Capítulo 9

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Me cogió en brazos y me metió en el coche, me llevó a toda velocidad hasta mi casa, cogió las llaves de mi pantalón y me llevó hasta el baño, me quitó la camiseta y vió toda la sangre

-Coge unas pinzas del cajón y sácala
-¿¡Estás loca!? No soy cirujano, me estoy mareando...
-¡Hazlo! ¡Abre la puta herida con tus manos, mete la pinza y saca la bala coño!- me hizo caso, yo gritaba desgarradoramente y el consiguió sacar la bala
-¿Y ahora que?
-Las vendas- dije ahogada- rápido- él las cogió y me puso una gasa sobre la herida y puso vendas alrededor de mi cintura para sujetarla
- Ya está...- estaba asustado y preocupado, se le notaba
-Tranquilizate, no pasa nada- le abracé con algunos dolores y él me levantó del suelo llevándome hasta mi cama, me tumbó y yo se lo agradecí- parece que te hubieran disparado a ti en vez de a mí- intenté reírme, pero no podía, y en vez de eso tosí
-Si, no es algo muy normal para mí que disparen a alguien que conozco, ¿Sabes?- dijo sarcástico yo intenté otra vez reírme- tú y tu humor de verdad, antes de perderlo, morirás- dijo algo más relajado, yo sonreí y fuí cerrando los ojos poco a poco hasta dormirme

Un rato después me levanté y me dió un pinchazo en la zona de la herida, llevaba una sudadera que no era mía, caminé hasta la puerta con mucho dolor y apoyándome en las paredes hasta bajar las escaleras y me encontré con Tay, bastante despeinado, me miró y se levantó de un salto

-¿¡Qué haces aqui!?- se acercó rápidamente y me sugetó para que no me cayera
-Es mi casa- me reí
-¿Por qué te levantas de la cama?, No deberías, recibiste un disparo
-¿Cuanto llevas aquí?
-Un día- abrí los ojos
-¿No fuiste a clase?- me sorprendí bastante
-¿Y dejarte sola? No, además, tampoco quería ir así que...- se rió y yo me contagié de él unos segundos
-Espera, ¿llevo un día entero dormida?
-Si, desde ayer cuando te saqué la bala- me pare a pensar unos segundos
- Te puedes ir a casa, gracias, de verdad- me sonrió, pero se negó
-No, ¿te has visto? Casi no puedes caminar -vale y tenía razón, pero necesitaba hacer algunas cosas para la agencia y él no podía estar presente
-Estoy bien, mira hacemos una cosa, si me pasa cualquier cosa, serás el primero en enterarte, vete a ducharte a tu casa o a algún sitio no sé
-Esta bien, pero hazlo, si algo, me llamas- asentí y le hice señas para que se fuera, me dió una última mirada y se fué, yo cerré rápido y llamé a la agencia, les informé de todo y vino un médico, me curó y me cosió la herida
Después de aquello apenas podía moverme sin que me dieran pinchazos, justo en ese instante recibí una llamada, era Lea

*Llamada telefónica*
-¡Hey!, ¿Te vienes al centro comercial?, Han estrenado una nueva película que me encanta, porfa, ven conmigo-no podía ir, no con esto
-Lea... No puedo
-porfaaaaa- yo suspiré
-Lea...- no pude terminar porque me interrumpió
-Venga Tess, vamos, porfa, hace mucho que no te veo, y el otro día me fui de mala gana, quiero disculparme, te invito al cine venga
-Lea, no es eso...
-Tess, porfa....- al final acabé cediendo ante sus súplicas
-Esta bien...- se oyeron gritos de la otra parte y yo sonreí
-Estoy allí en 30 minutos, prepárate
-¿¡Que!? No, espera...- pero me colgó
*Fin llamada telefónica*

Suspiré y subí al piso de arriba, me duché con mucho cuidado y todo lo rápido que pude, salí de la ducha y me puse unos vaqueros negros, un jersey granate y unas zapatillas granates a juego y cuando estaba secándome el pelo tocaron el timbre, fui a abrir
-¿¡Todavía estás así!?- tiró de mi escaleras arriba mientras yo sufría y me quejaba silenciosamente
Al llegar me maquilló como ella quiso, que a mi no me gustaba tanto maquillaje, pero bueno y el pelo me lo secó rápidamente, era ondulado, tirando a liso, así que tampoco había mucho problema, me llevó a rastras hasta el centro comercial
Entramos a la peli las últimas parece, justo cuando iba a empezar, nos sentamos corriendo, la verdad que era entretenida, era comedia, pero yo no me podía reír demasiado
Al salir nos íbamos riendo y aunque lo disimulaba, me dolía bastante, necesitaba ir al baño
-¿Vienes?- la pregunté
-¿A dónde?
-Al baño
-Si, claro- fuimos juntas y al entrar en una cabina me levanté el jersey, la costura se abría poco a poco, pero aguantaba si tenía cuidado, Lea no sabía nada y no quería asustarla
-¿Estás?
-Si voy, un segundo- me bajé el jersey y tiré de la cadena como si hubiera echo algo- vamos

Terrores del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora