. Ross lo entenderá, tarde o temprano. Te ama demasiado como para dejarte ir por esto.

— ¿Realmente lo crees? — suelto un sollozo.

Ella sonríe levemente y asiente, para después acercarse a mi y abrazarme con fuerza.

— Todo estará bien... — susurra. — Y si no te perdona, intentarás tener la mejor relación posible por Amy.

— No puedo perderlo... — digo en voz baja.

— Pero tampoco puedes tener una relación sincera si le ocultas que te has acostado con otro hombre.

Asiento. Tiene razón.

— Se lo diré en cuanto antes...

— Oye, esa Bethany. ¿Por qué pasa tanto tiempo con Ross?

Me encojo de hombros. — Son como nosotras.

— Nosotras no nos hemos acostado.

— Son solo amigos. — afirmo. — Ella está embarazada y necesita de alguien, Ross será el padrino del bebé.