Salí de allí después de una media hora.
Estuvimos hablando de muchas cosas, se acercaba a mí y acariciaba mi pelo, mi mejilla, me daba besos suaves. Era jodidamente adorable.
Mordí mi labio. Él aún no sabía mi edad, a ninguno se nos había pasado por la mente, mejor, si supiese que tengo su edad, no se lo creería.
Tenía una actitud muy alegre, parecía que era una adolescente de dieciséis años, pero no, tenía su misma edad, y cumplía los años ese día.
Ojalá se lo hubiese dicho…
Salí por una puerta del gran recinto y encontré a muchas chicas fuera. Me puse a buscar a mis amigas, pero no las vi por ningún lado.
Las otras chicas comenzaron a irse, y me quedé allí, sola.
Rodeé mis propios hombros con las manos, tenía que haber cogido alguna chaqueta…
Un autobús salió y sabía que era el de Justin, ya no lo volvería a ver durante un tiempo. Quise irme para que no me viese, pero tenía demasiado frío.
“____, ¿qué haces aún aquí, y sola?”, escuché una voz tras de mí.
Me giré y le sonreí para que no se preocupara. “Estoy esperando a mis amigas, las he llamado para que vinieran a buscarme”, mentí y creo que se dio cuenta.
“Pasa al bus, te llevaremos nosotros a casa”, cogió mi mano.
“No… No quiero que te vayas, Justin”, suspiré bajando la mirada. “No sé ni si quiera cosas sobre tu vida normal, porque yo no quiero conocerla vida del famoso Justin Bieber, quiero conocer la vida normal de Justin”, sonreí un poco. “No quiero ser autoritaria, o que pienses eso, pero si te vas sé que no te veré en tiempo, que, podrías querer a otra…”
Se acercó a mí, pero me aparte. “Te tengo bastante cariño, me sería imposible olvidarte o querer a otra mientras tu ocupas ese lugar”, se acercó y me rodeó el cuerpo. “Siento quererte, porque tú también puedes querer a otro”
“Tú eres el culpable de que no tenga novio…”, le miré.
“Se mi novia, y entonces sí tendrás un novio que no va a dejarte”, acarició mi pelo con suavidad.
Lo miré dudando y bajé la mirada después. “Está bien, Justin. Pero si pasa algo quiero saberlo, no me gustaría enterarme por los medios, aunque inventan mucho sobre ti”
“Te lo prometo, ahora vamos, hay que llevarte a casa”, me sonrió dulcemente y se acercó.
Me puse nerviosa. “Quiero irme contigo”, dije rodeando su cuello.
“Pero…”, lo interrumpí.
“No sabes cuántos años tengo, Justin, no puedes reprocharme nada”
“¿Cuántos tienes?”, susurró.
“Los mismos que tú, por raro que parezca. Cumplí mis diecinueve hoy…”, susurré. “Venir a tu concierto fue el de mi madre”, sonreí. “Le encantas, siendo sinceros”
“Ven, me vas a contar sobre ti, pero en el autobús”, sonrió y cogió mis manos.
Me metió con él al bus y me llevó a un cuarto. Nos sentamos acurrucados en su cama.
“¿Cómo fue tu infancia?”, susurró.
“Una versión femenina de la tuya”
“¿Tuviste una infancia igual a la mía?”, dijo sorprendido.
“Sí, por eso, de alguna manera me siento muy unida a ti. Solo que mi presente ya no lo es”
“¿Y cómo es?”
“Pues, no he llegado a conocer a mi padre, abandonó a mi madre nada más que nací, no tengo fotos de él, tu por lo menos sí. A mi madre la salvó leer el libro de tu madre, estaba realmente mal porque yo no tenía cosas, a mis años, así que me puse a trabajar y ahora mismo mi vida va a dar un gran giro… Soy, tu novia, y la verdad es que en esto soy muy afortunada. Siempre rechacé chicos, porque te quería a ti en mi vida…”
“Oh, vaya…”, susurró y me abrazó.
Se estaba muy a gusto en sus brazos, eran fuertes y cálidos. Cerré mis ojos y suspiré.
“¿Y cómo es que hablas tan bien el inglés?”, susurró.
“No nací aquí, me vine a los nueve años, así que he guardado mi inglés”
“¿Dónde naciste?”
“Dónde naciste tú, amor”, dije. “Soy canadiense, solo que nací en la capital, en Ottawa”
“Vaya, mi novia es canadiense, sabe español… Me podrías enseñar”, susurró con una hermosa sonrisa en los labios.
“Te enseñaré”, lo miré. “Con una condición, por favor”
Suspiró y apartó el pelo de mi cara. “Dime”
“Llévame contigo”, susurré.
“¿Y tu madre? ¿Y tu vida? ¿Y tus amigas?”, murmuró sorprendido.
“Sé que a mi madre la podrías mandar a vivir a cualquier lado, Justin, no me importa… Solo quiero ver si nuestra vida podría funcionar estando juntos”, susurré.
Él me sonrió un poco, se veía su alegría. Me parecía imposible pensar que este chico, la persona que ha significado tanto para mí, ahora sea mi novio.
Se inclinó un poco y posó sus labios sobre los míos.
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Love "Justin Bieber y Tu"
Dla nastolatkówDos vidas totalmente diferentes... Sus mundos estaban destinados a cruzarse y a querer pasar tiempo con el otro. Todo era difícil.... Él era demasiado famoso, no podía hacer nada sin ser juzgado por los demás, sin que la gente hablara mal de él solo...