Final (parte 3)

509 93 76
                                    

Narra Seungkwan.

"¿estás seguro?" preguntó mi amigo Seokmin. estábamos en la plaza.

"ya está hecho. el trámite está hecho y los papeles ya están firmados. Mina ya tomó la decisión de irse de la isla. no hay vuelta atrás..."

"siendo sinceros, era lo que siempre has querido. la única razón por la que estuviste todo este tiempo con Mina fue por Seungjae y ahora él también salió de la isla con Boa. a vivir su propio romance."

"lo sé. además no sabría si podría estar al lado de una mujer que me mintió de esa manera. y todo lo que hizo... sigo sin creerlo."

"al menos de eso salió Seungjae. ¿el arcoíris después de la tormenta no?" comentó Seokmin.

sonreí al recordar a mi fuerza. a mi hijo. "tienes razón. Seungjae fue lo más hermoso que me pasó en la vida. nunca me cansaré de decirlo."

"¿y ahora que harás? la gente ya está murmurando de tu divorcio con Mina."

"¿que más puedo hacer? seguir con el negocio. esperar noticias de mi hijo. ver el tiempo pasar sabiendo que hice lo correcto al dejarlo ir a vivir su felicidad."

"¿y qué hay de la tuya, Seungkwannie?" preguntó con un leve puchero mi mejor amigo.

"el ver a mi hijo feliz es más que suficiente para mi. no necesito de nada ni nadie más. o dime, ¿tú has pensado en encontrar a alguien más? ya tienes mucho tiempo de viudo."

"¡nunca! nunca hubo otra mujer que me hiciera reír, con quien hacer locuras cómo dejar salir a los animales a las 2 de la mañana y que me hiciera sentir como Yoojung lo hizo. bueno, hubo alguien hace mucho pero..." dijo Seokmin con ese mismo puchero y un poco indeciso.

"¿pero?"

"ah, nada." sacudió la cabeza y volvió a trabajar en su invento. "¿crees que ya haya llegado a Nueva York con Noah?"

"¿Seungjae? espero que si. con el internet y todo eso será más fácil comunicarme. solo espere este bien."

"lo esta. lo sé, amigo."

le sonreí a Seokmin. el siempre ha estado ahí para mi. "¿oye podría dejarte el negocio un rato? necesito caminar un rato. despejarme." dije agarrando mi mochila color café.

"¡claro Seungkwannie!"

¿este es el mejor final no? un final feliz. no atado a alguien a quien nunca pude amar, mi hijo feliz explorando el mundo tanto como yo alguna vez deseé hacerlo.

era el mejor final de todos.

llegue a las rocas. el mar se veía enorme. siempre se vio así. interminable y profundo. este era mi lugar. aquí moriré, aquí quedaron todos esos sueños.

"siempre tuviste razón, Boo. esta es la mejor vista de todas."

al voltearme aquellos ojos color avellana me miraban justo como la primera vez.

"viví más de 20 años añorando el volver a ver esta isla. estas mismas rocas incluso. pero todo este tiempo me di cuenta que lo único que necesitaba ver era esos ojos grandes y tiernos con los que me mirabas." el viento jugando con su cabello como lo hizo años atrás. palabras dulces como esa vez. "viví arrepentido de haberme ido después de decirte todas esas palabras las cuales nunca sentí. te lastime y al hacerlo me lastime a mi mismo. lo peor es que lastime a mucha gente..."

"¿y en esa gente estaba...? ¿cómo era su nombre? ¿Somi? ¿no es así?" dije mirando como aquellas fracciones se suavizaban tan inocentemente. "¿alguna vez sentiste cada 'te amo' que le decías a ella? ¿sentiste algo cada vez que ella te besaba? hiciste una vida con ella. una vida que elegiste de una o otra manera hacer con ella."

"no, Seungkwan. tú sabes bien lo qué pasó. te lo explique todo ese día..."

"no quiero entrar a detalles de lo qué pasó. lo qué pasó pasó. no hay vuelta atrás. es más, me entristece el hacerlo. ¿para que regresar al tiempo y recordar cosas que nos dolieron a ambos?"

"porque aún siguen presentes."

reí un poco triste. "no lo están. la única razón por la que estamos frente a frente ni siquiera es por nosotros. fue por nuestros hijos. el destino sabía su juego y su castigo fue decisivo. nunca nos junto todo este tiempo hasta que por malicia arreglo que tu hijo pensara lo mismo que tú al escaparse de Nueva York. esto nunca fue de nosotros. fue de ellos."

"ellos crearon su historia. justo como nosotros la nuestra. Seungkwannie, ¿que no lo entiendes? nunca fui feliz. tú tampoco. el tiempo no fue tan fuerte como lo que ambos sentimos. y viviré arrepentido por hacerte pasar todo el dolor que sufriste."

"que amable eres, forastero. 20 años tarde pero aún acepto tú disculpa. ambos fuimos víctimas de algo que por jóvenes no tuvimos control o no tuvimos valentía de tomarlo..."

"aún no es tarde. como dices, nuestros hijos crearon su propia historia. ellos buscaron y pelearon por su final. es justo que nosotros busquemos nuestro propio final feliz..."

solo negué. dando unos pasos lejos del chico de ojos color avellana.

"¿piensas que es tan facil? ¿que como ahora ambos somos libres es tan facil solo llegar aquí y decirme todo esto? ¿que correré a tus brazos y viviremos tan felices? ¿así tan facil? Vernon, hubo mucho dolor. más dolor de lo que explicamos a Noah y a Seungjae. pudimos evitar que ellos pasaran por ello pero no podemos olvidar y borrarlo de nosotros."

"Seungkwan..."

"nuestro final estuvo escrito el mismo día que te fuiste de la isla. ¿un final feliz? suena hermoso cuando lo dices así. y entiendo que tu arrepentimiento es sincero. pido disculpas si ahora soy yo quien tan destruído no veo la belleza en tus palabras... ¿pero cómo podría? esto mato las ilusiones que imagine de joven."
Vernon me miró en silencio unos minutos. la brisa golpeando suavemente y enfriando nuestras mejillas. "este es el final, Vernon. porque las historias de amor son solo ficción y el dolor es la única realidad."

sin más que decir Vernon solo dio unos pasos atrás. queriendo decir algo mejor se quedó callado. y igual que hace años atrás se dio la vuelta y comenzó a caminar lejos de aquí.

en este mismo lugar. fue en este mismo lugar.

otra vez se iba. sin decir nada más, se iba otra vez.

vi aquella espalda, la misma, caminar lejos. nunca pensé volver a pasar por esto y si lo hiciera me prometí el no llorar. no lloraría como esa vez. no rogaría, tampoco estaría en el suelo con un dolor tan grande.

estaba parado, sujetando esa mochila color café como hace 20 años. pero...

no pude ser fuerte.

comencé a llorar.

como hace 20 años en estas mismas rocas, lloraba con la misma intensidad viendo cómo la única persona que amé se iba de nuevo. y esta vez, para siempre.

pero así era la realidad...

y este su final.

summer days • verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora