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Narra Seungjae.

"¿y lo peor? lo peor es que si no me hubiera enterado lo hubiera perdonado. ¿por que? porque soy un idiota. él me tenía como un idiota..." tome un trago de mi octava cerveza. "y la verdad que si estoy idiota. pero el me aferro con esos malditos ojos color avellana. sus pequeñas pecas en el puente de su nariz. sus labios...."

"creo ya tomaste demasiado, muchacho." contesto el cantinero.

"no creo sea demasiado." alce mi botella y de un solo sorbo me tome lo restante. "dame otra."

el cantinero solo sacudió la cabeza y abrió otra cerveza.

"¡aquí estás! tu papá está como loco buscándote." era Sanha. "¿cuantas cervezas llevas? necesitas ir a casa."

"no, no, no. ¿para que?" comencé a reír. probablemente a causa de la borrachera. "yo... yo no debí haber nacido. yo solo... hmp... yo solo fui..."

"ya estas demasiado borracho Seungjae. vamos, te daré una de las pastillas 'cruda go!' que invento mi papá para tu cruda...." Sanha intento jalar mi brazo pero me solté.

"un premio de consolación. eso fue mi mamá, Sanha. ¿y yo? ni siquiera eso. estoy roto. nací roto y todo fue culpa de él señor, el respetable Vernon Chwe..."

"¿el papá de Noah? no se qué pasó. en realidad nunca se que está pasando pero esta vez de verdad no se qué pasó. pero no digas eso. todos tenemos una razón para vivir."

"mi razón para vivir es hijo del hombre que me arruinó la vida..." recordé el rostro de Noah. su sonrisa, todo. "¿por qué? sabía que yo era un error. y por primera vez en mi vida con Noah sentía que no lo era... ¿por que?" comencé a llorar mientras tomaba otro trago largo de mi cerveza. "lo amo, Sanha. pero no puedo evitar sentir que necesito odiarlo."

Sanha se acercó a mi y me dio algunas palmadas en la espalda. "vámonos a casa. tu papá está demasiado preocupado..."

mi papá.

¿por eso su odio a los forasteros?
¿por eso toda esa tristeza que llevo en sus hombros todo este tiempo?

y para empeorarle todo, con un hijo que no debió nacer...

"Seungjae, ya vámonos." suplico Sanha.

"Vernon Chwe era el único culpable de la tristeza de mis padres..."

"sea lo que haya hecho ese señor, incluso lo qué pasó tu papá. ni Noah ni tú son culpables." hablo Sanha.

"me vale poco..." otro trago. Sanha sujeto la botella quitándola de mi mano.

"ya, vámonos..." por fin logro sujetarme de los hombros. pagándole al cantinero, con todas sus fuerzas Sanha me saco de la cantina de la isla.

culpable o no, el destino fue un verdadero bastardo al poner a Noah en mi vida. de todo el mundo tenía que ser él. y aún así, necesitaba tenerle, necesitaba de él.

summer days • verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora