*NARRA TESS*
Abrí los ojos, estaba en mi habitación, me dolía la cabeza y tenía un punzante dolor en en el abdomen, oía gritos de fondo, parecía una discursión, reconocí las voces con facilidad, Lea y Tay, ¿Estaban aquí los dos?, me levanté lentamente y con dificultades caminé hasta las escaleras y me senté, escuché la conversación
-¿De verdad te crees que te voy a dejar?- esa era Lea, se la notaba histérica
-¿Pero que dices loca? Yo no quiero eso- Tay también estaba nervioso y algo inquieto
-Se te ve en la cara, que a mi no me la vuelves a colar
-¡Que no!¿¡Te lo tengo que repetir otra vez!?¿¡Acaso estás sorda!? Me voy de aquí
-¿¡Ya huyes!? Cómo siempre- se oyó un portazo que me sobresaltó
Bajé hasta abajo y vi a Lea de un lado para otro hasta que fijo su vista en mi y corrió a darme un abrazo, pero un gemido de dolor hizo que se apartara rápidamente
-¡Perdón!¡Lo siento!¿Estás bien?- asentí dolorida
-¿Por qué estás tan roja y tan nerviosa?
-Voy al baño- sin decir nada más se fué y yo salí afuera sin cerrar la puerta del todo y lo vi sentado en las escaleras del porche fumando un cigarro, caminé hasta él y me apoyé en su hombro para sentarme a su lado, dando otra calada y sin mirarme me preguntó
-¿Qué haces aquí? Deberías de estar en la cama, tienes que descansar
-¿Qué haces fumando? ¿No sabes que es malo para tu salud?- se rió
-¿Acaso a alguien le importa mi salud? O yo mismamente- le quité el cigarro de la mano y me miró, se lo apagué contra en suelo, todavía quedaba más de medio, después lo tiré lejos y le miré
-A mi sí, así que deja de fumar ya o me ocupo yo de que no fumes más- se rió irónico y sacó el paquete para coger otro, pero se lo quité antes de que pudiera hacer nada
-Dámelo Tess, esto ya no hace gracia
-A mi no me hace gracia que fumes,¿me ves reírme?
-Trae aquí, enserio- lo guardé en el bolsillo de la sudadera que llevaba y me intenté levantar, lo conseguí por fin, y me fui perseguida por Tay- ¡Tessandra!- tiro de mi brazo y me puse enfrente, menos mal que era el lado bueno
-¿¡Que!?- le grité en la cara, él me miró enfadado
-Dame el puto paquete
-Sueltame
-Primero dámelo
-No voy a dejar que te envenenes más, ¿Me oyes?, Esto es malo para ti, y no deberías fumar, ¿Tú sabes que puedes morir? Gilipollas- me fuí de allí muy enfadada, con rabia y una sensación de impotencia, alguna lágrima quería salir, sólo yo sabía la razón
Entré en mi habitación y di un portazo, me tiré en la cama y saqué el paquete de cigarrillos, uno a uno los fuí rompiendo, con una imagen muy clara en mi cabeza, la de mi madre, aquella puta droga la había matadoHabían pasado ya algunas semanas, yo seguía con mi investigación, esta vez más centrada, había descubierto a varios alumnos y hasta se había interesado por mí, quería que yo vendiera droga y yo había aceptado infiltrada, había hablado varias veces con Diego Ortiz y habíamos llegado a varios acuerdos
Sobre Tay, no había hablado con él en este tiempo y Lea estaba ausente últimamente, no sé qué la pasaba y estaba claro que no me lo quería contar, cuando la preguntaba se iba o cambiaba de tema radicalmente, estaba preocupadaSonaba por fin, después de un largo día la campana, y todos salíamos de aquel infierno llamado instituto ,cada día que pasaba lo odiaba más, sólo eran cosas inútiles y fáciles las que nos enseñaban, yo eso ya lo había estudiado todo
Iba caminando hacia mi casa cuando me paró un hombre para pedirme la hora, al sacar el móvil me lo quitó y otro hombre me agarró de las manos inmovilizandome
Casi sin darme cuenta estaba casi metida en un coche, pero alguien golpeó a uno de los hombres y este me soltó los pies, pero antes de hacer nada el que me tenía de las manos me puso un suero en la nariz y boca para dormirme y lo último que recuerdo es que me metían en un cocheAcababa de despertar y al abrir los ojos no veía nada, ya que había un foco dándome en la cara, miré a mi alrededor, vi a Tay inconsciente con arañazos y una herida en la cara, me asusté y me intenté levantar, pero estaba atada a la silla, miré rápidamente el resto, era una habitación blanca con una cámara y sin ventanas, empecé a pensar en lo peor, cuando Tay se movió
-¡Tay!¿Estás bien?- el asintió algo dolorido y me miró
-No me acuerdo de nada
-Yo tampoco, ¿dónde estamos?- miró a su alrededor para ver la sala y se encogió de hombros, acto seguido un hombre entró por la puerta, no me sonaba, este nos puso cinta americana a los dos en la boca y empezó a mirar unos papeles
-Bueno, bueno- nos miró con actitud chulesca-Taylor Ortiz y Tessandra Rogers,¿o debería llamarla agente Rogers?- sentí la mirada de Tay, confundido- Empecemos por usted Taylor- ambos estábamos confundidos- dicen que no hay peor tortura que la verdad, y así vamos a empezar, veamosSe puso a buscar papeles entre las carpetas hasta que las encontró
-19 años, hijo de un padre cuyo nombre no existe y madre desaparecida- Tay le miraba con odio- a no, espera, que yo si sé quiénes son, tu padre es Diego Ortiz, el famoso traficante y tu madre una puta de la que tu padre se enamoró en Ucrania, pero la mataron los Díaz si no me equivoco, la pobre debía mucho dinero y la tonta de ella no se lo dijo a tu padre, que gran error- Tay se revolvió en la silla e intentó gritarle al hombre, pero la cinta de la boca se lo impedía-, tienes una hermana pequeña, que mona, una pena que tuviera cáncer, veo que eres igual que tu padre, fumas, bebes y todo el día de fiesta y acostándose con mujeres, pero extrañamente hace un mes que dejaste de acostarte con mujeres, ¿eres gay ahora?- se rió, mientras que yo no salía de mi asombro, él era hijo de Diego Ortiz, el hombre al que estaba investigando- fumas desde los 12 y durante un año estuviste con drogas, ¿pero saliste de aquello gracias a un amigo no? Pero murió, o lo mataron más bien dicho, y por tu culpa- al decir aquellas palabras Tay se revolvió otra vez en la silla, pegando un golpe muy fuerte contra el suelo de vuelta- Relájate, ahora vamos con tu amiguita, esto es más jugoso que lo tuyo- a Tay se le notaba cabreado y nervioso, pero al oír las primeras palabras de mi historia se enmudeció
Yo miraba al suelo, intentando no escuchar nada, volver a recordar cada imagen de mi puñetera vida me destrozaba, era un infierno del que nunca voy a salir
- Tessandra Rogers, agente de la AIM desde que tenías 7 años, interesante, mejor espía en los últimos 5 años, impresionante, ¿pero hubo un problemilla hace unos años verdad?- le miré con odio- en una misión algo salió mal y dispararon a tu compañera y a ti, ella murió,pero tú estuviste en coma inducido 2 meses, cuando despertaste te pasaste encerrada 1 mes, sin hablar con nadie, sin relacionarte con nadie, sin ver la luz del sol y casi sin comer, te quedaste anoréxica, pero te recuperaste,¡Uff...! Tu historia de cuando eras pequeña es muy interesante- él pasaba las hojas como si se tratase de una revista del corazón, y no, era mi vida- ¿cuando eras pequeña tus padres no te querían mucho verdad? Te pegaban, te maltrataban, te explotaban, pero a los 6 años tu padre te violó, le mataste con un cuchillo mientras él te perseguía y tu madre fué pillada cuando tus vecinas la denunciaron por maltrato a menores, pero no fue eso lo que te separó de tu madre, cuando los médicos te vieron, había más cicatrices y quemaduras de cigarros que piel en sí, la AIM te acogió y te enseñó a pelear, a defenderte, te enseñaron a anticiparte a los demás, a destacar sobre el resto, pero esto no te ha servido de mucho, ya que ahora estás aquí- me miró, yo estaba rota, hacía mucho que intentaba olvidarlo todo, pero no podía, me era imposible, aquellas escenas eran imborrables, desaté el nudo de mis manos y rompí la silla contra la pared antes de que nadie pudiera reaccionar, me desaté los pies y cuando aquel tipo vino a por mí lo conseguí arrinconar contra la pared y hacerle suplicar para que le soltara, me quité la cinta de la boca
- ¿¡Que quieres de mí!?- la voz se me quebraba, pero ya me daba igual, lo único que quería hacer era hacerle pagar, pero oí unos ruiditos, era Tay intentando llamar mi atención, sus ojos me pedían que no le matase, así que sólo le rompí un brazo y le tiré al suelo
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CONTINUARÁ...
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SIENTO NO HABER SUBIDO AYER, NO TUVE UN DIA MUY FÁCIL, PERDÓN
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Terrores del pasado
Teen FictionElla, con secretos Él, dispuesto a descubrirlos Para el todo eran fiestas, alcohol y drogas Para ella todo era disciplina, normas y supervivencia Él, nunca tuvo que hacer nada por nadie Ella, sacrificó todo por protegerse Descubre esta historia, ¿qu...