Capítulo 6

5 3 0
                                    


Katherine se despertó en su cama un tanto mareada, sentía que todo la daba vueltas y tenia el estomago revuelto, se sentó en la cama y al instante fue corriendo al baño. No hecho nada, ya que no tenia nada en el estomago pero se sentía muy débil. Al levantarse caminó de nuevo hacia la cama donde al sentarte se llevo las manos a la cabeza suspirando pesadamente, echándolas hacia atrás apartándose los mechones suelto de su rostro, que habían caído por la coleta deshecha. Miro a su alrededor  y vio su armario empotrado en la pared, las paredes pintadas en tono morado claro, la ventana estaba entre abierta dejando entrar unos pequeños rayos de sol, que iban desapareciendo por pocos minutos y volvían a entrar, ese día estaba nublado, y el parecía querer abrirse paso entre las nubes, en el centro de Londres.

Se levanto de la cama cuando se sintió mejor y abrió la persiana, sintiendo aquellos pequeños rayos  de sol y el calor en sus mejillas, aquella calidez, aquellos pequeños rayos, hicieron que Katherine sonriera por unos breves momentos, amaba el sol, pero amaba la lluvia también. Escucho voces en el piro inferior y camino lentamente hacia la puerta abriéndola con cuidado y lentamente.

>> Elena ¿ no te das cuenta de que esta en peligro? o mas bien ¡ TODOS ESTAMOS EN PELIGRO! Ya lo escuchaste y estamos mas seguro en Avalon , y lo sabes perfectamente. Debemos irnos ya, no puede pasar de nuevo lo que paso anoche...

La voz de Dylan era seria y firme, incluso parecía algo disgustado y/o preocupado, paro de hablar unos segundos pero luego, prosiguió.

>> Deberías decirla la verdad, debe saber todo y aprender a controlarlo, esta claro que Úrsula ya sabe hacer ciertas cosas...

>> Katherine también, no la afecto el hechizo y supo evadirse en aquel momento

Elena estaba disgustada, triste, a pesar de intentar sonar convincente.

>> Sí,  y si no llegas a ser capaz de meterte en su cabeza, hubiera muerto esa noche delante de todos nosotros, y se hubiera acabado...

>> Dylan no digas eso, no hubiera muerto

>> ¿No? ¿Estas completamente segura de ello Elena? Tal vez no, supongamos que tuvieras razón, mira como se la puso la pierna solamente de un mordisco de aquella serpiente, imagínate del de todas y no nos olvidemos de las arañas... Elena, si tu no le cuestas la verdad... lo haré yo

>> ¡No! Dylan por favor, lo haré yo, a su debido tiempo, pero debes de entender que esto no es facil...

>> No es fácil para ti, imagínate para ella, no solo no entiende nada, si no que encima tiene que lidiar con Fer, su ex, y todos sabemos lo gilipollas que es y como se comporto con ella.... Yo no le puedo ver desde hace años, imagínate como estará...

Bajó por las escaleras lentamente y de golpe dejaron de hablar, Dylan se asomo por la puerta mirándola a los ojos, parecía enfadado, su mandíbula estaba tensa, preguntó como se encontraba, la respuesta fue corta -bien, mareada, pero bien-. No respondió, asintió con la cabeza y se fue hacia el salón.

Elena estaba fuera de si, apoyando las manos en la cabeza y los codos en la mesa, sintiendo como sus ojos se volvían ligeramente rojizos y unas pequeñas lagrimas caían por sus mejillas, mientras Katherine entraba por la puerta. Esta miro hacia el techo parpadeando repetidas veces quitándose las lagrimas antes de girarse y mirar a Katherine. Pero Kate, conocía muy bien a Elena, sabia que no estaba bien. Pero no supo que decir, no había entendido ni la mitad de las cosas que habían estado hablando, pero no podían irse de su cabeza. ¿ Hechizos? ¿Úrsula? ¿que tenia que ver ella en aquello? ¿ Avalon? ¿ Donde y cual era aquel lugar? . De pronto sintió un pinchado en la cabeza y se llevo una mano a este apretando con fuerza los ojos, quejándose.


La calle estaba vacía y el sol aparecía tímidamente entre las nubes de vez en cuando, el viento era como una pequeña brisa fresca que dejaba sus mejillas ligeramente húmedas. Dylan iba a su lado con unos vaqueros, deportivas, la camiseta y una chaqueta de cuero, pero abierta, Katherine no entendía como no podía tener frió. Ya que ella con un buen abrigo y unas botas altas con un poco de tacón. Dylan no había dicho nada en todo el camino, iba mirando hacia delante, pensativo, como si ella no estuviera a su lado o como si no se conocieran, sus manos iban en los bolsillos. Ella freno en seco, esperando alguna reacción de el, pero lo único que paso fue que el paro dos pasos por delante de ella, y se giro para mirarla, sus ojos marrón café se encontraron con los de ella. Y se quedaron así, por unos minutos, mirándose sin decirse nada el uno al otro, notando como unas pequeñas gotas, empezaron a caer del cielo y la mirada de ella fue hacia el cielo. Ambos volvieron sobre sus pasos de nuevo a casa, cuando comenzó a llover  con fuerza, ella salio corriendo y el detrás, pero habían caminado mucho y la casa estaba aun a unas cuantas manzanas, por lo que Katherine se metió en un portal y a los segundos apareció Dylan, el estaba completamente mojado, mientras ella, con el gorro se había librado de aquello, pero el abrigo estaba completamente húmedo.


Katherine salio de la ducha y se miro en el espejo pasándose el cepillo por su melena húmeda, dejándolo completamente liso y suspiro, mirándose en el espejo sin rastro de expresión alguna. Bajo al salón y vio a todos allí, comiendo tranquilamente cada uno en un sitio de la mesa, pero al verle a el, su rostro, sus mejillas ardieron, y sintió que quería salir de allí, y así hizo, salio del salon subiendo las escaleras quedándose en el pasillo de arriba apoyándose en la pared con los puños cerrados y se dio contra la pared con la cabeza negando con esta repetidas veces mientras caía al suelo con la espalda apoyada en la pared juntando las manos sobre las rodillas. Pero un recuerdo paso por su cabeza, las apalabras de Elena de aquel sueño tan extraño, y se levanto, cuando giro para bajar las escaleras Dylan estaba en medio de estas y lo aparto de un manotazo, acercándose a a Elena y a Fer.

-Quiero que se vaya...

- No me voy a ir, Kate, lo sabres de sobra...

-O te vas o... - antes de acabar la frase, Fer estaba delante de ella, desafiante, y esta tuvo que alzar el rostro para mirarle-

-¿O que?

-O te saco yo a patadas.

Fer pareció sorprendido por la respuesta de ella,pero no se movió de su sitio y paso su mano derecha por la mejillas de Katherine, con suavidad, sonriente, triunfante, decidido, sabiendo que siempre conseguía todo de ella.

-El problema aquí es que aun me quieres Katherine...

Ella frunció el ceño y apretó de nuevo sus puños, aparto de un manotazo su mano de su mejilla y alzo la otra, empujándole con fuerza, pero este salio despedido por la ventana de cristal del salón hacia la calle. Katherine se miro las manos y trago saliva. Todos se quedaron callados, pero ella miro hacia fuera de nuevo donde Fer cabreado y molesto se levantaba del suelo, ella estaba confusa, pero se sentía poderosa, sentia una victoria contra el, las cosas, habían cambiado y ella ya no era la pobrecita que no se atrevía a responderle, ahora ella sentía poder en su interior, y sus ojos se volvieron un tanto oscuros de repente, Elena hablaba, pero solo la escuchaba en la lejanía, pero aunque fuera en la lejania, consiguió calmarla, y hacer que sus ojos volvieran a su marrón claro.

¿Bendición o maldición?Where stories live. Discover now