Capitulo 5

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Al día siguiente volví a clase y allí estaba el imbécil con sus amigos, se quedó mirándome y yo pasé de él, fuí a mi taquilla y busqué un par de libros
Cuando me iba a ir a clase me crucé con Lea

-¡Hola!- me abrazó- ¿Sobreviviste?
-Eres una exagerada, enserio, sólo es un tío estúpido e imbécil, no es nada más- ella se rió un poco, pero paró y se quedó mirando detrás mío, frunció el ceño- ¡Lea!- me señaló detrás y me giré, ví a mi querido amigo, nótese el sarcasmo-¿Que quieres?
-¿Estupido e imbécil?
-No te ofendas, fué lo más suave que encontré- se rió
-Bueno... ¿Hoy puedes venir? Quiero terminarlo ya
-Tengo cosas que hacer
-¿Mejores que estar conmigo?- dijo haciéndose el ofendido
-Si, tengo que ir a comprar con tu dinero, ¿recuerdas? Y gracias por darme más ahora- él miró su cartera rápidamente
-Ni puta gracia, dámelo
-Pues yo me parto- rodó los ojos y extendió la mano, yo le di el dinero- sólo porque con el otro ya me vale, no necesito más
-Me lo devolverás
-Sigue soñando, ese vestido no fué barato- se fue cabreado mientras a mi se me escapó una risita de victoria

Lea y yo pasamos toda la mañana juntas y por la tarde fuimos al centro comercial a comer después nos fuimos de compras

-Bueno, dime, ¿que quieres comprar?, Hoy invita el imbécil- dije orgullosa
-Tess, no creo que debamos de gastar ese dinero
-¿Cómo? Oh... Venga Lea, él no te hará nada, yo misma me aseguraré
-Aun así, esto está mal Tess- resoplé, Lea tenía razón, peor aún así el se lo merecía, era un gilipollas
-Pero...- ella me interrumpió
-Se lo que piensas sobre él, yo también lo odio, mucho muchísimo y...
-Pero Lea, sé que está mal ¿vale?, Pero no quiero devolvérselo, no hasta que por lo menos se disculpe o haga algo
-Vale, pero no lo gastes, hazlo por mí
-Joder Lea Grey- ella sonrió victoriosa y yo la saqué la lengua, ella me empujó y yo la iba a empujar pero salió corriendo y fui detrás de ella, íbamos las dos, como locas, era agradable sentir que todos nos miraban como si estuviésemos retrasadas y locas, pero es que así era, nuestras risas se escuchaban por todo el centro comercial, me divertí mucho esa tarde














Después de estos días algo movidos, me puse a repasar la historia de Diego Ortiz, sin hijos, soltero, pero ha estado con todas la mujeres que ha querido, no se le ve mucho, sólo en el instituto, al parecer es mi profesor de Geología, pero todavía no a pisado por clase cuando hemos tenido esa asignatura
Hoy había Geología y espero que vaya

Salí de la habitación y cerré con llave, me puse la mochila en la espalda y empecé a caminar hacia el instituto, una vez allí me fijé en una persona, Diego Ortiz, allí estaba, fui a clase como de costumbre, estaba esperando la hora de geología desesperadamente, hasta que llegó, él entró por la puerta con una sonrisa mirandonos a todos y se paró en mí

-Usted debe de ser la nueva, yo soy el señor Collins, ¿usted?
-Tessandra Rians
-Muy bien señorita Rians, bienvenida- me sonrió brevemente y miró a la pizarra- Página 34 todos

Empezó a explicar, yo no le quitaba la vista de encima, parecía una persona normal, y después de todo hasta buena persona, pero yo sabía que no era así, sabía que él jugaba con la mente de las personas, ya lo había echo con otros espías, en concreto con algunas de mi agencia, nadie había conseguido atraparle, pero yo no me dejaría engañar
Al terminar la clase él fué a su despacho

-¡Tess!¿Me estás escuchando?- la miré y sonreí inocentemente- Lo suponía, ¿que es lo que tanto te interesa?
-¿Cuanto lleva el profesor Collins en el instituto?
-Que yo recuerde desde siempre- asentí y volví a poner mi atención en su despacho-¿Por qué lo preguntas?
-Curiosidad

Estábamos saliendo, ya nos habíamos despedido cuando apareció el imbécil

-¡Hey!, ¿qué tal hoy?
-Ya tardabas en aparecer, no te había visto en todo el día
-No fuí a clase, no me apetecía
-A bien, genial
-¿Bueno que tal a las 4?
-Mejor un poco antes, tengo que hacer cosas luego
-Está bien
-En tu casa a las 15:30
-En tu casa, en la mía hoy no se puede
-Esta bien, ¿te acuerdas de donde vivo?
-Si, tranquila, no soy tonto- me reí irónicamente
-Que gracioso eres a veces- me miró mal y se fué

Llegué a casa y me puse a comer, después me puse a hacer ejercicio y me duché, al salir de la ducha, tocaron el timbre, resoplé y me enredé la toalla a mi alrededor y salí a abrir, allí estaba con su sonrisa de siempre, pero al entrar me miró de arriba a abajo y aún sonrió más, sin darle más importancia me marché a vestirme, me puse una sudadera verde militar, unas mayas negras y unos calcetines, me peiné un poco con los dedos y salí

-No hacia falta que te vistieras para mí- me sonrió y me guiñó un ojo
-No opino lo mismo- subí las escaleras y él me siguió, entramos en mi habitación y yo me senté en la silla del escritorio, donde el ordenador
-¿Cómo te permites esta casa?, yo no te veo trabajar
-Bueno, una larga historia
-¿Osea que no me la vas a contar?
-No, ¿desde cuándo te importa tanto mi vida?- le miré y él se rió- ¿Que te hace gracia?
-Que pienses que me intereso por ti
-Pues no preguntes entonces- se quedó serio
- Bueno empecemos














Durante algunas horas hicimos el trabajo hasta por fin terminarlo

-¡Al fin!- dije yo
-¿Te alegras de que ya no me volverás a ver?
-De eso y de que ya terminamos, ya puedo hacer mis cosas agusto- miré la pantalla- espera, faltan los nombres- puse el mío y cuando iba a poner el suyo me di cuenta de que no lo sabía el pareció darse cuenta, oí una risa detrás y a los dos segundos unos brazos me rodearon y las manos empezaron a escribir en el ordenador "Taylor Ortiz", ese era el nombre del imbécil- Vaya, pero si tienes nombre, Taylor
-Tay mejor, Tess
-Yo no te di permiso para que me llamases así- se encogió de hombros
-No lo necesito- levanté una ceja y pasé del tema mientras sacudía la cabeza, el se sentó en la cama
-No tienes fotos ni nada en la habitación
-¿De quien iba a poner fotos?
-Yo que sé, ¿Tan antisocial eras que no hiciste ningún amigo en los centros de menores?
-Ni siquiera tenía tiempo- dije cortante, el se calló, pero parecía difícil dejarlo sin palabras
-Creo que eres la única chica que a estado más de 10 minutos sin acostarse conmigo, y varios días
-¿Y a que viene ahora eso?¿Además, no tenías novia?
-A nada y si, pero es algo complicado- puso cara de asco y yo no entendía nada
-Oye, nunca te lo he preguntado, pero ¿Que te pasó en realidad con Lea?, porque ella me dijo que la destaparse que era prostituta, y también que era para cuidar de su hermana pequeña, pero no tiene hermanas pequeñas
-Creo que debería irme, ya es tarde-empezo a guardar su ordenador
-Espera, ella tampoco me lo cuenta, ¿qué pasó?
-Ahora no puedo hablar- se levantó, pero yo fui más rápida y me puse en la puerta
-De aquí no sales hasta que no me lo cuentes- me miró y se rió
-Anda, apartate
-No, cuéntamelo
-Que te lo cuente ella, yo no quiero saber nada de ese tema
-¡Tay!- le miré desafiante, pero él se me acercó y yo choqué contra la puerta en un intento de evitarlo, quedó a centímetros de mí, yo seguía con mi mirada desafiante
-Vaya, todas las chicas a este paso, ya se me habrían tirado encima
-Pero yo no, y menos a tí
-Acabaré entre tus piernas, lo sé- le di una bofetada y él se tocó el moflete donde le había dado, se acercó aún más
-No estés tan seguro, no me gustan los imbéciles
-¿Y yo lo soy?- se acercó más aún y yo finalmente lo empujé y él cayó en la cama
-No me toques- volvió a sonreírme
-¿No te gusta que te toquen?
-No y mucho menos tú, no me caes bien, después de todo le destrozaste la vida a mi amiga
-¡Eso no es verdad!- se levantó bruscamente de la cama y se acercó cabreado, yo retrocedí un paso- me voy- dijo desconcertado, ni él sabía porque reaccionaba tan brusco, abrió la puerta y se fué, yo me quedé paralizada y es que no sabía qué hacer, en el resto de la tarde me quedé en casa trabajando en el caso
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CONTINUARÁ...

Terrores del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora