"SUICIDIO"

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Eran las 9:34 a.m. y Lindsay se despertó con un dolor de cabeza bastante grande y corrió al baño a vomitar todo.
Se lavó la cara y volvió a su habitación, Brittany estaba durmiendo allí, al lado de ella.
Era una chica rubia, de metro setenta más o menos. Era la típica chica con la que todos querían acostarse. Le gustaba bastante fumar marihuana.
- Brit, ¿qué haces en mi cama?
Brittany se levantó un poco desorientada.
- Me quedé anoche contigo - respondió mientras bostezaba -estabas bastante mal
- ¿Anoche?, joder, no me acuerdo de nada - se echó las manos a la cabeza
- Bebiste como una zorra al enterarte de la muerte de Alex, ¿recuerdas ya?
- Sí... cierra el pico
Era sábado, y hacía un sol que encandilaba a cualquiera.
- Linds, ¿sabes si Brian y Chels tienen algo? - preguntaba Brit en voz baja.
- Chelsea está con Nick, ¿recuerdas? - le respondió con ironía.
- Chels es una zorra. Siempre he pensado que se lo folla - le dice mientras se lima las uñas.
- Brittany, me parece que eres una exagerada. - le dice Lindsay con antipatía
- Brian es para mí.
- No te montes películas y largo de mi casa que tengo cosas que hacer. - le ordenó Lindsay.
- Luego hablamos - suspiraba Brittany - que parece que la princesa hoy es rana.

11:34 a.m.
Chelsea se levantó un poco aturdida, se miró en el espejo y empezó a peinarse su cabellera castaña. Tenía una melena un poco más larga del hombro, los ojos verdes y probablemente los labios de Kylie Jenner. Se cepilló los dientes y seguidamente cogió el móvil y llamó a Brian.
- ¿Has llevado la cámara a la policía?
- Todavía no Chels, la llevaré cuando salga a correr.
- No. No la lleves, hay que deshacerse de ella.
- ¿Qué? Eso es un delito Chels.
- Nadie puede saber lo que hay en la cámara, haría más daño.
- Chels, Alex sale tirándose del puto coche en el vídeo, no fue un accidente. ¡Alex se suicidó y hay que contarlo!
- ¡No me importa lo que saliese ahí!, no quiero hacerle más daño a su madre. - le ordenó Chelsea.
- Como quieras, luego hablamos. - respondió frustrado Brian.

Brian era el típico deportista de instituto, alto y con cuerpo de gimnasio. Era un poco gilipollas, pero como estaba bueno, todo el mundo quería acostarse con él.

Decidieron quedar a las 7:00 p.m. en el acantilado, para enterrar la cámara y que nadie supiera de su existencia.

- ¿Has traído la cámara?
- Chels, creo que esto no está bien.
- ¿Te ha seguido alguien? - seguía preguntando Chelsea
- ¡Escúchame de una maldita vez! - gritó Brian.
- ¡Cállate la boca de una vez y sigue cavando! - gritó Chelsea con histeria.

Brian, asustado, decidió seguir cavando y callar. Quería llegar vivo a su casa.

8:37 p.m.
Lindsay se levantó de la cama y decidió salir al súper a comprar vodka
y a pillar maria. No era una chica que recurriese a la bebida, pero en ese momento era su único apoyo. Aunque prefería tirarse a su profesor de Química que estar borracha llorando por su amigo.

Se fue al acantilado y se quedó allí sentada bebiendo, fumando y viendo las estrellas.
Estaba pensando en que al día siguiente sería el funeral de Alex, y es lo último que quería en ese instante, ir a ese lugar triste donde todos llorarían. No quería despedir a su amigo, porque no se lo creía todavía. Sentía un vacío inmenso. Sentía que una parte de ella había desaparecido, que algo se había desprendido, había volado. Y jamás volvería a su lado.
Los ojos los tenía secos e hinchados. No le quedaban lágrimas. Sólo podía beber.
Se tumbó en el césped del acantilado, cuando su móvil sonó. Eran las 11:16 p.m. cuando recibió un mensaje de un número desconocido, que decía: "la historia acaba de empezar".

Alex Jean: Falso Suicidio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora