Disney, Colas en el central, Piropos tukkys y Yonaikel.

698 50 18
                                    

Miraba las fotos de los mejores quince años de Venezuela, osea los míos marica esa vaina fue mejor que los quince que nunca tuvo Rosines pa' disimular que su papá Chiabe aka el patrón de Venezuela no se estaba robando los reales de este pobre país. Mi mamá estaba en el asiento de la Fortuner, más pendiente del tráfico de lo que yo comentaba, trimaldita.

—¡María Gabriela mira, llegó aceite en el central! —puse los ojos en blanco, que ladilla como si uno hiciera cola.

—Aja. —dije sin prestarle atención.

Mi mamá estacionó la camioneta y la detuvo bruscamente, bloquee mi iPhone 5s y lo deposité en mi bolsillo, lo que le hace a esta doña la menopausia.

—¿Cómo que aja? A mi tú no me hablas así carajita der coño, y te voy a decir una vaina. La próxima vez que me hables así te voy a dar un coñazo en la boca pa' que hagas un collar con tus dientes. —dijo mostrándome su puño mientras yo la miraba sobresaltada— Aparte, he buscado como loca en los buhoneros aceite, pero no se consigue, así que hazme un favor y me haces la cola.

Pestañeé varias veces, ¿Yo haciendo cola? No mamita, María Gabriela Ordoñez Arjona no hacía cola, aparte si Oriana u otra de mis amigas me veía estaba jodia' y aún más cuando empezaba quinto año la próxima semana.

—¿Y por qué no la haces tú? —pregunté preparándome para hacer un collar con mis dientes.

—Porque yo voy al gimnasio. —se excusó— y tu eres tremenda floja que está de vacaciones sin hacer nada.

Coño de la madre, le eché un vistazo a mi mamá, tenía cabello castaño claro y ojos del mismo color y físicamente le hacía competencia a Diosa Canales para ver cuál de las dos estaba más operada.

—Ay mami, lo compramos después yo quedé de ir al cine con Oriana.

—¡Mira carajita! —gritó— ¡Tú me haces esa cola o no vas pa' Disney en diciembre este año!

—¡Tu no serías capaz! —le dije con el mismo tono, ella no sería capaz, ella sabía cuánto me gustaba conocer a Mickey y presumir aparte de que no tenía con quién dejarme.

—¡TE ME VAJAS!— gritó ella a los cuatro vientos—¡Y mas te vale que consigas aunque sea una desgraciada botella!          Eso fue suficiente para hacer que me bajara de la seguridad de la camioneta, lo ultimo que quiero es que esa señora se arreche y me quite mi telefono. Dios mio en el cielo si alguien me ve aqui me tiro al río, así que antes de cerrarle la puerta en la cara a la señora ladilla que dice ser mi madre, bajo una sombrilla de Hello Kitty de la guantera. Hecho esto, tiro la puerta del auto como a una prostituta a la cuál no le pagaron suficiente. Vergacion, nojoda, el coño de la madre, camine arrecha y me incorpore en la cola detrás de una gorda nalgas de tabla con unas leggins que no le favorecían de trakky, señor Jesucristo deberías darle clases de estilo a esta doña.  

Total, equis con esta tipa, estaba viendome con las uñas —ya no tengo idea de donde voy a sacar acetona—cuando una brisa bien arrecha hace que se me caiga la sombrilla y todo el mundo voltea a verme, quedando como una gafa. No me queda de otra que ir a buscarla, la Sanrio ta´ bien cara ahorita mi amor, cuando veo a un moreno —tipo Neymar—, cabello negro lleno de gelatina, ojos negro manguera, usando una camisa verde chillon de OBEY, recogiendo mi sombrilla. Ya me la chorearon... Pero el chamo —se nota que es tukky a distancia—en vez de montarse en una moto e irse pal coño, se acerca a mi y me la entrega, sonriendo con los dientes mas chuecos que he visto in my live.

—Mami, ¿tu trabajas en la duana?—dijo con un acento de barrio, poniéndose unos lentes que le habían costado quince bolos como máximo- pa' que me revises este paquete —sonrió y señalo a su "paquete" mientras yo casi le vomito en la cara.                                                                 MI-ER-DA

         

                                                                                                                                                            

Enamorada de un Tukky.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora