-Un gusto verlos de nuevo señores Lawliet, tomen asiento por favor -ambos nos sentamos en los asientos frente a el escritorio del doctor, suspire cuando vi los documentos de mis análisis.
-Bueno doctor, ya sabe para que vinimos -Elle estaba impaciente, doctor sonrió un poco y yo solo cerré os ojos y coloque mis manos en mi vientre.
-Veo que ya lo sabe señora Lawliet, que está usted embarazada -asentí despacio, Elle me miro sin poder creerlo, sabia las preguntas que pasaban por su mente.
-Vamos a comenzar con su tratamiento y por supuesto que tendrá que venir constantemente para el control de su embarazo -asentí, note la mirada baja de azabache durante toda la consulta, nos despedimos del doctor después de que me agendaran la cita, cuando estábamos en el auto el me miro.
-¿Es mío? -Asentí lentamente.
-Cuando este con Near me cuide, la vez que estuvimos juntos no usamos protección y tampoco tome nada después, lo lamento si esto no estaba en tus planes, me iré de la casa, espero y Akira me deje quedarme un tiempo con ella mientras encuentro un lugar donde podamos vivir él bebe y yo -le dije sin mirarlo, me sentía dolida y un poco triste, el tomo mis manos y las beso.
-Te quiero, no saldrás de la casa, es nuestra y ahora de nuestro hijo, dije que intentaría salvar lo nuestro y ahora con la llegada de este pequeño todo será sumamente mejor -el llevo una mano asía mi vientre aun plano, parecía emocionado, sin pensarlo comencé a llorar. El limpio mis lágrimas y me sonrió, se veía tan feliz. -Vamos a comprar una casa, el departamento ya no será suficiente para los 3 -
-Elle ¿porque eres así? Pensé que te molestarías o me dirías que no me creerías que era tuyo después de lo que te hice -
-Tú me perdonaste a mí y te hice lo mismo, creo en tu palabra no tienes por qué mentir, vamos a casa, tenemos muchas cosas que planear -asentí intentando sonreír, si bien parecía que ambos estábamos bien, pero sabíamos que la confianza no era sólida.
[...]
-Mira esta _______ -veíamos casa por internet y el azabache estaba buscando una casa con estilo antiguo, yo solo quería que tuviera un patio amplio.
-El jardín de esta es mejor -le dije señalando la imagen en la computadora, ya tenía 4 meses de embarazo, si bien todos ya lo sabían, aun Elle no me dejaba ver a Near, al principio me molesto pero también intente comprenderlo.
-Ni tú, ni yo, ¿está bien? -Asentí emocionada, era una típica casa oriental con un gran jardín trasero y un poco en el delantero, pero podría plantar varias cosas, además de que tenía una piscina. Elle llamo a una mujer para que arreglara toda, por mi parte me limitaba a comer los cacahuates que tenía junto a mí, ya había ganado un poco de peso y se me hacia difícil hacer lo mismo que hacía antes, no podía cumplir con mi agenda en el trabajo y tampoco con los trabajos de la universidad, pero Elle me dijo que no había necesidad, pero a mí solo me hacia sentir que no servía para nada, por la tarde estábamos solo Shirayuki y yo, escuche que llamaron a la puerta y luego lo que parecía una discusión, me levante y fui a ver quién era, me sorprendí mucho al ver a Near en la puerta siendo empujado por Shirayuki, también vi que con el venia Akira.
-Déjalos entrar Shirayuki -camine más rápido para poder abrazar al albino, aunque en mi estado me era complicado sentí sus manos en mi cabello y solté unas lágrimas de alegría.-Te extrañe mucho Near -
-También estoy aquí hermana -me separe del albino y abrace a la rubia. Pues ya tenía tiempo sin verlos.
-Pasen, Elle no está en casa así que... -
-Señora le recuerdo que el señor me dio órdenes estrictas de que el joven aquí presente no se apareciera por la casa -lo tome de la muñeca y lo lleve hasta la sala.
-No tendrás problemas por mi culpa -el parecía un poco triste, le sonreí.
-Tranquilo, vale la pena, tenía mucho sin verte y realmente te extrañaba, eres mi mejor amigo -el me sonrió como en los viejos tiempos y se sentó en el sofá, acto seguido nosotras nos sentamos, observe a Shirayuki desaparecer en la cocina, supuse que informaría a Elle y no me molestaba, pues me volvía a sentir completa al tener a mis amigos junto a mí. No paso mucho para que el azabache cruzara la puerta con un semblante molesto. Miro amenazante a su hermano, me puse de pie al instante.
-Él ya se va -me dijo, negué.
-Los invite a cenar -el me miro como buscando una explicación. -Necesitamos terminar con este resentimiento, tienes que aceptar que somos amigos y que lo que ocurrió no volverá a repetirse -el asintió, camino hasta su hermano y le revolvió el cabello mientras le decía.
-Vamos a intentarlo -