CAPÍTULO 9:
Orestes caminaba de un lugar a otro en su cuarto, no podía dejar de pensar en lo bien que se sentía cuando estaba con Valeria, y lo mal que se estaba sintiendo con Chiqui, aguantar esos ataques de celos y esos berrinches innecesarios por culpa de su prima, que no tienen sentido, ¿verdad?
Por otro lado estaba Valeria, que se sentía muy mal por todo lo que se había ocasionado por su culpa, si ella no le hubiera lanzado esa caja de Chocolates a Orestes nada de esto hubiera pasado, él no se hubiera desmayado, ese tipo no le habría quitado los pantalones y la novia de él no se hubiera molestado tanto al punto de querer terminar.
No aguantó más y se sentó en su cama a llorar, seguro que después de esto Orestes no le iba a dirigir la palabra nunca más.
>Mas tarde ese día<
-Orestes - le dijo Afrodita - me puedes explicar porque estaba Chiquinquirá llorando cuando te vio?
-No era nada mamá, tu sabes como es ella de exagerada
-Bueno, pero de hoy en adelante te exijo que te comportes mejor con ella, recuerda que ella va a ser tu futura esposa
-Sí mamá, lo se -dijo en un tono de resentimiento-
Para él era muy difícil contradecir a su madre, incluso en su mente no dejaba de pensar en su prima, ¿porque de repente todo se complico con su llegada?, y porque no le importaba que todo se fuera a la mierda cuando ella estaba cerca?
Muchos pensamientos rodeaban la mente de Orestes y su madre se dio cuanta de eso
-Hijo, ¿en que piensas?, ¿todo bien?
-¿Ah?, si si, claro madre, bueno ya me tengo que ir, tengo eh.. cosas que resolver en la empresa
-Valla con bien hijo mio.
Le dio un beso en la mejilla y subió corriendo las escaleras al cuarto de Valeria, sin previo aviso abrió la puerta de su cuarto y la escena que vio a continuación le rompió el corazón en pedazos.
-Hey, hey mi gordita que pasa? -dijo mientras se agachaba a su altura y con el dedo pulgar intentaba limpiarle las lagrimas-
Cosa que era imposible, porque las lagrimas corrían muy rápido por sus mejillas
Valeria intentaba hablar, pero ninguna palabra salía de su boca, de hecho cuando intentaba hacerlo, era peor, porque solo salían chillidos cada vez que intentaba pronunciar una palabra. Orestes impaciente se sentó a su lado y puso un brazo por encima de su hombro atrayendola hacia ella para así darle un abrazo, con su mano libre la colocó por encima de la mano libre de ella mientras la apretaba, diciendo una frase una y otra vez, no llores más que me parte el alma
Ella asintió y poco a poco dejaba de llorar, cuando él se dio cuenta sonrió
-Así me gusta, ahora cálmate un poco y dime porque estas llorando Val
-No, bu-bueno, es que, yo pe-pensé que gracias a mi tu y Chi-Chiqui están pe-peleados
-Si -los ojos de ella se preparaban para llorar-no, no mi gorda no llores, quiero decir que fue una pelea suave, nada de que preocuparse, de igual forma Chiqui exagero mucho las cosas
-¿Es eso cierto?
-Pero claro que si, ella es toda una reina del drama -sonrió él un poco-
-Me lo imagino, con ese cuerpo puede darse el lujo de ser como le plazca
-Bueno -empezó él- sinceramente el cuerpo es lo último que me importa en una mujer, la integridad, sus principios, su forma de pensar, son de las primeras cualidades que me atrapan -ella empezó a sonreír- así que si por algún motivo -le agarro la barbilla y con uno de sus dedos la obligó a que lo mirara- te sientes mal por que luces de la manera que lo haces, quiero que siempre recuerdes que para mí, no se si para todo el mundo, luces hermosa y tus bellos sentimientos es lo que mas me gusta de ti.
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Mi Gorda Bella
Teen Fiction"¿Porque hay barreras en el amor?", Valeria es una niña tierna y dulce, que su único pecado fue nacer en una familia con muchos secretos y con muchas desgracias, huérfana de ambos padres y mandada a vivir a un internado en España, allí vivirá una vi...