C a t o r c e

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Pasaron varios días en los cuales me dedicaba solo a ignorar a William. Cuando nos encontrábamos en el estudio o cuando tenía que estar en una reunión con él, aparentaba como si él no estuviera ahí. No le hable, ni siquiera me acerqué a él para solucionar las cosas. Varias personas ya se habían dado cuenta de la extraña relación que teníamos William y yo, algunas de ellas me preguntaron si nos habíamos peleado pero lo único que les dije era que ambos necesitábamos descansar y ocuparnos de nuestro trabajo. Unos si se lo creyeron y otros, por supuesto que no. Las personas dejaron de hablar de eso pasado dos semanas.

Cuando iba a ensayar el sábado, llegué más temprano de lo habitual para no encontrarme con Luis.

Ahora que había podido estar más cerca de él, me sentía incómoda al verlo y lo único que pasaba por mi mente era el beso que me di con William. No me atrevía a mirar a Luis a los ojos después de lo que pasó. Evitaba a los dos. No podía estar más avergonzada y confundida por todos los sentimientos que habían empezado a mezclarse en mi mente y en mi corazón.

Terminada la sesión de hoy, me despedí de los chicos que ensayaron conmigo y comencé a caminar por el pasillo con mi guitarra. Mientras tenía mis auriculares y la música a alto volumen, no me di cuenta de la presencia de alguien a mi alrededor. Me quite rápido los auriculares y comencé a correr por el pasillo al ver sus ojos cafés posarse sobre los míos. Correr no me sirvió de nada porque en cuestión de segundos ya me habían cogido de mi brazo deteniéndome para que no pudiera avanzar.

—Aitana, necesitamos hablar.

Yo me voy.

Pero como si leyera mi mente puso sus brazos al lado de mi rostro para que no escapase.

—No huyas—los ojos cafés de William me miraron—, enfrenta de una vez por todas lo que pasó.
—William, creo que no es momento.
—Sé que no te lo había dicho pero te quiero demasiado y me duele que sufras por algo que te sigue atando. Por favor, déjame ayudarte a olvidarlo.

Esa es la cuestión.

No sé si en verdad quiero olvidarlo.

—Yo...—me detuve al ver unos ojos observándonos desde lejos.

Sigo Adelante [A i t e d a]#Libro2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora