D i e z

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Dejo que sus brazos me tomen con fuerza y rodeo mis brazos por su cuello para corresponder a su abrazo. Lo atraigo más a mí y lloro como la niña pequeña que solía ser cuando me quitaban mi juguete favorito.

Después de algunos minutos me separo de Luis y seco algunas lágrimas de mi rostro.

—¿Estás bien?—pregunta.

Asiento con la cabeza y me atrevo a mirarlo después de tanto tiempo.

—Perdón por todo esto—comienza a hablar—. Perdón por dejarte sin ninguna explicación. Creo que lo que más mereces ahora es que te de una razón por haber hecho lo que hice. Pero no puedo explicarlo ni yo mismo, ni siquiera puede llegar a mi mente una excelente excusa por haberte dejado. Eres una persona maravillosa y creo que no mereces alguien así como yo, que solamente te ha provocado heridas.
—Te equivocas. Yo soy la quien te hecho daño, ignorándote y dejando que el mundo entero estuviera en tu contra.
—Tal vez, tienes razón. Los dos nos hicimos daño—confiesa—. Enterarme el que no pueda caminar me afectó demasiado que lo único que hice fue pagarla contigo y alejarte de mí cuando más te necesitaba. Lo que quiero decir es que ahora que me encuentro bien, quiero saber si me perdonas aunque sea un poco.
—Sí, te perdono.

Las cosas están bien. Después de bastante tiempo, todo está bien.

—¿Por qué no podemos volver a lo de antes?
—No creo que me merezca estar a tu lado.
—¿Qué dices?
—Vine aquí a solucionar contigo lo que antes habíamos dejado a mitad y quiero avanzar con mi vida por eso vine a solucionar las cosas.
—Así que lo más fácil es alejarte de mí ¿verdad?

Su silencio lo dijo todo.

—Está bien— sonrío con tristeza.
—Aitana, no quise decir eso.
—Sí, te deseo mucha suerte en tu vida.
—Aitana.

Luis me habla y no le hago caso. Me alejo de él lo más rápido posible.

Todavía lo quiero y necesito tiempo para dejarlo atrás y seguir con mi vida.

Sigo Adelante [A i t e d a]#Libro2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora