El Libro (El comienzo)

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Pagina 12 

El comienzo 



En un lugar donde antes nadie imaginaba que existiera otro más que ese, había un chiquillo caminando lloroso por las calles. Su padre murió y de su madre jamás supo algo, llevaba harapos y miraba desorientado sin saber que hacer.

El mundo no siempre es bueno con la gente buena, el problema de las personas es que creen en el sentido de la palabra como una verdad absoluta y permanente, cuando a veces es solo una vaga interpretación dependiendo del lugar.

A pesar de todo se las arreglo lo mejor que pudo. Si tenia que robar, robaba. Si había que golpear, lo hacía. No pensaba las cosas mas de dos veces.

Se hizo más adulto, y a la vez ignorante. No supo leer ni escribir, aunque tampoco en esa época era algo primordial.

Tenía el cuerpo curtido, aunque delgado, se hizo mas fuerte y pudo cazar imitando a los demás hombres.

Se bañaba en el rio cuando sintió las ramas crujir. Inmediatamente se puso alerta, no estaba solo.

Salió con cautela y tomo su ropa, escondido entre los árboles, lo vio.

Una de las trampas echas capturo un animal, pero eso no era todo, había un joven curando la herida provocada por ella, rebuscaba entre ramas y hojas y rompió parte de su ropa para usarla de venda.

Él le miro extrañado, cuando salió de su escondite el muchacho se dio la vuelta, sorprendido, y luego, echo a correr.

Salió en su búsqueda, era notablemente más atlético que el otro joven, lo tomo de un brazo, atajándolo.

El muchacho cayó al suelo, levantando una manta de hojas por la agitación. Su mirada era igual a la de un cervatillo asustado, pero limpia. Tenía los rasgos de un niño risueño, pero ocultos bajo el manto de la madurez.

Inmediatamente le dijo que solo quería hablar con él, porque si él estaba ahí debería haber un pueblo cerca.

Rápidamente el joven se tranquilizó, se compuso y sonrió, indicando que así era.

Ambos sonrieron.

Él estiro la mano, el otro la tomo y acto siguiente con su ayuda pudo levantarse del suelo, intercambiaron nombres y se alejaron caminando rumbo al pueblo. Una brisa fresca comenzó a templar su alrededor, levantando hojas secas, dejando atrás la trampa deshecha y el animal que ya había huido. 

Rin: El precio de la eternidadWhere stories live. Discover now