Una trampa al monstruo

La soledad no es tan mala

-¡Ya esta listo Sara! ¡Todo desempacado!- dijo Luz con una alegría y tierna mirada en el rostro
-Muchísimas gracias, ahora a descansar.
Luz y yo,Sara , nos dejamos caer en el sillón con cansancio y dolor en todo el cuerpo. Al fin habíamos acabado la mudanza, no fue fácil porque entre Luz y yo, unas chicas de 17 años, nada fuertes y muy flojas, pues todo fue el doble de trabajo.
-¡Al fin! PAZZZ- dijo Luz. Fue lo último que dijo antes de caer en un inmenso sueño.

Me quede allí, tendida en el sillón, mirando a Luz, era muy buena amiga, una de las únicas personas que siempre me había apoyado, incluso cuando sabía que estaba en lo incorrecto, es como mi hermana. Es tan buena. Me gustaría quererla pero no puedo, por alguna razón nunca he podido sentir nada, ni miedo, ni angustia y menos el sentimiento que todos sentían, el amor. Me gustaría tanto sentir por los menos por un segundo. Suspire y luego me retire del sillón tranquilamente y me fui a la ventana.
Contemple todo lo que tenía delante de mi, árboles de colores verde esmeralda, de diferentes formas cada uno de ellos pero con algo en similitud: todos eran altos y frondosos. Un paisaje hermoso que era imposible admirar, pero solo sentía...nada, había veces en las que me imaginaba hecha por un inventor, hecha de metal, circuitos y tornillos que sólo seguían órdenes, me sentía vacía. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que Luz estaba a lado de mi viéndome con ojos curiosos.
-¿Qué piensas mi querida Sara ?
-No, nada...- dije vacilante
-Esta bien, bueno, me tengo que ir pequeña, nos vemos mañana, ¡Adiós!
Me abrazo y se fue por la puerta junto con su bolsa color negro.

Me quede contemplando la puerta por un momento, luego fui a prepararme un poco de café y me fui directamente a mi cuarto. ¡Ja! ¡Siempre Luz con sus ideas! Mi cuarto estaba lleno de fotos, fotos con ella y mis hobbies favoritos, el ballet y el béisbol. Pero lo que más me confundió un poco fue que en mi techo, justamente arriba de mi cama, había un póster de Brandon Flowers, mi cantante favorito, jajaja, Luz no decía sarcásticamente que lo primero en que voy a pensar sería en Brandon Flowers, como no lo voy a pensar sí es lo primero que veré en las mañanas....
Bueno saque esos pensamientos de mi mente y empezé a leer mi libro de Biología, ¡tenía examen mañana! espero y sea "fácil". Me dieron las cuatro de la mañana estudiando y me rendí, me metí a mi cama y cerré mis ojos, justamente cuando me estaba tranquilizando se escuchó algo en mi ventana, como...si alguien la hubiera tocado. No le di mucha importancia y seguí en mi cama. Luego de cinco minutos se escucho un crujido inmenso, salte de la cama y fui a asomarme a la ventana, uno de los árboles que había visto en la tarde estaba roto, roto a la mitad, yacían sus hermosas hojas verdes en el suelo, pero lo que más me llamo la atención fue como estaba roto era un corte muy exacto que parecía hecho por...un hombre, pero...¿un hombre aquí? ¿en medio del bosque a las cuatro de la madrugada?
Me quede pasmada por un momento y luego decidí salir de la casa y ver si por sí acaso, alguien estaba por allí. Me puse mis pantuflas y un suéter y me fui dirigiendo al pasillo, mientras llegaba al final del pasillo para bajar las escaleras, escuche que, alguien había tocado mi ventana otra vez, y note una silueta,esta vez estaba segura, alguien estaba merodeando por mi casa.