»Capítulo 24: Vacío.

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Una semana después.

Lunes, 18 de Febrero.

8.00 AM

Había pasado cosa de una semana en la que, gracias a Dios, hice que mis notas subieran un poco más poniéndome a estudiar todos los días, muchas horas seguidas. Era la única manera que encontraba para distraerme un poco y no pensar en Damien, ni en lo que podría estar haciendo, en como estaría.. Era la única manera que tenía para no pasarme la tarde llorando. Le echo tanto de menos que duele.. Me duele en el alma tan solo pensar en él. Aún recuerdo su cara de decepción y tristeza cuando le dije que todo se había terminado. Jamás me quitaré la culpa por ello.. Jamás. Había estado algo desaparecido de todo el mundo desde ese día; de casa a clase y de clase a casa, no hacía nada más.. Ni siquiera respondía los mensajes que me llegaban. Ninguno era de Damien, así que no me interesaban. También me llegaban mensajes de la persona anónima ordenándome hacer distintas cosas, ir a ciertos sitios.. No me decía nada en concreto para hacer, simplemente me decía ''te quiero en x sitio en media hora''. Por suerte, hacía dos días que no tenía noticias de él, lo cual me relajaba un poco. Quizás todo se había acabado y la única misión que tenía era separarnos a mi y a Damien..

Mi madre sospechaba algo, pero no quería decirle nada para no meterla en problemas. Si resulta que detrás de esos mensajes está Dan.. ¿Qué pueden hacer ella o la policía? Nada. Absolutamente nada.

-Angel, ¿has descansado bien?.- Preguntó Amelia mientras terminaba de servirme una taza de café, dejándola frente a mi en la mesa. Levanté pesadamente la mirada hacia ella y asentí con la cabeza. Rodó los ojos y acarició mi frente, posando su mano en esta durante unos segundos.- No tienes fiebre, pero tienes mala cara.. ¿Seguro que estás bien?.- Preguntó de nuevo, colocando la cafetera en su sitio.

-Sí, de verdad.. Solamente estoy cansado de tanto estudiar. Este curso se está poniendo muy difícil..- Mentí mientras le daba un pequeño sorbo al café, que estaba tan rico como siempre.

-Ah.. Es por eso que a penas sales, ¿verdad? Ni siquiera viene Damien por aquí..- Respondió, haciendo que casi se me atragantara el café. Dejé la taza sobre la mesa y mirando hacia ella, suspiré mientras asentía con la cabeza.

-Sí.. Todos tenemos que estudiar bastante.- Respondí mientras volvía a beber el café, sintiendo como poco a poco la tristeza se iba apoderando de mi interior, otra vez.

-Bueno, tú eres un buen estudiante.. No tendrás problema en sacártelo.- Respondió mientras me daba una pequeña caricia en la cabeza, saliendo después de la cocina. Me encogí de hombros y continué bebiendo del café cuando de pronto, recibí un mensaje. Cogí el móvil del bolsillo y lo desbloqueé, rodando los ojos al ver que era del personaje anónimo.

''¿Qué tal los días sin Damien? Jode, ¿verdad? Se te ve en la cara.. Qué pena....... Pero mira, me has quitado un poco de trabajo ;)''

Suspiré levemente y bloqueé de nuevo el móvil. Por más que le buscaba una respuesta, no la encontraba. ¿Qué diablos podría querer esa persona de mi? Separarme de Damien no era su objetivo final, pero era una de sus misiones.. Tan solo me faltaba descubrir la otra, ¿cual sería?

Rápidamente me terminé el café, cogí el móvil y subí a mi habitación a por la mochila para ir a clase antes de que se me hiciera demasiado tarde.

Tras apagar el coche, cogí el móvil y busqué el archivo pdf con el horario que tenía en él para saber a qué edificio me tocaba ir. Para mi sorpresa, tenía historia del arte. Y sí, ha pasado una semana y en esa semana he tenido historia del arte, pero Damien no se presentó a ninguna clase. ¿Por qué? Nadie lo sabe y el profesor no nos lo quiere decir, así que tendré que vivir con la intriga y el miedo de encontrármelo en clase por sorpresa. Tragué en seco y guardé el móvil en el bolsillo pequeño de la mochila, la cual agarré y me colgué nada más salir del coche.

Insomnio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora