»Capítulo 17: Heridas que dejan marca toda la vida.

10.1K 436 56
                                    

Día siguiente.

1 de febrero.

12.30 PM

Tenía un dolor de cabeza infernal y supongo que fue lo que me sacó del sueño tan extraño que había tenido. Abrí los ojos y bostecé con ganas, dándome la vuelta para quedar boca arriba.

-Buenos días.- Saludó Damien, que estaba sentado en el banco de junto a mi ventana. Sonreí al escuchar su voz y le miré desde la cama, sonriendo.

-Buenos días.. ¿Qué haces ahí?.- Pregunté, mirándole fingiendo un enfado.

-Mi tío me llamó y me levanté para hablar.. Ya sabes.- Respondió, poniéndose en pie, acercándose a mi. -Por cierto, tenemos que ir al club..- Añadió, sentándose a mi lado en la cama, mirándome.

-¿Qué celebramos hoy?.- Me senté en la cama y le miré, descubriendo que todavía llevaba la ropa del día anterior.

-Nada, pero tenemos nuevo entrenador.- Respondió, mirándome con una pequeña sonrisa.

-Oh.. Genial, iré a avisar a mi madre.- Respondí quitándome las sábanas de encima de las piernas, acercando mis labios a los suyos para darle un pequeño pico que le hizo sonreír.

-¿Recuerdas algo de anoche?.- Preguntó, dándome otro beso, mirándome a los ojos.

-Más o menos.. Pero recuerdo que nos besamos delante de todos.- Respondí, soltando una pequeña carcajada.

-¿Y te gustó? He de admitir que me dio un poco de vergüenza.- Respondió, mirándome tímidamente. Rodé los ojos y le di un pequeño cabezazo, riéndonos ambos.

-A mi también, pero no porque fuera contigo..- Pasé mi lengua por sus labios y me separé lentamente. -Si no porque nunca me había besado con nadie en público.- Añadí, poniéndome en pie con entusiasmo, bostezando de nuevo nada más pisar el suelo.

-Yo lo decía por lo mismo.- Rió de nuevo, tumbándose a lo ancho de la cama, estirando sus brazos hacia arriba.

-¿Tenemos que ir elegantes o..?.- Pregunté, dirigiéndome hacia el armario. -Tengo que ducharme..- Respondí mientras olisqueaba mi ropa. Apestaba a alcohol, tabaco, sudor.. Agh.

-No hace falta. Pero yo tengo que ducharme también.- Respondió, provocando que me girara hacia él con una de mis cejas alzadas, haciéndole soltar una pequeña carcajada.

-¿Cómo es que no has ido en toda la mañana..? Seguro que no has dormido.- Respondí, mordiéndome el labio inferior al volver mi mirada hacia el interior del armario.

-Porque me gusta más ver como duermes.- Respondió serio, provocando que poco a poco comenzara a sonrojarme. ¿Algo más adorable? imposible. Me giré hacia él y sonreí, todavía algo sonrojado.

-¿De verdad?.- Pregunté mientras se me escapaba una pequeña risa tonta.

-Claro.. ¿Qué voy a hacer toda la noche mientras duermes como una marmota?.- Preguntó levantándose y caminando hacia mi.

-Pues.. Quién sabe, quizás te vas por ahí a dar paseos..- Respondí con cierto retintineo de broma, mirando de reojo como se acercaba a mi por la espalda, rodeando mi cintura con sus brazos.

-No.. Me gusta más pasear mis ojos por tu cuerpo.- Murmuró acercando sus labios a mi oído, dándome un pequeño mordisquito en este mientras dejaba reposar mi cuerpo tranquilamente sobre el suyo, cerrando los ojos.

-A tu disposición..- Respondí con un susurro sintiendo como sus manos acariciaban el final de mi abdomen con suavidad, abrazándome con fuerza.

-Hmm..- Susurró, bajando sus labios hasta mi cuello donde me hizo un pequeño chupetón y después se separó. -Iré a ducharme mejor..- Informó, alejándose un par de pasos de mi. Me di bruscamente la vuelta hacia él y le hice pucheritos, giñándole un ojo.

Insomnio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora