El señor desconocido

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La noche era oscura y bella, los árboles estaban iluminados por la luna, brillaban como sí tuvieran luz propia en su follaje.

Yo, estaba sentada en el pasto, camine hacia el bosque y me fui adentrando en el hasta que sólo el camino estaba iluminado por un rayo de luz que brindaba la luna.

Me senté en una piedra y me relaje, cerré los ojos y me centre en mi sentido del oído. Búhos, pájaros y lobos se escuchaban, los árboles se agitaban al compás del viento y una canción....esperen, ¿una canción?

Abrí los ojos y busque al que estaba cantando, y lo encontré. Una niña aproximadamente de tres años, con un vestido floreado estaba cantando y caminaba al compás de su canción. Se acomodó su pelo castaño y se acercó a mi.

-Hola pequeña, ¿qué haces por aquí? Es muy tarde-le dije con curiosidad.

Pero, no me escucho, trate de agarrar su mano pero no podía. Era cómo sí fuera...un fantasma.

La niña empezó a buscar algo, después de unos minutos encontró lo que buscaba: una pelota color roja. Sonrió y se dirigía al lugar de donde vino, iba otra vez cantando pero, se paró en seco.

Camine hacia ella y vi su expresión. Estaba...¿angustiada? ¿asustada?, sus piernas empezaron a temblar y sus ojos se fijaban el algo. Voltee lentamente y lo vi de nuevo. Estaba la persona otra vez. Alto, muy alto, tez blanco pálido, sin cara y vestido con un traje muy elegante. La niña lo vio y se acercó a el.

-Señor, ¿sabe donde estoy? Es que quiero regresar con mi papa- dijo ella y lo miro con curiosidad.

El señor siguió inmóvil y luego paso algo inesperado, esta vez el señor tenía cara, bueno, una forma de cara, era...esquelética. Salieron manos negras o ¿tentáculos?...atrás de el, como si formarán parte de este.

La niña grito y empezó a correr, trate de ayudarla tratando de agarrar su mano pero mi intento fue en vano. El señor la atrapo con sus tentáculos y la niña perdió la conciencia. Grite y empece a jalar al señor pero otra vez no podía ayudar.

Este dejo a la niña en el piso y se fijó en ella, paso su tentáculo por su cabeza y lo fijo en su frente como sí quisiera...borrar algo de su cabeza.

Luces se vieron dentro de la cabeza de la niña y luego este simplemente desapareció y la niña se quedo tendida en el piso.

Abrí los ojos rápidamente y note que respiraba rápidamente, mi cabello estaba pegado a mi nuca gracias al sudor. Me trate de relajar. Todo es un sueño, no hay porque sobresaltarse. Esas palabras pasaban una y otra vez por mi cabeza hasta que logre relajarme pero mi relajación no duró mucho tiempo. Estaba en un cuarto,acostada en un colchón viejo y lleno de moho.

Me levanté y trate de orientarme. El piso era de madera, la cual estaba rota e hinchada. Camine lo más rápido posible para no romper la madera y salí de la casa abandonada. Empece a caminar, un poco confundida, ¿cómo llegue hasta allí? ¿qué ha pasado?

Seguí caminando y vi otra vez a esa persona, me acerque a ella y me quede viéndole, tan extraño y misterioso. Me iba a acercar más a el pero el fue el primero en acercarse, me tendió lentamente su mano y yo, un poco nerviosa la tomé. Y, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en mi cuarto. Ahora estoy segura, eso no era lo que pensé . No era humano. ¿Será que era.....?

No dure ni un minuto más en pie porque perdí la conciencia.

Una trampa al monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora