Capitulo 18

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Sarah se despertó con el sonido de voces a su alrededor, y una dentro de su cabeza con una fuerza más moderada que normalmente.

"... por eso pienso que ese escenario sería el mejor para que por fin se sinceren."

-Estoy de acuerdo-dijo la voz de Anippe, estaba hablando en un rápido susurro- Prepararé el escenario que has pedido. No me costará mucho con mi posición, un par de comentarios en los oídos correctos y ya.

"Gracias."

Sarah se removió y abrió los ojos levemente, viendo a Anippe sentada en uno de esos incómodos asientos de oro y cuero que había en la habitación.

-Por Dios, ¿Qué estábais haciendo cuando dormía?-dijo enderezándose y notando una pequeña nausea que desparecía rápidamente-¿Y qué haces en mi cuarto, Anippe?

Anippe sonrió y la miró mientras le acariciaba el pelo. Empezó a sentirse muy rara mientras la veía sonreír de esa manera.

-Todo esto es un sueño surgido por las hormonas del embarazo-dijo lentamente. Sarah se sentía como si la tratasen como a una estúpida.

-No cuela.

-Duerme, la próxima vez te despertarás de verdad-siguió diciendo lentamente y con una voz suave y dulce.

-Por Dios-dijo Sarah sentándose en la cama y apartándose de ella- Si lo que querías era hablar con ella sin que yo estuviese presente, me podrías haber avisado. Pero no lo hagáis cuando yo esté dormida y sin avisar.

Anippe puso una expresión extraña, una mezcla entre estarse riendo por dentro y tener ganas de echarse a llorar, con una pizca de traición.

-Vale, vale.

-Aún no me has respondido a la segunda pregunta ¿Qué haces en mi dormitorio?

Anippe se enderezó y dio varias palmadas, haciendo que Asenath y Sefora entrasen en la habitación y se la llevasen para dejar que se vistiese. Había varios cuartos anexos al dormitorio, aparte de la habitación del baño. Cuando volvió a la habitación la vio parada mirando el jardín con una expresión pensativa, estaba de pie cerca de una de las columnas bellamente pintadas. Sarah se acercó y se colocó a su lado, apoyando su mano en la columna.

-Senusnet me ha dejado entrar cuando salía esta mañana-dijo Anippe sin mirarla a la cara- No te he hecho nada, aunque podría haberlo hecho. Las embarazadas roncáis mucho.

-¿Qué?-Sarah sonó escandalizada. Siempre había tenido mucho miedo a los ronquidos de su abuelo cuando era pequeña, y saber que ella también roncaba la hacía sentirse muy rara-Yo no ronco.

-Estás casi en el octavo mes de embarazo, claro que roncas.-dijo Anippe tomándola de la mano para ayudarla a sentarse. Siempre tan increíblemente atenta a esos pequeños detalles que ni siquiera Asenath notaba- ¿Qué tal el bebé?

-No sé si es un bebé. Te lo juro por los dioses, se mueve más que si estuviese peleándose dentro de mi cuerpo-dijo Sarah con un suspiro de cansancio. Sus ojos se empañaron por el cansancio- Quiero muchísimo a mi hijo, pero sólo quiero que salga ya de mi cuerpo. Me siento gorda, hinchada, camino como un pato y tengo la sensación de que tengo que orinar constantemente. Tengo extraños antojos que van y vienen-la voz se le rompió al final con un pequeño sollozo.

Asenath se acercó y la cogió de las manos.

-Mi señora, eso es completamente normal. Durante mis embarazos, al final, sólo quería sacarme de encima a esa bolsa caliente que llevaba dentro de mi cuerpo. Llegué a odiar a mis hijas antes de que naciesen, pero todo eso se desvaneció en el momento en el que las ví por primera vez.

La novia del faraón [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora