encerrado en otro cuerpo.

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Mirar otro día más al frente del espejo, me encontraba parado alfrente del espejo en el baño; mis ojos se encontraban cerrados queriendo no mirar lo que se encontraba alli.

Si se encontraba mi reflejo el de un chico alto cabellos negros y tez blanca excesiva. Siempre me pregunté cómo sería ver estos cabellos negros transformados en largas cortinas que bajasen por mi espalda teniendo contacto con una suave tez blanca pálida curvada con caderas curvas como montañas al igual que en mi pecho otras curvaturas con un encanto dócil.

Desde pequeño siempre desee poder verme como una de ellas, no solo queria verme como una de ellas quería poder ser una de ellas. Pero hoy al igual que ayer y mañana vuelvo a mirarme en el espejo y vuelvo a encontrarme con el reflejo de un chico que cada vez se hace mayor y se ve más asemejándose a la figura masculina que nunca deseo ser.

Abro mis ojos intentando no dejar escapar lágrimas de cristal que podrían romperse en un llanto prolongado de otra mañana más. Ver ese cuerpo desnudo al frente del espejo no me agradaba me causaba rabia quería impulsivamente rasgar esa piel y poder sacar a esa mujer que habitaba internamente mis brazos están rasgados de tantas escavaciones fallidas buscando rescatar aquel cuerpo.

Quiero poder salir a la calle lucir unos cabellos largos y brillantes al viento, recibir en mis labios rojos y sedientos por fin el beso de aquel príncipe que he esperado, pero nunca podrá ser asi.

-¡¡EMPIEZO A HARTARME DE TENER QUE OCULTARME!!- no hay peor que querer poder ser lo que quiero pero siempre hay alguien allí afuera de la puerta del baño que me va a juzgar unos padres que siempre quisieron un hijo varón y nunca una niña dócil y dulce. Odio tener que salir y escuchar como murmurando a mis espaldas me clasifican como el chico marica o el chico travesti de la clase ¿Acaso cuando dejarán de decirme así? ... No me siento triste de ser así pero si de que me trates así .

Ya no encuentro salvación ni en mi propia habitación, mi madre no deja de llorar y pelear con mi padre. Los dos me odian ¿Acaso yo decidí ser así? No, yo nací así cuando quería ser tan solo una chica.

Me acurrucó en la ducha sintiendo como las gotas de agua bajan por mi piel refrescando pero incendiando mis tristezas y rabias. Salgo de allí otro día más que escuchar tus sucias palabras que no aceptan la diferencia y otra vez verle a él como besa otros labios rojos y desnuda otras pieles que no son la mía ¿Por qué tenía que ser hombre?

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