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Narra Seungkwan.

"perdón..." habló mi hijo avergonzado mirando hacia el piso. no sabía si enojarme o sorprenderme. Seungjae casi nunca se disculpaba. ni de niño ni ahora. para el no había arrepentimiento en nada. mi hijo a diferencia mía quería vivir al máximo y sin preocupaciones.

"estuvimos apunto de llamar a la policia. no contestabas el celular. tu mamá estaba mal. no estoy de acuerdo con esto, Seungjae. no me tiene para nada contento." Mina estaba atrás mío mirándonos con preocupación. ha estado rara desde ayer. llegando a casa llorando me abrazo fuertemente y me repetía lo buena que ha sido nuestra vida. nosotros, Seungjae. como me pedía que nunca la dejara perder. aun seguía en shock por lo de Vernon que la acción de Mina me saco de mi transe. obviamente no le dije nada.

y ahora, Seungjae no llegando a casa en toda la noche hasta apenas temprano. su camisa arrugada y su cabello desordenado me traía intranquilo. no solo por lo sobreprotector que puedo llegar a ser con mi hijo pero esta misma escena ya la había visto...

desde el mismo punto de vista de Seungjae.

ahí era donde tenía que gritarle y...

sacudiendo mi cabeza tratando de reprimir aquel recuerdo solo suspire colocando mis pulgares sobre el tronco de mi nariz. "estás castigado. después de clases te regresas inmediatamente a la casa."

"pero papá..."

"sin excepciones, Boo Seungjae. no tienes derecho a reclamar nada." soné firme. Mina temerosa se acercó a nosotras.

"no, espera. mejor que no valla hoy a la escuela... no, no. te quedas aquí. súbete a tu cuarto." hablo mi esposa preocupada y un poco tensa.

"no creo sea lo mejor, Mina." comenté pero esto solo la tenso más.

"no. súbete a tu cuarto. no sales de ahí y es final..." nunca había visto así a Mina. ella es incluso la que termina defendiendo a Seungjae cuando lo he llegado a castigar.

tratando de protestar mi hijo solo sacudió la cabeza. "no los entiendo. enserio que no los entiendo. ¿que hice? antes de que me reclamen a mi algo explíquenme qué pasa..." hablo él mientras miraba a su mamá.

"vete a tu cuarto. ahora..." hablo Mina furiosa.

"no lo puedo creer..." volvió a quejarse mi hijo. una vez ya se había subido a su cuarto, Mina se sentó en la silla del comedor. estaba casi temblando muerta de miedo y frustración.

"creo que eso fue un poco exagerado. no puede perderse clases más de las que ya perdió al irse de pinta." pero Mina no me hacía caso. "¿estás bien? has estado rara desde ayer. ¿que pasó? llegaste a casa llorando y sin Seungjae..."

"no se donde fue pero yo tenía que irme a verte. no se... me entró un miedo horrible."

"¿miedo?"

Mina se levantó y colocó sus brazos sobre mi cuello. "te amo, Seungkwan. te amé desde que tenia 15 años. hice y haría todo lo posible para hacerte feliz. lo di todo por ti y por nuestro hijo. aún cuando tú..."

"necesito ir a trabajar. ya se me hace tarde..."

"¿tienes que ir? por favor, no vayas..." me suplicó.

"tengo que, Mina. por favor, tómate un té o algo. checa a Seungjae... nos vemos..." coloque un beso en la cabeza de Mina. "nos vemos al rato." me salí de ahí aún cuando vi el pánico en los ojos de Mina.

¿por qué pasa esto?
¿por que cuando llega él todo se ve desmoronarse alrededor mío?

¿por que los recuerdos no fueron olvidados?
solo muestra que aquellas heridas no han sido sanadas del todo.

llegando a mi puesto de mandarinas en la plaza fue una mañana cualquiera. algunos turistas, gente por ahí. quería despejar mi mente de ello.

"¡Seungkwan!" hablo mi amigo Seokmin llegando a su puesto con una bolsa.

"veo ya traes tu nuevo invento." dije señalando la bolsa que traía consigo.

"¡si! y espero alguien la quiera comprar. me pase toda la madrugada preparándolo." comentó emocionado mi amigo de toda la vida.

"verás que así será..."

pasaron unos minutos, algunas gentes...

y escuche esa voz.

con una playera blanca y pantalón de deporte negro y lentes negros cubriendo esos ojos color avellana del sol.

después de tantos años.

en este mismo lugar, como si regresara al tiempo.

el culpable de todas mis desgracias.

Vernon Chwe.

summer days • verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora