Diario adolescente

Todo va a salir bien, peque.

-Guapa.

+Tú.

-¿Tú? Ya lo sabía...

+No me seas tonta.

-Es como pedirme la Luna, algo imposible.

+Pero verla reflejada en tus ojos me vale.

-¿En mis ojos vidriosos y escurridizos por las lágrimas, desbordando rios?

+No, en tus ojos que brillan de emoción al descubrir que con la persona que tienes al lado, no necesitas más, que junto a ella puedes derribar a todo aquel que se os ponga por delante.

-Te quiero. Bueno, te adoro, pero decir "te quiero", es algo como más cercano, algo más entre "tu y yo", como sí con esas dos palabras nos dijéramos todo, a pesar de tener todo un diccionario para nombrar.

+Yo sí que te quiero, princesota, pero no querer de ese te quiero que dices a la semana de conocer a alguien porque le has cogido un mínimo de cariño... Te quiero del de verdad, del de hacer lo que sea por alguien, de intentar lo imposible, quizás no pueda bajarte la Luna, pero si que puedo verla junto a ti cuando lo necesites, porque por mucho que nos separemos, seguiremos viendo la misma luna.

-Y por mucho que no estemos juntas en el mismo espacio, estamos unidas bajo un mismo cielo, y eso es lo bueno, que nada ni nadie nos separará, y al universo no le queda más remedio que aceptarlo, le guste o no. Yo te quiero a mi manera, de esa forma que hace que te seque las lágrimas cuando sientes que tu mundo cede, y se que te puedo sacar sonrisas, miles de millones, y no moverme de tu lado, y si hace falta que acampe porque no te puedes levantar, pues acampo a tu lado, recogemos fuerzas las dos, y nos levantamos. Porque esto es más que amistad. Es... es algo, algo que aún ninguna palabra puede definir, pero si que tú y yo podemos entender con tan solo una mirada.

+Esas miradas, esas que hablan por sí solas, esas que aparecen mientras cantamos nuestra canción, esas que dicen todas aquellas palabras que las lágrimas nos impiden pronunciar. Esas a las que le debemos todo.

Que hoy por ti y mañana por mi, que no hay nadie que nos entienda mejor que nosotras, la una a la otra, que somos las primeras en acudir a frenar todas esas lagrimillas, y a veces las únicas, pero, ¿Sabes qué? No necesito más, contigo me basta para sonreir cuando más lo necesito.

-Porque no hemos prometido un para siempre, porque sabemos que no existen. Pero si hemos prometido un día, y otro,y otro... y así cada mañana, sin importar mas que el simple hecho de que una promesa, es una promesa, y muy bien sabemos tu y yo que jode por dentro que te usen como una muñeca de trapo, un simple juguete, un trasto...

Nos conocemos lo suficiente como para destruirnos, pero sabemos que somos las únicas personas que podemos entendernos con una mirada, llegando al punto que podemos contarnos cualquier cosa sin tener miedo de lo que piense la otra. Y es por esto que merece la pena, que tendrás in hombro donde llorar, una mano que te acaricie, alguna palabra de consuelo... y una persona que te diga: "todo va a salir bien, peque".